En su primer discurso público como el 17° presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, pronunciado hace casi tres años, el presidente Russell M. Nelson humildemente desvió la atención de sí mismo hacia Jesucristo y luego, característicamente, miró hacia adelante.
“El Señor siempre ha instruido e inspirado a Sus profetas”, declaró él. “¡El Señor está al timón! Los que hemos sido ordenados para dar testimonio de Su santo nombre en todo el mundo, seguiremos procurando conocer Su voluntad y seguirla”.
En una transmisión en vivo desde el anexo del Templo de Salt Lake el martes, 17 de enero del 2018 por la mañana, el presidente Nelson habló de comenzar su tenencia como presidente de la Iglesia con “el fin en mente”.
“El fin por el que cada uno de nosotros se esfuerza es ser investidos con poder en una casa del Señor, sellados como familias —fieles a los convenios hechos en un templo que nos califican para el don más grande de Dios, el de la vida eterna”.
A medida que millones de personas en todo el mundo —tanto dentro como fuera de la Iglesia— se concentraban en el presidente Nelson, él expresó gratitud por el Señor, por sus hermanos en el apostolado y por las oraciones de los santos de los últimos días. Habló con una humildad que definiría en todos los sentidos su liderazgo.
En lugar de citar a los cultos o famosos, el presidente Nelson citó a un niño de 4 años que había orado para que “fuera valiente y no tuviera miedo”. En lugar de compartir su impresionante y amplio currículum, invitó a los miembros de la Iglesia a pensar en “la manera majestuosa en que el Señor gobierna Su Iglesia”. Y en lugar de dirigir el enfoque en los miembros de la Iglesia a una agenda o plataforma personal, simplemente les pidió que permanecieran o regresaran a la senda del convenio.
“Su compromiso de seguir al Salvador al hacer convenios con Él y luego guardar esos convenios, abrirá la puerta a todos los privilegios y bendiciones espirituales disponibles para hombres, mujeres y niños en todas partes”.
Él concluyó declarando su devoción al Padre y al Hijo. “Los conozco, Los amo y me comprometo a servirles a Ellos —y a ustedes— con cada aliento que me quede de vida”.
Preparación
El presidente Nelson, que entonces tenía 93 años, fue apartado como el 17° presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días el 14 de enero del 2018, después de servir 34 años en el Cuórum de los Doce Apóstoles. Él trajo toda una vida de preparación a su nuevo cargo. El presidente Nelson, cirujano de renombre mundial y hombre de tono perfecto que tocó el órgano durante las reuniones del cuórum, ha visitado 133 países, participado en la dedicación de 31 de esos países y abierto las puertas para la Iglesia en Europa Oriental y China. En la sede de la Iglesia se ha desempeñado como presidente de cada uno de los tres comités de gobierno de la Iglesia — el Consejo Ejecutivo Misional, el Consejo Ejecutivo del Templo e Historia Familiar y el Consejo Ejecutivo del Sacerdocio y la Familia.
“He visto al Señor magnificarlo, bendecirlo y moldearlo para esta hora”, dijo el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, en una entrevista con el Church News. “Él le dio al Señor un paquete maravilloso de materia prima con que trabajar, pero he visto al Señor bendecirlo y moldearlo para que se convierta en el profeta del Señor que nosotros sostenemos que es”.
‘Recibir revelación’
Este número especial del Church News mira a los primeros tres años del presidente Nelson. El líder de casi 17 millones de santos de los últimos días en todo el mundo ha viajado extensamente, ha cambiado la organización de la Iglesia, ha emitido invitaciones históricas y ha construido puentes de entendimiento.
Ciertamente, su vertiginoso ministerio tomó por sorpresa al menos a algunos fuera de la Iglesia. Un titular del Wall Street Journal del 3 de enero del 2018, en el que se anunciaba la muerte del presidente Thomas S. Monson, agregó “Probable sucesor, improbable que altere el rumbo de la Iglesia”.
El artículo no podría haber estado más equivocado.
Durante su tenencia como líder de la Iglesia, el presidente Nelson se ha dirigido a cientos de miles de santos de los últimos días —a menudo en su propio idioma— y ha llamado a reyes, presidentes y primeros ministros. Él ha consolado a víctimas de crimen y a otras personas afligidas, ha llamado a niños hacia él y ha vinculado a los principales líderes de la NAACP.
A través del sistema de consejos de la Iglesia y con el pleno apoyo de la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles, él también ha promulgado múltiples cambios a normas dentro de la Iglesia.
