En una carta fechada 1 de enero del 2000, la Primera Presidencia —en ese entonces el presidente Gordon B. Hinckley, el presidente Thomas S. Monson y el presidente James E. Faust— anunció la publicación de “El Cristo viviente: el testimonio de los apóstoles” y escribió lo siguiente:
“El profeta José Smith declaró: ‘Los principios fundamentales de nuestra religión son el testimonio de los apóstoles y de los profetas concernientes a Jesucristo, que murió, fue sepultado, se levantó al tercer día y ascendió a los cielos; y todas las otras cosas que pertenecen a nuestra religión son únicamente apéndices de eso”.
“Con ese espíritu, sumamos nuestro testimonio al de nuestros predecesores. Los animamos a utilizar este testimonio escrito para ayudar a edificar la fe de los hijos de nuestro Padre Celestial”.
La declaración de hace 20 años, firmada por la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se publicó a principios del milenio para conmemorar el nacimiento del Salvador dos mil años antes. Testifica de Su vida incomparable y de la “virtud infinita de Su gran sacrificio expiatorio”.
El presidente Russell M. Nelson —uno de los cinco apóstoles vivientes que firmaron el documento y quien ha puesto gran énfasis en el Salvador como el 17º presidente de la Iglesia— dijo en la conferencia general de abril del 2017: “A medida que procuran aprender más acerca de Jesucristo, les insto a estudiar ‘El Cristo viviente’”.
Cuando dedicamos tiempo a aprender sobre el Salvador y Su sacrificio expiatorio, “elegimos tener fe en Él y seguirlo”, un elemento clave para atraer Su poder a la vida de uno, dijo el presidente Nelson.
En el año del 20º aniversario de “El Cristo viviente”, lean a continuación la manera en que la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles han seguido enfatizando durante las últimas dos décadas la doctrina más importante de la Iglesia: la Expiación de Jesucristo.
Testigos del Salvador
Junto con la publicación de “El Cristo viviente”, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce prepararon el video “Testigos especiales de Cristo”, que se transmitió entre las sesiones de la conferencia general de abril del 2000.
El programa de una hora presenta a los 15 líderes de la Iglesia dando testimonio, desde varios lugares alrededor del mundo, sobre los ministerios premortales, mortales y post-mortales del Salvador.
Al pararse juntos los apóstoles durante la conclusión del video frente a la estatua del Christus en la Manzana del Templo, el presidente Hinckley declara:
“Unidos como Sus apóstoles, autorizados y comisionados por Él para hacerlo, damos nuestro testimonio de que Él vive y que vendrá otra vez para reivindicar Su reino y gobernar como Rey de reyes y Señor de señores. De esto estamos seguros”.
Desde entonces, cada apóstol recién llamado ha grabado un videoclip de “Testigos especiales de Cristo” testificando del Salvador.
En una entrevista con el Church News en abril del 2000, el entonces élder Nelson dijo que “El Cristo viviente” y el video “Testigos especiales de Cristo” destacan “lo más sagrado que podemos aportar —principalmente nuestro testimonio de que el Cristo viviente es el Hijo literal de Dios”.
El video y el documento son recursos “para todas las personas de esta tierra … independientemente de su raza, color o credo”.
Así como las palabras de los antiguos apóstoles, entre ellos Pedro, Santiago, Juan y Pablo, todavía testifican de Cristo hoy, el élder Nelson dijo que espera que sus palabras vivan mucho después de su muerte. “Queríamos dejar algo que llegara al corazón de las personas y perdurara, incluso más allá de la vida de aquellos testigos”.
La Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstol prepararon otro video en marzo del 2019, esta vez reunidos en Roma para la dedicación del Templo de Roma, Italia. Cada uno compartió su testimonio del Salvador con pasajes de “El Cristo viviente”.
El presidente Nelson concluye este video con las últimas líneas de la declaración: “Su camino es el sendero que lleva a la felicidad en esta vida y a la vida eterna en el mundo venidero. Gracias sean dadas a Dios por la dádiva incomparable de Su Hijo divino”.
Un compañero a la ‘La Proclamación de la Familia’
El presidente M. Russell Ballard —presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles y otro de los apóstoles vivientes que firmó “El Cristo viviente”— dijo en la conferencia general de abril del 2017: “Debemos mantener la doctrina y el evangelio de Jesucristo en el centro de nuestras metas y planes. Sin Él, no se puede lograr ninguna meta eterna, y nuestros planes para lograr nuestras metas eternas fracasarán”.
