PROVO, Utah — Citando tanto la hermosa forma como la importante función de una columna o pilar, el élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió cuatro pilares misionales de gratitud al hablar durante un devocional del Día de Acción de Gracias en el Centro de Capacitación Misional de Provo.
Acompañado de su esposa, la hermana Lesa Stevenson, en el devocional por la mañana del jueves, 25 de noviembre, el élder Stevenson destacó el uso de pilares en todo el mundo y a través del tiempo, incluyendo las 24 columnas del Edificio de Administración de la Iglesia en la Manzana del Templo. “La forma es tan hermosa como la función de la columna”, dijo.
Con el Día de Acción de Gracias en mente, continuó enumerando cuatro “pilares” misionales de gratitud. “Son fundamentales y funcionales, especialmente para ustedes como misioneros en la obra que están haciendo como representantes de tiempo completo de Jesucristo”, dijo.
El élder y la hermana Stevenson destacaron los cuatro pilares misionales de la gratitud — el propósito misional, un cambio de corazón, la restauración y la compañía del Espíritu Santo, con pasajes de las Escrituras y “Predicad Mi Evangelio”.
La hermana Stevenson calificó a los que estaban en la audiencia del CCM como “misioneros del Día de Acción de Gracias” — no solo por el día festivo en el centro de capacitación, sino también por las oportunidades de compartir con otros un mensaje del Evangelio lleno de gratitud.
Expresó su agradecimiento por el hecho de que ella, su esposo y un pequeño grupo de familiares y amigos pudieran pasar este día especial en el CCM de Provo. “Estamos emocionados de compartir una mesa con ustedes en el Día de Acción de Gracias”, dijo. “La hemos compartido con muchas, muchas personas diferentes a lo largo de los años y en muchos lugares interesantes, y estamos muy emocionados de estar con ustedes”.
Los Stevenson se unieron a los misioneros para una cena festiva posterior al devocional en la cafetería del CCM, haciendo una pausa para conversar y tomarse fotos en las líneas de comida y en su mesa. También participaron en el proyecto de servicio de la tarde, ya que los misioneros del CCM empaquetaron aproximadamente 385.000 kits de desayuno para Hunger Fight, una organización sin fines de lucro de Florida.
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El propósito misional
El élder Stevenson hizo que los misioneros recitaran su propósito: “Invitar a las personas a venir a Cristo al ayudarlas a que reciban el Evangelio restaurado mediante la fe en Jesucristo y Su expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del don del Espíritu Santo y el perseverar hasta el fin” (“Predicad Mi Evangelio”, pág. 1).
Se refirió al momento como “nuestra celebración de Acción de Gracias” — conocer y comprender “el propósito que tenemos como misioneros” y centrarse en las palabras de acción de “invitar” y “ayudar a otros”.
Cambio de corazón
La hermana Stevenson citó las preguntas de Alma del Libro de Mormón: “¿Habéis recibido su imagen en vuestros rostros? ¿Habéis experimentado este potente cambio en vuestros corazones?” (Alma 5:14).
También leyó Alma 26:37: “Ahora bien, hermanos míos, vemos que Dios se acuerda de todo pueblo, sea cual fuere la tierra en que se hallaren; sí, él tiene contado a su pueblo, y sus entrañas de misericordia cubren toda la tierra. Este es mi gozo y mi gran agradecimiento; sí, y daré gracias a mi Dios para siempre. Amén”.
Ella contó de un joven con quien los misioneros se habían hecho amigos y al que habían enseñado cuando el élder Stevenson y ella eran presidente y compañera de la Misión Japón Nagoya. Los padres del joven se convirtieron en ejemplos visuales y espirituales de un cambio de corazón y semblante cuando ellos mismos aprendieron y acogieron el Evangelio.
“No pueden evitar estar cerca de la bondad y no tener un poco de eso”, dijo la hermana Stevenson.
Ella les dijo a los misioneros: “Lo puedo ver en sus semblantes cuando entramos hoy. Pude ver esa luz en ustedes”.
