John Sai Keong Kauwe III fue nombrado oficialmente como el undécimo presidente de la Universidad Brigham Young–Hawái, el más joven y el primer nativo de Hawái en tomar el mando de la universidad.
Aunque ha estado respondiendo al título de “presidente” durante más de un año, las restricciones del COVID-19 retrasaron las ceremonias oficiales de la toma de posesión. BYU–Hawái cambió a la enseñanza en línea solo dos meses antes de que el élder Jeffrey R. Holland anunciara el nombramiento del presidente Kauwe como nuevo presidente de la universidad propiedad de la Iglesia en mayo de 2020.
Este semestre de otoño de 2021 marcó el regreso de los estudiantes al campus y la primera oportunidad de dar la bienvenida y celebrar al nuevo líder de la universidad.
Con temperaturas de unos 80 grados y una ligera brisa del mar, los miembros del campus de BYU-Hawái y otros líderes de la Iglesia y de la comunidad se reunieron en el Cannon Events Center el martes, 19 de octubre mientras el élder Holland, miembro del Cuórum del Doce Apóstoles y presidente del comité ejecutivo del consejo de administración, confirió al presidente Kauwe los derechos, responsabilidades y autoridad para actuar como director ejecutivo, vocero y supervisor de la universidad, así como director moral y espiritual de la misma.
“El bienestar eterno de estos hijos e hijas de Dios es y siempre será una preocupación principal para usted en esta singular y sagrada confianza que se le ha otorgado”, dijo el élder Holland.
Al aceptar ese cargo apostólico, el presidente Kauwe expresó su gratitud en su nombre y en el de su esposa, Monica, por los últimos 15 meses en la universidad. “Monica y yo estamos agradecidos por cada minuto que se nos ha dado para servir en este cargo. Con mucho gusto pasaríamos el resto de nuestros días sirviendo a los estudiantes de BYU-Hawái. Amamos Laie, amamos BYU-Hawái y amamos a nuestros estudiantes”.
En sus comentarios, el élder Holland dijo que de vez en cuando la universidad debería ser divertida. “Este es uno de esos días”.
Un hijo nativo
El élder Holland señaló varias razones por las que el día de la toma de posesión fue especial. Lo más tierno para él, dijo, fue el hecho de que por primera vez en la historia de BYU-Hawái, un hijo nativo estaba siendo nombrado presidente.
La universidad ha tenido una notable serie de presidentes, una lista de administradores inusualmente competentes y creativos, dijo el élder Holland. Sin embargo, todos ellos han sido “haole” o “no nativos”.
“Pero hoy — nombramos un hijo de Hawái, y para mí ese puede ser el indicador más significativo del crecimiento y la madurez de esta universidad de todos los indicadores que celebramos hoy”, dijo el élder Holland.
El presidente Kauwe es descendiente de Kaleohano, uno de los primeros conversos en ser bautizado por el élder George Q. Cannon en la isla de Maui. El élder Holland llamó al presidente Kauwe “algo así como un chico maravilla de la isla”, quien se graduó de su escuela secundaria en Molokai’i a los 16 años y completó su licenciatura en biología molecular de BYU a los 19 años antes de servir una misión en Japón.
Después de una maestría y un doctorado, el presidente Kauwe trabajó como investigador genético antes de que su carrera incluyera períodos como presidente del Departamento de Biología y decano de estudios de posgrado en BYU.
En sus breves comentarios, el élder Clark G. Gilbert, comisionado del Sistema Educativo de la Iglesia, observó que el presidente Kauwe se aferró a la educación y la utilizó para adquirir más oportunidades, pero lo hizo de una manera que involucró al Señor.
“Hoy, nombramos a un presidente brillante, educado y administrativamente capaz. Pero, sobre todo, nombramos a un presidente que quiere hacer lo que el Señor le indica que haga”, dijo el élder Gilbert.
Un día especial
En sus comentarios, el élder Holland ofreció otras dos razones por las que los eventos del día fueron históricos. En primer lugar, porque marcan un nivel de contribución fresco, nuevo y cada vez más alto de la Universidad Brigham Young-Hawái al mundo de la educación superior y al Sistema Educativo de la Iglesia.
“Hoy, con el cargo que ya se le ha dado al presidente Kauwe, deseamos — de hecho, esperamos — que BYU-Hawái trabaje en mayor armonía con sus instituciones hermanas para utilizar nuestros generosos recursos de manera cada vez más eficaz”, dijo.
El principal objetivo de BYU-Hawái seguirá siendo las áreas de la Iglesia orientadas al Pacífico y Asia. “Tenemos la esperanza de que una población cada vez mayor de estudiantes y futuros líderes venga de estas tierras”, dijo el élder Holland.
A medida que los líderes y administradores trabajan para extender los recursos de BYU-Hawái a más estudiantes, la asistencia de todo el sistema entrará en juego con diferentes tipos de ayuda que llegarán al campus desde universidades hermanas, incluso cuando BYU-Hawái haga contribuciones a cambio. “La idea de un verdadero sistema emergente en la Iglesia es una de las razones por las que el día de hoy no solo es especial, sino histórico”, dijo el élder Holland.
