El élder M. Michael Fauber descansaba lo más cómodo posible, después de haber sufrido múltiples heridas de bala y haber sido hospitalizado en condición grave pero estable. El misionero de tiempo completo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días estaba alerta y comunicativo el domingo, 5 de diciembre, después de que los médicos le bajaran los sedantes tras dos cirugías el día anterior.
El joven de 18 años de Dayton, Ohio, que sirve en la Misión Alabama Birmingham no podía hablar debido a que le habían insertado un tubo de respiración en la garganta, pero escribía pequeños mensajes a sus padres.
David M. y Rachel Fauber del Barrio Kettering de la Estaca Dayton, Ohio, se habían apresurado a acudir al lecho de su hijo llegando el día después de que él fuera el único objetivo de un tiroteo en un centro de reuniones el 3 de diciembre cerca de Birmingham. Actualmente permanece en el Hospital UAB en condición estable, mejorando lentamente.
“Justo estábamos hablando de lo que había pasado y de que no tenía miedo”, dijo David Fauber. “Me preguntó, ‘¿Voy a morir?’. Y yo dije, ‘No lo creo. ¿Tienes miedo?’ Él dijo, No. Si muero, sé a dónde iré’.
“Eso es lo sorprendente — para mí, eso es lo que significa la fe en Cristo”.
Los Fauber reconocen una serie de “milagros” ocurridos durante y después del tiroteo, así como la paz y la calma que ha mantenido el misionero y su familia.
El viernes, 3 de diciembre por la noche, el élder Fauber estaba en el centro de estaca de Birmingham Alabama en Vestavia Hills con otros dos misioneros y un grupo de personas interesadas en saber más sobre la Iglesia.

Como parte de una actividad deportiva semanal, se estaba jugando baloncesto en el salón cultural. Al hablar con el presidente Chad W. Allred de la misión Birmingham, los Fauber se enteraron de las circunstancias que se dieron aproximadamente a las 8:30 p.m.
“Literalmente segundos antes de que le dispararan a Michael”, dijo David Fauber, “le estaba testificando al joven que terminó disparándole sobre el Salvador y sobre la veracidad del Libro de Mormón. Y entonces, un par de segundos después ocurrió el tiroteo”.
La familia expresó su agradecimiento a los otros misioneros que se encontraban en el lugar de los hechos, quienes no solo administraron una bendición del sacerdocio al élder caído, sino que también le administraron primeros auxilios. “Sabían qué hacer para detener el sangrado y lo ayudaron a llegar al hospital”, dijo David Fauber.
El misionero fue trasladado al Hospital UAB, ha tenido tres cirugías a lo largo de los días para atender sus heridas, que pudieron haber sido fatales.
Los informes indicaron que el élder Fauber fue alcanzado por cuatro balas en el tiroteo. “Dos de las balas le impactaron en el lado derecho de su pecho”, dijo David Fauber. “Si hubiera sido del lado izquierdo, le habrían dado en el corazón, y ese habría sido el final”.
Además, los médicos estuvieron desconcertados durante varios días por un rasguño en la cabeza del misionero, sabiendo que no se había golpeado la cabeza después de recibir un disparo y caer al suelo. Un examen más detenido reveló el lunes, que se trataba de la quinta bala, que sólo había rozado la cabeza, dijo David Fauber.
“Si hubiera sido un par de centímetros más, también habría sido fatal”.
David y Rachel Fauber compartieron sus expresiones y sentimientos con Church News cuatro días después del tiroteo — David por teléfono después de haber regresado recientemente a Dayton para reanudar su enseñanza en una escuela secundaria local y cuidar a sus tres hijos pequeños. Rachel permanece en Birmingham para atender personalmente a su hijo y compartió sus pensamientos a través de Kathryn Spencer, directora de comunicaciones de la estaca de Dayton.

