Para aquellos fuera del programa de fútbol femenino de la Universidad Brigham Young, la carrera histórica y en curso del equipo en el torneo de fútbol femenino de la NCAA 2021 [Asociación Nacional de Atletas Universitarios] parecía poco probable a principios de esta temporada.
BYU perdió sus dos primeros juegos como visitantes antes de perder un partido en casa en Provo el 18 de septiembre ante su rival en el estado, Utah State.
Pero después de reclamar un lugar en la Copa Universitaria — semifinales universitarias de EE. UU. — al derrotar a Carolina del Sur el 27 de noviembre, la mediocampista / ex misionera de BYU Olivia Wade (en inglés) confirmó que ella y sus compañeras de equipo están justo donde esperan estar.
“Esto es algo por lo que hemos trabajado muy duro — así que, honestamente, no es una gran sorpresa llegar a las semifinales”, dijo Wade a Church News. “Obviamente, estamos muy emocionadas y agradecidas de tener esta oportunidad. Ha sido algo por lo que realmente hemos trabajado. Es algo que esperábamos de nosotras mismas esta temporada”.
La clasificación para la Copa Universitaria es una tarea monumental. BYU ha tenido equipos destacados en los últimos años, pero nunca ha llegado a las semifinales.
Aun así, Wade y sus compañeras de BYU saben que les aguardan los desafíos más difíciles. BYU juega contra el rival de la Liga de la Costa Oeste, Santa Clara — el equipo defensor del campeonato nacional que derrotó a BYU en octubre — el viernes, 3 de diciembre a las 6:30 PST, en el Stevens Stadium de Santa Clara. El juego se transmitirá en vivo por ESPNU.
“Esperamos tener otra oportunidad con Santa Clara — y qué mejor momento y lugar para hacerlo que en su campo”, dijo Wade.
Si BYU gana el viernes, jugarán por el título nacional el lunes, 6 de diciembre a las 5 p.m. PST en ESPNU, contra el vencedor del otro partido de semifinales del viernes entre Rutgers y Florida State.
“No creo que lo de la Copa Universitaria haya llegado realmente todavía, pero es un gran logro”, dijo la directora técnica Jennifer Rockwood a los medios de comunicación de BYU después del partido de Carolina del Sur. “Sé que pocas personas tienen la oportunidad de dirigir uno o jugar en uno, así que la aprovecharemos al máximo”.
Rockwood, quien ha dirigido el equipo de fútbol de BYU desde el inicio del programa como un deporte autorizado en 1995, dijo que el equipo 2021 es el mejor equipo que ha tenido la universidad “en ambos lados del balón”.
Llegar a formar parte de los cuatro equipos finales, agregó Mikayla Colohan, es “para lo que trabajas toda tu vida. Quería estar en esta posición todo el tiempo que estuve en BYU”.
Colohan fue nombrada recientemente semifinalista del Trofeo MAC Hermann 2021 otorgado a la mejor jugadora de fútbol universitario.
Representando algo más grande que el fútbol
Mientras servía en una misión de habla hispana en Houston, Texas, Wade era una representante de la Iglesia las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Servir en una misión de tiempo completo y competir en el fútbol universitario son actividades muy diferentes, pero Wade todavía siente un deber familiar cada vez que se pone una camiseta estampada con el nombre de la universidad propiedad de la Iglesia.
“Es una gran responsabilidad que tenemos al representar a la universidad de la Iglesia”, dijo. “Llegamos a ser misioneros de muchas maneras diferentes. Esta es una oportunidad para mí, así como para otras niñas del equipo, de desempeñar un papel misionero, representar a la universidad y tratar de representar a nuestro Salvador a través de todo lo que hacemos”.
Wade agregó que la perspectiva eterna que desarrolló a través del servicio misional de tiempo completo permanece con ella. “Entiendo que lo más importante es obviamente mucho más grande que el fútbol”.
‘Carolyn puede’
Soportar una temporada de fútbol universitario puede ser físicamente agotador. Las pantorrillas, tobillos y cuádriceps se congelan y se vendan constantemente para tratar o prevenir las distensiones y lesiones de otros días.
Desde el comienzo del programa BYU, decenas de jugadores de fútbol han confiado en la directora de medicina deportiva de la universidad, Carolyn Billings, para mantenerlos vendados y listos para jugar.
Wade y sus compañeras de equipo, pasadas y presentes, creen que el cuidado de Billings va mucho más allá de la cinta atlética y la rehabilitación de lesiones. Ella también es un ejemplo de fortaleza y determinación. Además de perder a varios seres queridos por accidentes, ha luchado contra repetidos episodios de cáncer.
Pero Billings continúa, impulsada por su testimonio del Evangelio, sus relaciones con las jugadoras y la elegibilidad de las jugadoras que no termina con las temporadas de fútbol. Recientemente compartió su historia con “The Athlete’s Journal” (en inglés) de BYU.
El compromiso de Billings con el servicio continúa levantando el ánimo. Es su oración, escribe, “que reconozca a las personas que se cruzan en mi camino y necesitan mi ayuda. Les prometí que dejaría de hacer lo que estaba haciendo, sin importar qué, y los ayudaría”.
Wade dijo que se siente bendecida y emocionada de experimentar por primera vez el formar parte de los cuatro equipos finales junto a Billings. Mientras tanto, las jugadoras de BYU actuales y anteriores usan camisetas con las palabras “Carolyn Can” (Carolyn puede) impresas en la espalda.
“Carolyn es alguien que nunca se ha rendido con nosotros o con el programa”, dijo Wade. “Incluso cuando hemos tenido partidos difíciles, ella siempre ha creído que podríamos lograr lo que hemos hecho ahora.
“No hubiéramos podido hacerlo sin ella… ella no es solo una terapista de medicina deportiva para nosotras, es una terapista de la vida”.
Actualización: El equipo de fútbol femenino de BYU venció a Santa Clara 3-2 en penaltis en el partido del viernes y competirá en la final del campeonato de la NCAA contra Florida State el lunes 6 de diciembre.