Bajo su liderazgo, los líderes santos de los últimos días reemplazaron a las maestras visitantes y maestros orientadores con ministrantes, ajustaron el horario de las reuniones dominicales para acomodar el estudio del evangelio centrado en el hogar y apoyado por la Iglesia, y pidieron a los miembros que usaran el nombre completo y correcto de la Iglesia. Él cambió una norma de la Iglesia que permite que los hijos de padres que se identifican como lesbianas, homosexuales, bisexuales o transgénero sean bendecidos como bebés y bautizados; descontinuó una norma que requería que las parejas que se casaran por lo civil esperaran un año antes de casarse o sellarse en el templo; y estableció una norma que permite que las mujeres, los jóvenes y los niños sirvan como testigos de sellamientos en los templos, así como de las ordenanzas bautismales realizadas tanto dentro como fuera de los templos.
“Una de las cosas que el Espíritu ha grabado en mi mente repetidamente desde mi nuevo llamamiento como presidente de la Iglesia es cuán dispuesto está el Señor a revelar Su mente y voluntad”, dijo el presidente Nelson durante la conferencia general de la Iglesia de abril del 2018. “El privilegio de recibir revelación es uno de los dones más grandes de Dios para sus hijos”.
Ciencia y fe
Primero como cirujano cardíaco pionero y luego como líder religioso mundial, el presidente Nelson ha establecido su ministerio como un ejemplo de comprensión y seguimiento de las leyes físicas y espirituales. Durante una entrevista en Brasilia, Brasil, en agosto del 2019, él y su esposa, la hermana Wendy Nelson, hablaron del universo, del cuerpo humano, de la gravedad y de los aviones y de jugar el juego de Scrabble.
“Quiero saber cuáles son las leyes”, dijo él. “Si puedo conocer las leyes, entonces puedo obtener las bendiciones”.
La ley divina “es indiscutible”, explicó él. “Todos reciben una bendición de Dios porque fueron obedientes a la ley que se refería a esa área. Nuestro trabajo es enseñar a las personas sobre estas leyes eternas. Se llaman mandamientos, pero son tan verdaderos como la ley de elevación, la ley de la gravedad, la ley que rige los latidos del corazón”.
Simplemente siguiendo estas leyes, continuó el presidente Nelson, las personas reciben una bendición directa de gozo. “Se convierte en una fórmula bastante simple. Si quieren ser felices, guarden los mandamientos”.
COVID-19
En el 2020, el presidente Nelson abordó a la pandemia del COVID-19 como hombre de ciencia y como hombre de fe.
A medida que el coronavirus se propagaba por todo el mundo, los líderes de la Iglesia —que deseaban ser ciudadanos mundiales responsables— tomaron medidas de inmediato, cancelaron las reuniones de la Iglesia, cerraron los 168 templos en operación de la Iglesia y regresaron a los misioneros a sus países de origen.
Aún así, bajo circunstancias únicas y difíciles, los líderes de la Iglesia continuaron, dijo el presidente M. Russell Ballard en una entrevista con el Church News. “La obra continúa”, dijo el presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles. “El Señor nos ha proveído la tecnología para este momento”.
En medio de la pandemia, los líderes de la Iglesia miraban hacia adelante con la fe que ha caracterizado el liderazgo del presidente Nelson.
Miles de jóvenes santos de los últimos días aceptaron llamamientos misionales — todos recibieron capacitación misional desde la casa, CCM virtual, y muchos recibieron reasignaciones temporales. La Iglesia promulgó con cautela y cuidado una reapertura gradual de los templos basada en las circunstancias locales y las restricciones gubernamentales; líderes también iniciaron la construcción de 21 templos nuevos en el 2020. Y los líderes de la Iglesia llevaron a cabo dos conferencias generales —transmitidas en todo el mundo desde la sede de la Iglesia; reorganizaron estacas con la ayuda de videoconferencias; extendieron el llamamiento de nuevos presidentes de centros de capacitación misional, presidentes de templos y presidentes de misión; y continuaron hablando públicamente con la ayuda de la tecnología.
Los líderes de la Iglesia también celebraron el bicentenario del 200° aniversario de la Primera Visión de José Smith, no con una gran celebración, sino invitando a los santos de los últimos días de todo el mundo a aprender a escuchar la voz del Señor mejor y con mayor frecuencia. Y la respuesta de la organización benéfica Latter-day Saint Charities a la pandemia del COVID-19 se convirtió en la más grande en la historia de la Iglesia, con ayuda que se proporcionó en más de 150 países.
En una entrevista en mayo del 2020 con el Church News, el presidente Nelson dijo que “aún en medio de las nubes de pesar, pueden hallarse destellos de esperanza”.