El presidente Ballard alentó a los santos de los últimos días a estudiar “El Cristo viviente” y colocar una copia donde puedan verla. “Dense tiempo para repasar cada una de las declaraciones que se hallan en ese testimonio inspirado de Cristo por parte de Sus testigos especiales que lo firmaron”.
Él continuó: “Los exhorto a que lo estudien junto con ‘La Familia: una proclamación para el mundo’. Con frecuencia hablamos de la proclamación sobre la familia, pero por favor acuérdense de leerla teniendo en cuenta el poder salvador del Cristo viviente. Sin el Cristo viviente, nuestras más preciadas expectativas (de familias eternas) no se cumplirán”.
Este año marca el 25º aniversario de “La Familia: una proclamación para el mundo”, un documento publicado en 1995 que describe el propósito divino del matrimonio y la familia.
Aparte del presidente Nelson y el presidente Ballard, los otros tres apóstoles vivientes que firmaron “El Cristo viviente” —así como la proclamación de la familia— son el presidente Dallin H. Oaks y el presidente Henry B. Eyring de la Primera Presidencia y el élder Jeffrey R. Holland del Cuórum de los Doce.
En 25 años, ‘La Familia: una proclamación para el mundo’ ha pasado de la ONU al Vaticano y más allá
Otras dos proclamaciones de la Iglesia superan hitos importantes este año. Es el 40º aniversario de la proclamación de la Restauración que conmemora los 150 años de la organización de la Iglesia en 1980 y el 175º aniversario del documento sobre la naturaleza de Dios publicado en 1865.
Tales proclamaciones de la Iglesia, así como declaraciones como “El Cristo viviente”, se emiten “con la intención de hacer surgir, edificar y regular los asuntos de la Iglesia como el reino de Dios en la tierra”, escribió Robert J. Matthews en una anotación sobre “proclamaciones” en la “Enciclopedia del Mormonismo” publicada en 1992.
El élder Robert D. Hales, un apóstol fallecido que firmó el “Cristo viviente”, advirtió en la conferencia general de octubre del 2013 que, aunque la Iglesia en las últimas décadas se ha librado en gran medida de los malentendidos y las persecuciones que los primeros santos enfrentaron, “esto no siempre será así”.
“Vemos, oímos, leemos, estudiamos y compartimos las palabras de los profetas a fin de estar prevenidos y recibir protección”, dijo el élder Hales. “Por ejemplo, ‘La Familia: una proclamación para el mundo’ se recibió mucho antes de padecer las dificultades que ahora enfrenta la familia. ‘El Cristo viviente: el testimonio de los apóstoles’ se preparó con antelación a cuando más la íbamos a necesitar”.
Énfasis en la Iglesia del Salvador
En agosto del 2018, ocho meses después de que presidente Nelson fuera llamado como presidente de la Iglesia, él emitió una declaración sobre el nombre de la Iglesia.
“El Señor inspiró en mi mente la importancia del nombre que Él ha decretado para Su Iglesia, a saber, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, él escribió. “Tenemos trabajo por delante para ponernos en armonía con Su voluntad”.
Al centrarse en el mismo tema durante la conferencia general de octubre del 2018, el presidente Nelson dijo: “Les prometo que si hacemos lo mejor posible para restaurar el nombre correcto de la Iglesia del Señor, Aquel cuya Iglesia esta es, derramará Su poder y Sus bendiciones sobre las cabezas de los santos de los últimos días, de formas que jamás hemos visto”.
Desde entonces, los líderes y departamentos de la Iglesia, las entidades relacionadas y millones de santos de los últimos días y otros han adoptado el uso del nombre correcto de la Iglesia. Se ha adaptado la guía de estilo oficial de la Iglesia, junto con su sitio web principal: ChurchofJesusChrist.org. También se actualizaron las direcciones de correo electrónico, los nombres de dominio y las redes sociales, y el coro de la Iglesia ahora es “El Coro del Tabernáculo en la Manzana del Templo”.
Como una continuación del esfuerzo de la Iglesia de colocar al Salvador en el centro de Su Iglesia, el presidente Nelson presentó un nuevo símbolo de la Iglesia durante la conferencia general de abril del 2020.
El nuevo símbolo —el cual incluye el nombre de la Iglesia en una piedra angular y una representación del “Christus” de Thorvaldsen debajo de un arco— “recordará a todos que esta es la Iglesia del Salvador y que todo lo que hacemos como miembros de Su Iglesia se centra en Jesucristo y Su evangelio”, dijo él.