Menú

El élder Sabin comparte 8 principios de paz y felicidad con los estudiantes de BYU–Idaho

Brother Sabin speaking to students at BYU-Idaho during devotional. Crédito: Francisco Fierro
BYUI students and faculty gather together at devotional to hear Elder Gary B. and Sister Valerie Sabin speak. Crédito: Rachel Schoeny
Students leaving Elder and Sister Sabin's devotional at BYU-I. Crédito: Katelyn Brown
Sister Sabin speaking to students at BYU-Idaho during devotional Crédito: Francisco Fierro
BYUI students and faculty gather together at devotional to hear Elder Gary B. and Sister Valerie Sabin speak. Crédito: Rachel Schoeny

Mientras el élder Gary B. Sabin reflexionaba sobre qué compartir con los estudiantes de BYU-Idaho como orador principal en el devocional del campus el martes, 9 de noviembre, pensó en lo que le habría sido útil saber a la edad de ellos.

“Realmente se redujo a querer saber cómo ser feliz y cómo sentir gozo”, dijo.

Hablando desde el BYU–Idaho Center en el campus de Rexburg, Idaho, con su esposa, la hermana Valerie Sabin, el Setenta Autoridad General compartió ocho principios que, si se siguen, permiten a las personas disfrutar de la paz y la felicidad en este mundo incluso en medio de los ardientes dardos del adversario y las desigualdades de la mortalidad.

“Dios nuestro Padre conoce y ama a sus hijos. Debido a que nos ama, nos ha proporcionado un plan que, si se sigue, nos brindará la paz y la felicidad que buscamos”, prometió el élder Sabin.

Principio 1: La oración

Hace varios años, la hija de los Sabin, Jennifer, se despertó temprano una mañana y encontró a su hermano pequeño Bryan llorando afuera de la puerta de la habitación de sus padres. “Bryan, no pueden ayudarte si no tocas la puerta”, le dijo.

A sus oyentes en el BYU–Idaho Center, el élder Sabin dijo: “Todos tenemos que tocar la puerta. Hacemos esto a través de la oración semejante a la de un niño, ofrecida con profunda gratitud, amor y confianza en nuestro Padre Celestial. Las oraciones superficiales tienen poco poder”.

Las oraciones también deben ir seguidas de acciones, continuó. “Al actuar sobre las impresiones que recibimos, a menudo se nos puede motivar a ser parte de la respuesta a nuestras propias oraciones”, dijo.

Los estudiantes sonríen después del devocional con el élder Gary B. y la hermana Valerie Sabin en BYU–Idaho, en Rexburg, Idaho, el martes, 9 de noviembre de 2021.
Los estudiantes sonríen después del devocional con el élder Gary B. y la hermana Valerie Sabin en BYU–Idaho, en Rexburg, Idaho, el martes, 9 de noviembre de 2021. | Crédito: Katelyn Brown

Principio 2: La página

El élder Sabin animó a los estudiantes a leer algo de las Escrituras todos los días. “Es como un campo de fuerza contra los ardientes dardos del adversario. Vivimos en un mundo de sobrecarga de información. Por favor, tomen el tiempo para llenar sus reservas espirituales”.

Luego citó al presidente Spencer W. Kimball, quien observó: “Me doy cuenta de que cuando tomo a la ligera mi relación con la divinidad y cuando me parece que no hay oído divino que me escuche ni voz divina que me hable, es porque yo estoy lejos, muy lejos. Si me sumerjo en las Escrituras, la distancia se acorta y vuelve la espiritualidad”.

Principio 3: Meditar

Meditar desbloquea la revelación, explicó el élder Sabin. “De poco sirve orar y estudiar si no escuchamos en silencio en nuestros corazones y mentes. El Señor instruyó a Oliver Cowdery, ‘Sí, he aquí, hablaré a tu mente y a tu corazón por medio del Espíritu Santo. … Ahora, he aquí, este es el espíritu de revelación’ (Doctrina y Convenios 8:2-3)”.

Muchas bendiciones de la oración con verdadera intención y el estudio de las Escrituras solo se reciben después de meditar y reflexionar en silencio. “A menudo estamos tan preocupados por las problemas terrenales que nos perdemos de los mensajes del cielo que más nos ayudarán, así que tómense el tiempo para hacer una pausa y meditar y se sorprenderán de lo que aprenderán”, dijo.

Principio 4: La pureza

El propósito de la mortalidad no es solo obtener un cuerpo, sino desarrollar el autodominio sobre el cuerpo.

El élder Sabin habló de cómo una vez una serpiente de cascabel pudo entrar al garaje de su casa familiar en el sur de California a través de una pequeña grieta entre la puerta cerrada y el suelo. El élder Sabin advirtió a los oyentes que sellaran cualquier grieta en sus vidas para que el adversario no pueda infiltrarse.

“Ninguno de nosotros se sentiría cómodo con una serpiente de cascabel en nuestro garaje. ¿Qué tal en nuestra casa, nuestra habitación, nuestra mochila, bolsillo o bolso? Debemos tener cuidado con el tipo de medios de comunicación que utilizamos y dejamos entrar en nuestras mentes. Muchos de ellos son mucho más peligrosos que una serpiente de cascabel, que solo puede matar el cuerpo. La eternidad está en juego y la pureza es el eje. Sean puros”, dijo.