“El propósito de la Iglesia es acercar las bendiciones de Dios a Sus hijos de ambos lados del velo”, dijo él.
El presidente Nelson tituló su discurso de apertura de la conferencia general de octubre del 2020 “Seguir adelante”.
“En los últimos meses, una pandemia mundial, incendios forestales devastadores y otros desastres naturales han puesto nuestro mundo al revés”, dijo él. “Me lamento con cada uno de ustedes que ha perdido a un ser querido durante este tiempo y oro por todos los que están sufriendo actualmente”.
“Mientras tanto, la obra del Señor sigue adelante con firmeza. En medio del distanciamiento social, las mascarillas y las reuniones a través de Zoom, hemos aprendido a hacer algunas cosas de forma diferente y otras incluso de manera más eficaz. Los momentos inusuales pueden brindar recompensas inusuales”.
‘Todo es posible’
En una entrevista histórica en Roma en marzo del 2019, el presidente Nelson llamó a la dedicación del Templo de Roma, Italia, “un momento decisivo en la historia de la Iglesia”.
Él agregó, “Las cosas van a avanzar a un ritmo acelerado. La Iglesia va a tener un futuro sin precedentes, sin igual. Ahora estamos preparándonos para lo que nos espera”.
La hermana Nelson dijo en una entrevista de prensa en Brasilia, Brasil, el 30 de agosto del 2019, que cuanto más viejo se hace su esposo, más el presidente Nelson está “encantado con el futuro”. Tiene una urgencia continua por todo lo que está haciendo, agregó ella. “Sí, hay una urgencia”.
El presidente Nelson dijo en la entrevista que no pasa mucho tiempo mirando hacia atrás. “Hay cosas emocionantes por delante”, explicó él. “Esta obra avanza a un ritmo acelerado. Casi no puedo esperar para saltar de la cama cada mañana y ver lo que deparará el día”.
El presidente Nelson reflexionó de nuevo sobre el futuro de la Iglesia el 21 de noviembre del 2019 en Yakarta, Indonesia, después de hablar ante una multitud de 1.765 personas. El presidente Nelson describió que fue: “Uno de esos momentos que nunca olvidas. No puedes ponerle palabras muy bien, pero es el Señor quien te dice que esta es Su obra y que Él la dirige y nosotros podemos participar”.
Al acercarse a su tercer aniversario como presidente de la Iglesia, el presidente Nelson continúa con este impulso hacia adelante y pide a los miembros de la Iglesia que “dejen que Dios prevalezca en sus vidas”.
“¿Estás dispuesto a dejar que Dios prevalezca en tu vida? ¿Estás dispuesto a permitir que Dios sea la influencia más importante en tu vida?”, dijo él durante la conferencia general de octubre de 2020. “¿Permitirás que Sus palabras, Sus mandamientos y Sus convenios influyan en lo que haces cada día? ¿Permitirás que Su voz tenga prioridad sobre cualquier otra? ¿Estás dispuesto a permitir que todo lo que Él necesite que hagas tenga prioridad sobre cualquier otra ambición? ¿Estás dispuesto a que tu voluntad sea absorbida en la de Él?”.
En noviembre del 2020, él ofreció un remedio sorprendente —uno que “se opone a nuestra intuición natural”— para todo lo que aflige al mundo: la gratitud.
“Durante mis nueve décadas y media de vida, he llegado a la conclusión de que es mucho mejor contar nuestras bendiciones que contar nuestros problemas. Sea cual sea nuestra situación, el mostrar gratitud por nuestros privilegios es una receta espiritual de efecto rápido y duradero”.
“¿Nos libra la gratitud del pesar, la tristeza, la congoja y el dolor? No, pero calma nuestros sentimientos. Nos da una mayor perspectiva del propósito mismo de la vida y de su gozo”.
Y apenas hace unas semanas —similar a su primer discurso público como líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días— el presidente Nelson volvió a dirigir la atención de la Iglesia a Jesucristo y prometió que todas las cosas son posibles a través de Él.
Durante este año sin precedentes —cuando prácticamente todas las personas en el mundo han sufrido los efectos de la pandemia mundial— “no hay nada más importante que podamos hacer … que fijar nuestro enfoque en el Salvador y en la dádiva de lo que realmente significa Su vida para cada uno de nosotros…”, dijo él.
“A partir de su ejemplo, Él enseñó que nosotros también podemos levantarnos de las profundidades de nuestros desafíos individuales —nuestra tristeza, debilidad y preocupaciones, para alcanzar las alturas de nuestro propio potencial glorioso y destino divino. Todo esto es posible en virtud de Su misericordia y gracia”.