PROVO, Utah — Los casi 700 misioneros que pasaron el Día de Acción de Gracias en el Centro de Capacitación Misional de Provo se pusieron en “acción” el día festivo, preparando y empaquetando aproximadamente 385.000 kits de desayuno en un proyecto de servicio de cuatro horas el jueves, 25 de noviembre por la tarde.
El proyecto de servicio, que se distribuyó en toda el área del estacionamiento subterráneo del CCM de Provo, se realizó en conexión con Hunger Fight, una organización sin fines de lucro con sede en Florida que entrega alimentos a los que sufren hambre.
Hunger Fight y Latter-day Saint Charities se han asociado en proyectos en Florida y Utah durante los últimos dos años, incluyendo un esfuerzo similar de empaquetado de comidas el mes pasado en la Cumbre de Silicone Slopes Tech en Salt Lake City.
Junto a los misioneros trabajaron el élder Gary E. Stevenson del Cuórum de los Doce Apóstoles y su esposa, la hermana Lesa Stevenson, quienes habían hablado en un devocional por la mañana en el CCM; la hermana Sharon Eubank, presidenta de Latter-day Saint Charities y primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, quien compartió un mensaje devocional previo al proyecto con los misioneros; y el propio equipo de 12 miembros de Hunger Fight que provenía del área de Jacksonville, Florida.
“Todos tienen mucha energía, y este es un proyecto muy divertido para poder trabajar con cientos de misioneros preparando 385.000 kits”, dijo la hermana Eubank mientras se unía a los misioneros en una mesa de trabajo. “Puedes mirar alrededor de la sala y sentir la energía. No te sientes nostálgico — es totalmente positivo. Lo estamos pasando muy bien”.
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Sherri Porter, directora ejecutiva de Hunger Fight, dijo que cuando los funcionarios de Hunger Fight estuvieron en el evento de Silicone Slopes el mes pasado, vinieron y se enteraron de la posibilidad de tener una participación de los misioneros en el CCM. “Entramos, revisamos el espacio y dijimos, ‘Nunca lo habíamos hecho en un estacionamiento’. Pero dijimos ‘Podemos hacer que esto funcione’”.
Añadió que la organización Hunger Fight se sintió “muy agradecida y bendecida por formar parte de esto, con personas que vienen y ofrecen su tiempo en los días festivos. Es asombroso y es una lección de humildad ver a tantas personas que están dispuestas a hacer estas cosas y renunciar a sus días festivos por Jesús. Es difícil de entender para otras personas, pero de eso se trata”.
Antes del proyecto, todos los misioneros se reunieron para escuchar a la hermana Eubank y recibir algunas indicaciones e instrucciones sobre el proceso antes de dividirse en dos segmentos de dos horas para empaquetar.
Dean Porter, esposo de Sherri Porter y vicepresidente de Hunger Fight, les ofreció a los misioneros un adelanto sobre cómo empaquetar los kits de comida. “Si nunca han hecho esto, estarán haciendo dos horas de caos controlado y nos divertiremos mucho. …
“Para aquellos de ustedes que no han hecho nada como esto, realmente será una bendición. Se irán con una gran sonrisa en tu rostro y se sentirán muy, muy recompensados”.
Decenas de mesas colocadas en el estacionamiento fueron ocupadas por misioneros que usaban redecillas para el cabello y guantes. Los misioneros se rieron cuando el video de instrucciones dijo que las personas con vello facial tendrían que usar una “red para la barba” — obviamente, no se necesitaba ninguna.
Los paquetes de avena se llenaron, sellaron y empacaron, con un cencerro utilizado para indicar el llenado de una caja de 42 paquetes, que luego se apiló sobre otro paquete. El sonido del cencerro siempre parecía ir acompañado de gritos de celebración de los misioneros, que se escuchaban por encima de los himnos navideños que sonaban en las bocinas portátiles.
El élder Cameron Smith, de Fairview, Utah, y asignado a la Misión Washington Kennewick, dijo que participar en el proyecto “me hace sentir muy bien ayudar a las personas que necesitan comida extra — y poder hacerlo como un gran grupo aquí en el CCM realmente significa algo especial, en esta época del año”.
El élder Hyrum Rich, de Thermopolis, Wyoming, y que se dirigía a la Misión Polonia Varsovia, disfrutó de estar entre la media docena de misioneros que trabajaron en la misma mesa que el élder y la hermana Stevenson, empacando bolsas de avena y azúcar morena.
“Fue divertido — fue un trabajo intenso y rápido, pero fue increíble y se sintió bien”, dijo el élder Rich, y agregó que estaba emocionado por contarle a su familia con quién había trabajado en el proyecto de la tarde. “Definitivamente voy a llamar a casa esta noche y se los voy a contar”.
El presidente Benson L. Porter, presidente del CCM de Provo, admitió que es difícil mantener activos e involucrados a casi 700 misioneros de tiempo completo en capacitación en un día festivo con personal operativo limitado y sin instructores de capacitación.
“Han habido muchos que vinieron a ayudar — ha sido maravilloso y es un desafío — debemos de tener un poco de organización, pero hay muchos misioneros dedicados de buen corazón que quieren servir. Así que todo encaja”.
Citó al presidente Russell M. Nelson, quien dijo que siempre podemos servir a la manera de Cristo y en Su nombre. “Ver todas las placas de los misioneros aquí y ver a los misioneros sirviendo. Es como quisieras que se hiciera, y se siente realmente bien”.
Después de completar el proyecto en dos tandas de trabajadores y de comer una comida empaquetada, los misioneros fueron invitados a una presentación por la noche de Jon Schmidt y luego tuvieron la oportunidad de caminar y disfrutar de la primera noche de luces navideñas en el campus del CCM antes de regresar a sus residencias para dormir.
La hermana Eubank resumió: “Este es el verdadero espíritu del Evangelio en la época de los días festivos — Ya saben, para las personas que no tienen suficiente comida, esta es una manera de conseguir algo de comida, empaquetada por voluntarios que realmente lo hacen por amor. Este es el mensaje del Evangelio”.