Otro milagro para los Fauber fue la manera en que recibieron la noticia del tiroteo cuando recibieron una llamada del presidente Allred a altas horas de la noche del viernes. David Fauber se preguntó primero si la llamada directa inesperada era sobre algo que había hecho su hijo, un accidente o quizás otros problemas.
“Sé que esto sonará extraño, pero cuando dijo, ‘Hubo un incidente en el que le dispararon a su hijo’ — no puedo explicarlo”, dijo David Fauber, describiendo un “sentimiento de paz” subsiguiente.
Añadió: “No hubo lágrimas, ni miedo, ni desesperación. Por supuesto, preferiríamos que él viviera, pero si tenía que morir, moriría sirviendo al Señor”.
Sherman relató que Rachel Fauber ha sentido una sensación de sostenimiento — “simplemente al sentir la fortaleza para perseverar cada día — superando una cosa a la vez. Le sacaron su tubo de respiración y ahora hay algo nuevo de lo que deben ocuparse”.
El élder Fauber comenzó su misión con capacitación en el hogar a principios de julio antes de llegar a la misión de Birmingham ese mismo mes. Se había graduado de la escuela secundaria el mes anterior a su llamado a servir.
“El élder Fauber está lleno de fe y del deseo de servir al Señor — simplemente irá y lo hará, sin siquiera pensarlo”, dijo Sherman. “Está dispuesto a ponerse de pie y hacer lo que sea necesario”.
Le gusta practicar deportes, especialmente el béisbol, y tocaba el trombón en conciertos y bandas de jazz en la escuela secundaria. Ha trabajado desde los 15 años ahorrando dinero para su servicio misional.
Su familia ha vivido en el área de Dayton durante varias generaciones — su padre es consejero de la presidencia de estaca, y su abuelo ha sido llamado recientemente como patriarca de estaca, dijo Sherman. “Son realmente un pilar de fortaleza en nuestra estaca y también en nuestra comunidad”.
La familia expresó su agradecimiento por el amor y la preocupación mostrados por los Santos de los Últimos Días y otras personas — en Birmingham, en Dayton y en todo el mundo, desde una tarjeta que dejaron en su puerta con dinero para ayudar con los gastos hasta miles de correos electrónicos y mensajes de texto.
“Hemos recibido mensajes de todo el mundo — personas que nos dicen que estaban ayunando y orando por él y por nosotros el domingo pasado en su barrio o estaca”, dijo David Fauber.
Específicamente en Birmingham, continuó, “En todos los lugares a los que fuimos, había personas que entendían nuestra situación y estaban allí para ayudar — ángeles de este lado del velo. Había personas en los lugares y momentos adecuados para ayudar”.
Los padres se han alojado en la casa de la misión, con acceso a comidas y transporte a través de los líderes de la misión y los miembros locales, dijo Sherman. “Y también están recibiendo un gran tratamiento en el hospital”.
Algunos de los profesionales médicos que trabajan para atender al élder Fauber tienen un mayor aprecio por el paciente, al saber de su llamamiento y servicio.

Rachel Fauber dijo que la familia se enteró de que el cirujano principal de traumatología que primero atendió al élder Fauber es un misionero retornado, al igual que el anestesiólogo del lunes. Además, un neurocirujano Santo de los Últimos Días ayudó a asesorar y dirigir al presidente de misión en los primeros esfuerzos el viernes por la noche, agregó. “Estamos agradecidos por su apoyo”.
El cirujano principal, dijo David Fauber, había servido una misión en Houston, Texas, hace años. “Mencionó que cuando Michael llegó, vio el daño que no se veía bien. Se le salieron las lágrimas y dijo, ‘Recuerdo mi misión y esto realmente me afectó’”.
La investigación del Departamento del Sheriff del condado de Jefferson continúa y las autoridades aún no han identificado a un sospechoso. Están siguiendo las descripciones físicas del tirador proporcionadas por los testigos en el centro de reuniones.
“Tenemos buena información que creemos que nos llevará a un sospechoso”, dijo el subjefe David Agee a AL.com (en inglés). “Tenemos pruebas que los detectives están siguiendo”.
El individuo había ingresado al gimnasio y jugó un par de partidos de baloncesto con el grupo. Luego, aparentemente sin provocación, el tirador — que no había sido visto por testigos en ninguna actividad semanal anterior en el edificio — comenzó a disparar antes de huir en un vehículo.
Nadie más resultó herido. Se ha proporcionado terapia a los otros dos misioneros y se ha ofrecido a cualquier otra persona en el lugar de los hechos.
A partir del mediodía del martes, el élder Fauber se encuentra sin el tubo de respiración — alerta, atento, respondiendo y hablando con voz ronca y dolor de garganta debido al tubo.
David y Rachel Fauber saben que la recuperación de su hijo será larga.
“Ella cree que todavía hay algunas preocupaciones — lleva tiempo cuando te han disparado varias veces”, dijo Sherman.
David Fauber agregó: “Todavía no está completamente fuera de peligro, y los médicos esperan que se recupere bien. Pero el hecho de que se recupere o no, no cambia la forma en que nos sentimos con respecto al Salvador o al Evangelio”.