Doctrina enseñada. Invitaciones a actuar. Bendiciones prometidas.
Identificar y aplicar el patrón de esos tres elementos conectados puede bendecir a las personas mientras se preparan para escuchar y estudiar los mensajes de los apóstoles y profetas que se dan durante la conferencia general, dijo élder David A. Bednar del Cuórum de los Doce Apóstoles.
“El patrón básico es identificar la doctrina o principio fundamental que se está enseñando, encontrar invitaciones para actuar relacionadas con esa doctrina o principio, y luego, también reconocer las bendiciones prometidas que vendrán si actuamos de acuerdo con esa invitación”, dijo.
En una entrevista previa a la Conferencia General Semestral N°191 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el élder Bednar recordó a los presidentes anteriores de la Iglesia —incluyendo el presidente Harold B. Lee y el presidente Spencer W. Kimball— enseñando que los mensajes de la conferencia deben servir como una guía importante en nuestra vida hasta la próxima conferencia general.
Cuando era joven, al élder Bednar le impresionó que los presidentes de la Iglesia amonestaran a los miembros de la Iglesia a estudiar con seriedad los discursos de la conferencia general. Mientras el élder Bednar trabajaba para seguir ese consejo, descubrió que casi todos los mensajes incluían doctrina, principios y una invitación a actuar, seguidos de una bendición prometida. Comenzó a marcar tres columnas en una hoja de papel con los encabezados de las columnas así (1) doctrina o principio enseñado, (2) invitación a actuar y (3) bendiciones prometidas, y luego usó la plantilla como una herramienta de aprendizaje mientras estudiaba mensajes de la conferencia.
“La invitación a actuar es importante porque la fe en el Salvador es un principio de acción y de poder. Como siervo del Señor, mi función no es solo difundir información. Si las personas han de aumentar su fe en Jesucristo, deben actuar de acuerdo con las enseñanzas del Salvador. Y como su representante, quiero extender esas invitaciones a actuar para que la fe en Él pueda crecer más y más fuerte”.
Consciente de que los Santos de los Últimos Días a menudo usan la palabra “desafío”, el élder Bednar dijo que la palabra “invitación” fue elegida y enfatizada específicamente. Encontrarán invitaciones para actuar en todas partes del ministerio del Salvador, explicó. Y los líderes generales siguen ese patrón cristiano de invitar y atraer.
Un momento impactante para él fue cuando el presidente Dallin H. Oaks —en ese entonces miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles— instruyó a los poseedores del Sacerdocio Aarónico sobre cómo llevar a cabo de manera eficaz sus responsabilidades al preparar, administrar y repartir la Santa Cena. El presidente Oaks usó como ejemplo el principio de no distracción. El presidente Oaks explicó que alguien que oficia una ordenanza del sacerdocio nunca debe ser una distracción en la apariencia o acciones para la persona que está recibiendo la ordenanza y el convenio asociado. El élder Bednar recordó que el élder Oaks dijo que no les iba a dar a los miembros una lista de reglas a seguir.
“Para mí, esa fue una invitación a estudiar cómo este principio de no distracción reemplaza las reglas tipo mosaico sobre lo que deben hacer y lo que no deben hacer”, comentó.
El presidente Russell M. Nelson usó un patrón similar al hablar del día de reposo como deleite, señaló el élder Bednar. El presidente Nelson aprendió de las Escrituras que su conducta y actitud en el día de reposo constituían una señal entre él y su Padre Celestial. Él ya no necesitaba una lista de lo que debía y no debía hacer, sino que simplemente se preguntaba, “¿Qué señal quiero darle a Dios?”.
En las preguntas y principios que enseñaron el presidente Nelson y el presidente Oaks, “encontramos invitaciones para actuar. Y a medida que actuamos de acuerdo con los principios del Evangelio y nos sometemos a la voluntad y el tiempo del Señor, se obtienen magníficas bendiciones”, afirmó el élder Bednar.
El élder Bednar les recuerda constantemente a los miembros que el Espíritu Santo es el maestro que testifica de la verdad. Y destacó formas sencillas en que los Santos de los Últimos Días pueden prepararse para aprender la verdad de los mensajes de la conferencia general y la instrucción de los líderes de la Iglesia, a través del Espíritu.
Una forma es ejercitar la fe en el Salvador “preguntando, buscando y llamando”, como tener una pregunta o preguntas en mente mientras escuchan los mensajes y estar listos para actuar.
“Los oyentes no deben simplemente escuchar pasivamente, esperando que la inspiración llegue sin ningún esfuerzo”, dijo el élder Bednar. “Debemos ser agentes que actúan y no objetos sobre los que se actúa”.
Otro elemento de preparación es invitar específicamente al Espíritu Santo a “ayudarnos e iluminar nuestra mente” mediante la oración y el estudio de las Escrituras, comentó el élder Bednar. “Esas expresiones de fe en el Salvador invitan al Espíritu Santo a ser nuestro compañero, y creo que viene más fácilmente cuando lo invitamos”.
En sus 16 años como apóstol, “solo en raras ocasiones”, el élder Bednar ha visto temas específicos y asignaciones dadas a los discursantes de la conferencia general. Sin embargo, las sesiones de la conferencia general a menudo parecen tener un tema común, como si hubieran sido planificadas y coordinadas por una asignación anticipada. “Fue planeado, fue orquestado — pero por el cielo, no por aquellos que participan en la conferencia”, dijo el élder Bednar.
“Ha habido casos en los que estaba sentado en el estrado en la conferencia general, sabiendo que yo era el próximo [discursante], o estaba a dos o tres discursantes de mi horario designado”, dijo. “Y mientras escuchaba los temas conectados y noté la continuidad que se desarrollaba a través de los diversos mensajes, pensé mientras me levantaba y caminaba hacia el púlpito, ‘Asombro me’. Si hubiéramos planeado, organizado y orquestado los mensajes, no podría haberse hecho tan bien como lo hizo el poder del Espíritu Santo”.
El élder Bednar a menudo describe el principio de los patrones —en el Evangelio, en el templo, en las Escrituras, y señala que el Señor reveló en Doctrina y Convenios 52 que Él dará un patrón[norma] en todas las cosas. El Salvador, explicó él, es el ejemplo perfecto del patrón de “uno por uno”. Por ejemplo, cuando el Cristo resucitado se apareció a los 2.500 en el templo en la tierra de Abundancia, invitó no solo a dos o tres a sentir las heridas en Sus manos, pies y costado, sino que les dio esa oportunidad a todos, uno por uno. El élder Bednar dijo: “Creo que ‘uno por uno’ es un patrón del ministerio del Salvador que nos beneficia enormemente en nuestro propio servicio en el hogar y en la Iglesia”.
El élder Bednar concluyó enfatizando una vez más que el patrón para identificar doctrinas y principios y aceptar invitaciones a actuar es una forma en que los Santos de los Últimos Días son instruidos por el Espíritu Santo “uno por uno” y reciben las bendiciones prometidas. Y, agregó, esas bendiciones siempre vienen — de acuerdo con la voluntad y el tiempo de Dios