Otra razón por la que el día fue especial es porque es un paso más en el cumplimiento de la profecía que está indisolublemente ligada al campus de Laie.
Desde la famosa ceremonia de izamiento de la bandera con el entonces élder David O. McKay en 1921, “ha habido profecías y promesas, proyecciones y esfuerzos pioneros para hacer de esta universidad algo muy especial bajo la mano del Señor y la guía de Sus profetas”, dijo el élder Holland. “Él bendijo a la escuela en ese momento temprano de su desarrollo para que fuera una influencia no para ‘miles, ni decenas de miles, sino [para] millones de personas’ que vendrían aquí”.
Veinte años después, en 1973, el presidente Marion G. Romney dijo, “Este colegio [será] un laboratorio viviente en el que las personas que comparten las enseñanzas del Maestro de Maestros tengan la oportunidad de desarrollar aprecio, tolerancia y estima mutuos. Porque lo que se puede hacer aquí interculturalmente a pequeña escala es lo que la humanidad debe hacer a gran escala si alguna vez queremos tener una verdadera hermandad en esta tierra”.
Lo que era cierto en 1973 es aún más necesario en el mundo actual, que está plagado de divisiones, conflictos, animosidad y politización de casi todo, dijo el élder Holland. “Hoy es histórico porque estamos dando un paso más hacia el cumplimiento de la profecía en este campus”.
Dirección profética
En su primer discurso como presidente oficial, el presidente Kauwe citó muchas de las profecías hechas sobre BYU-Hawái que describen la misión de la escuela que está “mucho más allá de los estándares de la educación del mundo”.
Todos los asociados a la universidad en el pasado, presente y futuro tienen la responsabilidad sagrada de llevar a cabo estas declaraciones proféticas, dijo. “Tenemos la bendición de ser llamados a esta obra — recoger a los hijos de Israel, unificarlos como pueblo del convenio del Señor aquí en Laie y prepararlos para construir y dirigir el Reino de Dios en las islas del Pacífico y Asia”.
Juntos, deberán continuar la obra de servir a los estudiantes de las Islas del Pacífico y Asia, de proporcionar programas y experiencias desarrolladas específicamente para ellos y encontrar formas de servir a más estudiantes y magnificar su influencia en el mundo.
El presidente Kauwe dijo que, al igual que su predecesor, el presidente John H. Tanner, ha visto la imagen de Sion en esta escuela.
“La máxima aspiración de nuestros fundadores proféticos, la voluntad misma de Dios, es que esta universidad sea un verdadero lugar de Sion, un refugio para nuestros estudiantes, una defensa para esta comunidad y un factor misional para influir en millones de personas; y así apoyar la salvación de los hijos de los hombres”, dijo el presidente Kauwe.
Testificó que el servicio en la Universidad Brigham Young-Hawái es parte de la obra del Salvador. “Juntos, debemos continuar Su obra”.
El élder Holland concluyó los eventos señalando que el día fue muy histórico y divertido, pero que la gran obra de BYU-Hawái aún está por delante.
“Hemos buscado por todas partes para encontrar al mejor para dirigir este próximo capítulo de la búsqueda. … Le hemos pedido que dé un paso adelante con esa nobleza de carácter por la que se conocía a Kaleohano y que construya hasta la madurez un rincón del reino de los cielos aquí mismo en Laie, las dos tareas que los profetas nos han encomendado. Le deseamos que Dios le dé rapidez y todas las bendiciones necesarias para el éxito”, declaró el élder Holland.
Las festividades del martes reunieron a muchos líderes de la Iglesia y sus cónyuges en el campus, entre ellos la esposa del élder Holland, la hermana Patricia Holland; el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, la hermana Kathy Christofferson; el élder Paul V. Johnson de la Presidencia de los Setenta y su esposa, la hermana Jill Johnson; y la presidenta general de la Sociedad de Socorro Jean B. Bingham y su esposo, el hermano Bruce Johnson. El élder Gilbert dirigió los servicios.
El programa también incluyó una bienvenida de Cy M. Bridges, quien representó a la comunidad Kupuna, así como una bienvenida de Tēvita Ka′ili, decano de la Facultad de Cultura, Lenguaje y Artes Escénicas; Savaira Veikoso, directora estudiantil de clubes; y Justina Tavana, ex alumna de BYU-Hawái de 2003. El coro BYU-Hawái Concert Choir proporcionó música para el evento, incluyendo la interpretación de una canción titulada “From This Place” [De este lugar], compuesta por Erica Glenn en honor a la ceremonia basada en el texto de la dedicación del presidente McKay de BYU-Hawái.
La primera oración fue ofrecida por el presidente de BYU-Idaho, Henry J. Eyring, mientras que el presidente del Ensign College, Bruce C. Kusch, ofreció la última oración.
