Los líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son “muy conscientes” de los retos a los que se enfrentan las mujeres en el mundo, dijo la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Jean B. Bingham.
“He tenido la oportunidad de estar en muchas, muchas reuniones y de observar y estar en consejo con el Cuórum de los Doce Apóstoles y la Primera Presidencia —y con el presidente [Russell M.] Nelson individualmente— y puedo decir que, personalmente, están comprometidos en ayudar a las mujeres a alcanzar su potencial”, dijo.
El presidente Nelson ha suplicado a las mujeres de la Iglesia que estudien el poder del sacerdocio y aprendan de los “tesoros espirituales” que poseen. “Los cielos están abiertos de igual manera para las mujeres que han sido investidas con el poder de Dios que procede de sus convenios del sacerdocio como para los hombres que son poseedores de dicho sacerdocio”, enseñó en la Conferencia General de octubre de 2019.
Días antes del aniversario n°179 de la organización de la Sociedad de Socorro, la presidenta Bingham habló en un podcast del Church News sobre la influencia de las mujeres Santos de los Últimos Días y su papel vital en llevar a otros al Salvador. El episodio del podcast se publicó el 16 de marzo.
“Sé que, si podemos aprovechar el poder de las mujeres de la Sociedad de Socorro, ningún poder en la tierra podrá detener esta buena obra”, declaró la presidenta Bingham.
“Mi mensaje a todas mis hermanas que se estén preguntando dónde está su lugar en la Iglesia, es afirmar absolutamente que su lugar está en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dando sus talentos y su tiempo y sus habilidades para edificar y bendecir a los que les rodean”.
Alivio físico y espiritual
En la primera reunión de la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo, el 17 de marzo de 1842, la presidenta Emma Smith declaró, “Vamos a hacer algo extraordinario”.
Hoy en día, la Sociedad de Socorro es una de las organizaciones femeninas más grandes, antiguas y diversas del mundo. Lo que comenzó como una pequeña reunión en la tienda de ladrillos rojos en Nauvoo, Illinois, ahora incluye a 7.5 millones de mujeres en 220 países.
Reflejado en el nombre de la organización, “uno de los principales propósitos es socorrer y aliviar el sufrimiento, ya sea físico o espiritual”, dijo la presidenta Bingham. “Y ése es un poder para el bien en el que todas las hermanas de la Sociedad de Socorro tienen una responsabilidad”.
Al principio de su historia, la Sociedad de Socorro escribió y publicó “The Woman’s Exponent”, un periódico por y para las mujeres que fomentaba la unidad, exponía los principios del Evangelio e influía en el movimiento sufragista de los Estados Unidos.
Dado que muchas madres y bebés morían en el parto en sus comunidades, la Sociedad de Socorro envió a mujeres a escuelas de medicina en el este de los Estados Unidos para que se convirtieran en médicos, enfermeras y parteras. Más tarde fundaron el primer hospital de maternidad de Utah.
La presidenta Bingham también describió los primeros esfuerzos de la Sociedad de Socorro para cultivar, cosechar y almacenar trigo — que proporcionó alimentos a los supervivientes del terremoto de San Francisco de 1906 y se vendió al gobierno de los Estados Unidos para aliviar la escasez después de la Primera Guerra Mundial.
Más recientemente, en mayo y junio de 2020, más de 57.500 voluntarios de todo el estado de Utah cosieron casi 6 millones de máscaras para ayudar al personal de salud en primera línea del COVID-19. Se han llevado a cabo esfuerzos similares de costura de máscaras en todo el mundo.
Y actualmente, la Sociedad de Socorro patrocina programas para aliviar la desnutrición infantil en varios lugares y para mejorar la alfabetización de las mujeres, esto último lo destacó durante un discurso en el Día Internacional de la Mujer.
Las hermanas de la Sociedad de Socorro bendicen a las familias y a las comunidades, así como a las personas, dijo la presidenta Bingham. “Uno de los puntos fuertes de la organización es cuidar de los demás, asegurándose de que cada mujer tenga un lugar seguro donde encontrar apoyo y estímulo a medida que aprende y progresa”.