La Restauración
El élder Stevenson subrayó que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha sido bendecida con la autoridad, la doctrina y las ordenanzas restauradas de la antigua iglesia de Cristo.
“La Restauración es nuestro mensaje único — es uno de nuestros grandes dones”, dijo.
Nuevamente citó “Predicad Mi Evangelio” y la necesidad de los misioneros de enseñar la Restauración: “Cualquiera que sea su método inicial, refiérase rápida y sencillamente a la restauración del Evangelio, porque ése es nuestro mensaje singular al mundo” (p. 160).
Al enfatizar la edad de los misioneros y la edad relativa de figuras clave en los primeros años de la Restauración de la Iglesia, el élder Stevenson señaló que José Smith, Emma Smith, Oliver Cowdery, David Whitmer y el editor del Libro de Mormón, E.B. Grandin tenían entre 22 y 24 años en abril de 1829.
“El Señor confió en estos jóvenes veinteañeros — son personas de su edad”, dijo. “Él confió en ellos. Y lo hará con ustedes. Él confía en ustedes y está confiando en ustedes para ser parte de la restauración continua del evangelio de Jesucristo”.
La compañía del Espíritu Santo
El élder Stevenson leyó un versículo de las Escrituras y una declaración de “Predicad Mi Evangelio” sobre la importancia de la compañía constante del Espíritu Santo.
“Y se os dará el Espíritu por la oración de fe; y si no recibís el Espíritu, no enseñaréis” (Doctrina y Convenios 42:14).
“Ore pidiendo particularmente la guía y la ayuda del Espíritu Santo. Demuestre que valora esa bendición siendo sensible para percibir las impresiones del Espíritu” (Predicad Mi Evangelio”, pág. 100).
Él relató una experiencia personal de hace varios inviernos donde estaba sorteando con precaución una carretera empinada y congelada durante una intensa tormenta de nieve. Siguiendo una fuerte impresión, detuvo su automóvil — justo cuando un vehículo estaba fuera de control, evitando por poco una colisión.
El élder Stevenson advirtió a los misioneros sobre estar atentos al Espíritu, compartiendo otra declaración de “Predicad Mi Evangelio”: “Muchas voces en el mundo compiten por su atención y pueden fácilmente ahogar las impresiones espirituales si no tiene cuidado” (p. 102).
La hermana Natalie Bale de Loveland, Colorado, que se estaba capacitando para servir en la Misión Utah Salt Lake City Sur, dijo que apreciaba el mensaje sobre la restauración como un pilar de gratitud. “Me recordó que esta Iglesia es única en el sentido de que es una restauración de la Iglesia de Cristo — y que aún continúa siendo restaurada”.
La hermana Leah Mata, de Harlingen, Texas, también con destino a la misión Salt Lake City Sur, dijo que aprendió de la historia del élder Stevenson sobre las carreteras congeladas. “Definitivamente pude sentir que el Espíritu me enseñaba lo importante que era seguir las impresiones — especialmente en la primera que recibes. … Fue absolutamente increíble ver cómo Dios protege a sus siervos y quiere protegernos a nosotros, así que debemos seguir al Espíritu”.
El élder Stevenson dijo que fue reconfortante e inspirador ver el entusiasmo de los misioneros durante todo el día — desde el devocional por la mañana, la cena de Acción de Gracias, el mensaje devocional previo al servicio compartido por la hermana Sharon Eubank, presidenta de Latter-Day Saint Charities y primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro y el proyecto de servicio de la tarde.
“Esta es una manifestación de su amor por el evangelio de Jesucristo. Aquí están, en el Día de Acción de Gracias, sus familias están todas reunidas en algún lugar, y algunos de estos misioneros han estado aquí solo por dos días. Y, sin embargo, todos parecen estar completamente inmersos, olvidándose de sí mismos y recordando al Señor”.
El apóstol agregó: “Este es realmente un día centrado en Cristo y un maravilloso Día de Acción de Gracias. Podemos ofrecer nuestra acción de gracias desde el fondo de nuestros corazones por los misioneros que están aquí en el CCM y que representan a los misioneros de todo el mundo”.