Principio 5: Elogiar

El élder Sabin animó a los estudiantes a ser desinteresados y elogiar a los demás, a ser amables y considerados. “Cambiarán su propia vida y la de muchos otros al dar un cumplido sincero a alguien cada día”.

Al subrayar la verdad esencial que el Salvador enseñó acerca de amarnos unos a otros (Juan 13:35), el élder Sabin dijo que parte de amar a los demás es perdonar y no juzgar. “Como discípulos de Cristo, se nos pide que confiemos en Dios y no intentemos reemplazarlo. Él conoce a todos perfectamente y los juzgará perfectamente”.

El élder Gary B. Sabin habla durante un devocional de BYU–Idaho en el campus de Rexburg, Idaho, el 9 de noviembre de 2021.
El élder Gary B. Sabin habla durante un devocional de BYU–Idaho en el campus de Rexburg, Idaho, el 9 de noviembre de 2021. | Crédito: Rachel Schoeny

Principio 6: El orgullo

El élder Sabin citó al presidente Ezra Taft Benson, quien enseñó, “Los orgullosos temen más al juicio de los hombres que al de Dios. “La idea “¿Qué pensarán los demás de mí?” pesa más para ellos que la de “¿Qué pensará Dios de mí?”. … La voz del mundo resuena más fuerte que los susurros del Espíritu Santo. El razonamiento de los hombres hace caso omiso de las revelaciones de Dios y los orgullosos se sueltan de la barra de hierro. … El orgullo es muy malo. Su concepto es: ‘Si tú tienes éxito, yo soy un fracaso’”.

Cuidado con los celos y la envidia, advirtió el élder Sabin. “No comparen, más bien celebren el éxito de los demás. Alegrarse genuinamente por quienes nos rodean es una de las verdaderas pruebas de fuego del discipulado. La carrera no es contra nadie más, es contra el pecado.

La belleza del plan de salvación es que cada uno de nosotros decide por nosotros mismos si seremos exaltados por las decisiones que tomemos y nuestra disposición a ser humildes y arrepentirnos”.

Principio 7: La perspectiva

Aquellos que tienen una perspectiva eterna encuentran más fácil ser optimistas sobre la vida, dijo el élder Sabin.

“La mortalidad se parece mucho a una educación universitaria con una variedad de clases. No solo tomamos educación física y el almuerzo, sino también cálculo e inglés y otros cursos desafiantes. Aprendemos más de las clases que más nos exigen”.

El Salvador enseñó: “En el mundo tendréis aflicción. Pero confiad; yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). “Qué gran razón para estar emocionados y optimistas. La perspectiva eterna también incluye la paciencia de esperar en el Señor y Su tiempo”.

Principio 8: El juego

Jugar juntos fortalece los matrimonios y las familias, señaló el élder Sabin. “Hace que orar juntos sea mucho más poderoso y efectivo. Jugar también es importante individualmente para el bienestar físico, emocional y espiritual”.

El élder Sabin dijo que predicar sin jugar es ineficaz. “Jueguen con sus futuras familias para que tengan la autoridad moral de un padre amoroso y preocupado mientras les enseña y guía. Su vida será mucho más feliz y gratificante”, prometió.

En conclusión, el élder Sabin testificó que seguir el plan del Padre Celestial traerá paz y felicidad. “Este plan es posible gracias a nuestro Salvador y Redentor Jesucristo. De todas las fórmulas de éxito jamás escritas o pronunciadas, la más importante es la que dijo el Salvador: ‘Venid en pos de mí’ (Mateo 4:19).

La hermana Valerie Sabin habla durante un devocional de BYU–Idaho en el campus de Rexburg, Idaho, el 9 de noviembre de 2021.
La hermana Valerie Sabin habla durante un devocional de BYU–Idaho en el campus de Rexburg, Idaho, el 9 de noviembre de 2021. | Crédito: Rachel Schoeny

Convertirse en su mejor yo

En sus comentarios, la hermana Sabin animó a los estudiantes a crecer en todos los aspectos de la vida — espiritual, social e intelectualmente.

Si bien cada individuo difiere en fortalezas y desafíos, el Padre Celestial comprende y ama a cada uno de Sus hijos perfecta y completamente. “Cada uno de nosotros puede tener éxito en nuestra propia búsqueda para regresar a casa con Él si decidimos dejar que Él prevalezca o sea lo primero en nuestras vidas”, aseguró.

Recuerden que el desarrollo personal es importante. “Solo ustedes pueden convertirse en quien fueron enviados a ser. Solo ustedes ocupan su lugar único en la vida, ahora y en el futuro — como miembro de la familia, amigo, en su comunidad y como miembro contribuyente de la Iglesia restaurada de Dios”, dijo.

BOLETÍN
Reciba los aspectos destacados de Church News gratis en su bandeja de entrada semanalmente. Escriba su dirección de correo electrónico a continuación.