“Las mujeres que pertenecen a la Sociedad de Socorro sirven a los demás de una asombrosa variedad de maneras”, dijo. “Debido a su fe en Jesucristo, siguen Su ejemplo al amar y edificar a quienes las rodean. Y debido a su comprensión del plan de salvación del Padre Celestial, se esfuerzan por ayudar a los demás a comprender su valor divino — que todos somos hijos de Dios. …
“Dondequiera que yo vaya en el mundo, desde Escocia hasta Sudáfrica, o desde Chile hasta la República Checa, o desde Filipinas hasta Farmington, Utah, sé que puedo contar con las mujeres de la Sociedad de Socorro para que me den la bienvenida como una hermana. He sentido eso en todo el mundo”.
‘Les necesitamos’
Al reconocer que hay muchas mujeres jóvenes que se sienten aprensivas o vacilan en participar en la Sociedad de Socorro, la presidenta Bingham dijo que tiene un mensaje de tres palabras para ellas, “Les necesitamos”.
“Necesitamos su energía y sus talentos, su fe, su creatividad, su impulso, su conocimiento”, dijo.
Evite la distracción de pensar que la Sociedad de Socorro es para “ancianas”, aconsejó la presidenta Bingham. “Realmente es para todas las mujeres, desde los 18 hasta los 108 años y más. Puede ser tan relevante, divertido y estimulante como reconfortante y tranquilizador para el valor individual”.
“Creo que uno de los maravillosos beneficios de participar en la Sociedad de Socorro es la oportunidad de tener amigas de todas las edades y de todos los ámbitos de la vida”, dijo, y agregó que “aprendemos unas de otras y nos fortalecemos al compartir testimonios y talentos”.
Para aquellas que luchan por encontrar su lugar en la Sociedad de Socorro, la presidenta Bingham dijo, “Muy a menudo, sentimos que necesitamos que alguien nos oriente. No lo necesitamos. Use su propia iniciativa, su propia inspiración, su propia revelación personal para encontrar formas de bendecir”.
Recibir revelación personal es “crítico”, agregó. Es esencial tomar decisiones y saber cómo avanzar — incluso en medio de circunstancias difíciles.
“Hay tantas cosas en este mundo que pueden distraernos, desviarnos, engañarnos si no vamos a la fuente de la verdad perfecta. Somos agentes para nosotros mismos, por lo que cuando los profetas nos dan dirección, podemos preguntar a Dios y conocer la verdad por nosotros mismos”.
Voces de mujeres
La presidenta Bingham y otras mujeres líderes han participado en varios consejos con los líderes de la Iglesia, “ciertamente solicitan y consideran seriamente nuestras aportaciones”, dijo.
“He visto muchas cosas cambiar debido a que las mujeres comparten una perspectiva en esos consejos. … Es maravilloso ser abierto y sincero y compartir y sentir que mi perspectiva es valorada, comprendida y puesta en práctica. Eso es algo que espero que cada mujer pueda experimentar en sus oportunidades de liderazgo en la Iglesia”.
Las mujeres Santos de los Últimos Días tienen un “potencial no aprovechado” para liderar, edificar, amar y fortalecer a los demás, dijo la presidenta Bingham. “Y cuando nos olvidemos de nosotras mismas y nos pongamos a trabajar, como dice la expresión, seremos capaces de lograr más de lo que jamás imaginamos. …
“He visto a hombres y mujeres trabajar juntos para marcar la diferencia, cambiar vidas, fortalecer el bien en el mundo. Y sé que ese es nuestro mandato y debemos elegir hacerlo. Podemos hacerlo. Sé que esta es la obra del Señor, sin lugar a duda. No es obra del hombre. Nuestro Padre Celestial permite que nos ayudemos unos a otros para que podamos crecer y llegar a ser más como Él”.