ST. GEORGE, Utah — Al observar a un grupo de misioneros reunidos en un centro de reuniones de St. George el sábado, 16 de octubre por la mañana, un emotivo y compasivo élder Jeffrey R. Holland, testificó sobre lo que significa para él la misión que sirvió cuando era joven.
“Quiero que sepan que ha significado todo para mí durante casi 60 años y se sentirá de la misma manera en 660 años y más”, dijo el élder Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
“Están haciendo lo más importante del universo — están comprometidos con la salvación de un alma humana. Ese es el corazón de la expiación de Jesucristo. Es lo más importante que podemos hacer en el tiempo y en la eternidad”.
Al dirigirse a unos 200 misioneros de la Misión Utah St. George, el élder Holland les recordó la naturaleza apostólica de su llamamiento como representantes de tiempo completo del Salvador Jesucristo.
El evangelio de Jesucristo no es un cuento de hadas, declaró. “Es la verdad misma de Dios. Esta es la obra del Dios Todopoderoso. … No se vayan a casa con remordimientos. Como les dicen los entrenadores a sus atletas, déjenlo todo en el campo. En este caso es el campo misional, y una competencia mucho más importante que el atletismo. Den todo lo que tengan y no miren atrás”.
El élder Holland estuvo acompañado por la presidenta general de la Primaria Camille N. Johnson y su esposo, el hermano Douglas R. Johnson; y el élder Vaiangina (Vai) Sikahema, Setenta Autoridad General, y su esposa, la hermana Keala Sikahema. El presidente de la Misión Utah St. George, George Kaluhiokalani, y su esposa, la hermana Manao Kaluhiokalani, y el élder Michael Wilstead, Setenta de Área, también estuvieron presentes.
El élder Holland y otros líderes de la Iglesia centraron sus comentarios en la enseñanza por medio del Espíritu con poder y autoridad y en la importancia de la obediencia, mientras los misioneros sirven diligentemente con el corazón, mente y fuerza.
Poder y autoridad
El élder Holland citó el versículo por el cual vino el título de “Predicad Mi Evangelio”: “A predicar mi evangelio por el Espíritu, sí, el Consolador que fue enviado para enseñar la verdad. … Y si es de alguna otra manera, no es de Dios”. (Doctrina y Convenios 50:14-18).
Al ser obediente y tener la compañía del Espíritu, “un misionero puede enseñar con gran poder y autoridad”, dijo el élder Holland, usando el ejemplo de Nefi y Lehi, quienes hablaron para el “gran asombro” de los lamanitas (Helamán 5:17-19).
El élder Holland señaló que la palabra astonish [asombro] en inglés, se deriva de tondre, que significa “trueno”.
“Necesitan hablar con vos de trueno”, les dijo a los misioneros. Y no se hace levantando la voz. … Este es el poder y la autoridad por los cuales un misionero tiene derecho a enseñar con el Espíritu en esta Iglesia”.
El presidente Johnson habló sobre la función del Libro de Mormón al ayudar a los misioneros a enseñar por el Espíritu. Ya sea que el mensaje del evangelio de Jesucristo se transmita en persona, a través de cintas de casete, redes sociales o lo que sea que depare el futuro, “testifico que el Libro de Mormón combinado con el Espíritu es el instrumento más poderoso para la conversión”, dijo, citando “Predicad Mi Evangelio”.
“Élderes y hermanas, ¿se comprometerán a usar el Libro de Mormón y el Espíritu como combustible para impulsar cualquier vehículo que estén usando para compartir las buenas nuevas del Evangelio?” preguntó el presidente Johnson.
“Por favor, hagan del estudio y uso del Libro de Mormón su prioridad. Es una evidencia clara y pura del Salvador Jesucristo, y cuando usen el Libro de Mormón, el Espíritu estará presente para enseñar y testificar de su veracidad”, dijo.
Obediencia
Al hablar de la importancia de la obediencia, el élder Holland dijo a los misioneros: “Ustedes se han comprometido a hacer esto a la manera del Señor para la Iglesia del Señor, y para Su bien y gloria. Por favor, recuérdenlo cuando se sientan tentados a romper una regla o darse por vencidos”.
El hermano Johnson compartió una frase frecuentemente citada que él y la presidenta Johnson usaron durante su tiempo como líderes de misión en Arequipa, Perú: “Obediencia por la mañana, diligencia por la tarde, milagros por la noche”. Añadió su testimonio de que “si son obedientes … [el Salvador] los guiará hacia los que buscan la verdad”.
El élder Sikahema utilizó Doctrina y Convenios 4:5 y 88:67 para enfatizar lo que significa tener “la mira” puesta en la gloria y obra de Dios y estar lleno de luz. “El cuerpo lleno de luz comprende todas las cosas. … Empiezan a entender cosas que de otra manera no hubieran entendido”.
“No desperdicien, élderes y hermanas, los 18 meses o los dos años que están en su misión. Aprovechen al máximo todas las oportunidades que se le brindan aquí. … Doy testimonio de que Dios vive y nos ama”, dijo el élder Sikahema.
La fe en Jesucristo es un principio de acción y poder, enseñó la hermana Sikahema. “Estamos viviendo una época de locura en este mundo, y se requerirá fe de nuestra parte no solo para sobrevivir sino para prosperar”.
El élder Wilstead hizo referencia a lo que el élder Holland enseñó en la conferencia general de octubre de 2021 sobre amar a Dios y seguirlo incondicionalmente — durante la misión y la vida.
“En la lengua vernácula de la juventud de hoy, debemos declararnos ‘todos dentro’ … Élderes y hermanas, sé que están todos dentro”, dijo el élder Wilstead.
Seguir adelante con fe
Esta reunión misional con el élder Holland tuvo lugar en el cuarto día de la hermana Allie Hakes en el campo misional.
“Para mí, una de las conclusiones más importantes que aprendí fue lo sagrado que es este momento como misionera”, dijo la hermana Hakes, quien es de Sacramento, California. “Como dijo [el élder Holland], puede haber muchos desafíos. Y para mí, siendo una hermana de habla hispana, sin saber el idioma tan bien como muchas personas… sentí que era muy difícil para mí seguir adelante más allá de todas mis dudas. …
“Pero hoy me sentí tan inspirada para dejarlo todo atrás y seguir adelante con fe”, dijo a Church News. “Siento que está bien que no sea perfecta en este momento, siempre y cuando lo intente, porque estoy comprometida con la obra más importante en este momento. Aquí es exactamente donde necesito estar, y sentí que eso se me confirmó hoy”.
El élder Tyler Coombs, de Puyallup, Washington, dijo que después de lo que aprendió se siente inspirado a hacer que su estudio de las Escrituras sea más significativo para poder tener el Espíritu y enseñar con poder y autoridad. “La obediencia trae consagración, trae las bendiciones del Espíritu y el poder de la enseñanza”, dijo.
Una experiencia que el élder Sikahema mencionó acerca de compartir el Libro de Mormón con un joven de 15 años que conoció en el Monte Rushmore conmovió al élder Felipe Guevara, de Lima, Perú. “Necesito tener esas experiencias después de mi misión … no importa a dónde vaya, [quiero] llevar siempre un Libro de Mormón”, dijo el élder Guevara.