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El poder del Libro de Mormón en la pandemia: Cómo están ‘prosperando espiritualmente’ los santos en medio de desafíos

Christopher Corcuera, a la derecha, aparece en la foto con su esposa, Susan, a la izquierda, y dos hijos, Matteo, de 4 años, y Valeria, de 6. La familia Corcuera, que vive en el Barrio San Miguel, Estaca Lima Perú Maranga, ha encontrado fortaleza durante Crédito: Cortesía de Christopher Corcuera
Christopher Corcuera, en el centro, a la derecha, aparece en la foto con su esposa, Susan, a la izquierda, y dos hijos, Matteo, de 4 años, y Valeria, de 6. La familia Corcuera vive en el Barrio San Miguel, Estaca Lima Perú Maranga. Crédito: Cortesía de Christopher Corcuera
Esteban Ventura, en el centro, a la izquierda, aparece en la foto con su esposa, Verónica, en el centro a la derecha, y sus hijos Felipe, de 10 años, Manuela, de 3, Paula, de 5, y Emilia, de 8, el día del bautismo de Emilia, el 23 de febrero de 2020, ante Crédito: Cortesía de Esteban Ventura
Anita Pulsipher, arriba a la derecha, aparece en la foto con su esposo, Shane y sus tres hijos, Denali, Aurora y Amelia. La familia Pulsipher vive en la Estaca Highland Utah West. Crédito: Cortesía de Anita Pulsipher
Losehina Kofler, a la izquierda, del Barrio Odessa, Estaca Odessa Florida, lee el Libro de Mormón con su esposo, Eddie, en medio, y su hijo, Moleni, de 14 años. Crédito: Cortesía de Losehina Kofler
El presidente Harold Teivao, en medio, de la Estaca Faaa Tahití Takaroa, estudia el Libro de Mormón con su esposa Yolina, en el centro, a la derecha, y con sus hijos Tiakinui, en el centro, a la izquierda, Tanao, en el regazo de Yolina, y su cuñada Hina M Crédito: Cortesía de Harold Teivao
El presidente Harold Teivao, en el centro, a la izquierda, de la Estaca Faaa Tahití Takaroa, estudia el Libro de Mormón con su esposa Yolina, a la derecha, y con sus hijos Tanao, a la izquierda, y Tiakinui, en el centro, a la derecha. Crédito: Cortesía de Harold Teivao
Las familias de Lehi e Ismael viajan por el desierto en esta escena de Videos del Libro de Mormón. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
Lehi ora para saber dónde encontrar comida en esta escena de Videos del Libro de Mormón. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
Lehi le pide a Nefi que regrese a Jerusalén para obtener las planchas de bronce de Labán en esta escena de Videos del Libro de Mormón. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
Abinadí predica al pueblo del rey Noé en esta escena de Videos del Libro de Mormón. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
Abinadí predica al pueblo del rey Noé en esta escena de Videos del Libro de Mormón. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.

Como muchos santos de los últimos días en todo el mundo, Christopher Corcuera, en Lima, Perú, ha sentido los efectos de la pandemia del COVID-19 en su vida y en la vida de su familia. 

Perdió a un familiar cercano por el virus, y algunos en su familia perdieron sus empleos. Se le dijo que no recibiría sueldo hasta que se reanudara el trabajo. Hace casi 100 días que sus hijos no salen de la casa. 

“A menudo sentía que esta situación era demasiado difícil. Tenía ganas de rendirme”, dijo Corcuera, padre de dos niños pequeños, que vive en el Barrio San Miguel, Estaca Lima Perú Maranga. “Pero fue un tiempo que me ayudó a acercarme más a mis hijos”. 

Corcuera dijo que encontró fortaleza al estudiar el Libro de Mormón con su familia y recordar cómo otras familias superaron los desafíos. “Por ejemplo, cuando Nefi rompió su arco y no tenían comida para comer”, dijo luego, expandiendo su perspectiva con respecto a la familia de Lehi. “O cuando salieron de Jerusalén para ir al desierto, fue un momento difícil para ellos”.

Christopher Corcuera, en el centro, a la derecha, aparece en la foto con su esposa, Susan, a la izquierda, y dos hijos, Matteo, de 4 años, y Valeria, de 6. La familia Corcuera vive en el Barrio San Miguel, Estaca Lima Perú Maranga.
Christopher Corcuera, en el centro, a la derecha, aparece en la foto con su esposa, Susan, a la izquierda, y dos hijos, Matteo, de 4 años, y Valeria, de 6. La familia Corcuera vive en el Barrio San Miguel, Estaca Lima Perú Maranga. | Crédito: Cortesía de Christopher Corcuera

“Al leer de nuevo las mismas historias que he leído muchas veces, he encontrado consejos para seguir adelante”, dijo él.

Hace seis meses, la presidencia general de la Escuela Dominical inició un nuevo año de estudio de “Ven, sígueme” con el Libro de Mormón. Con el bicentenario de la Primera Visión y el enfoque en la Restauración, esperaban que fuera “un año de estudio poderoso de las escrituras como ningún otro”.

En medio de los disturbios e incertidumbres mundiales debido a la pandemia del COVID-19 y otros eventos, muchos santos de los últimos días han encontrado fortaleza y consuelo al estudiar el Libro de Mormón individualmente y en familia —y al estudiar más profundamente de lo que jamás habían hecho.

“Un pasaje de las escrituras que me fortaleció es el del padre Lehi cuando aconseja a sus hijos que, al grado que guarden los mandamientos, serán bendecidos”, dijo Corcuera, haciendo referencia a 2 Nefi 4:4.

Como estudiante de BYU-Pathway, Corcuera aprendió a ahorrar seis meses de ingresos —una bendición que le ha permitido continuar manteniendo a su familia tanto temporal como espiritualmente. 

“Ha sido una bendición aplicar las enseñanzas de nuestros líderes de la Iglesia, incluso las de los viejos tiempos, como en el Libro de Mormón, y también el consejo de nuestros profetas en estos últimos días”, dijo Corcuera. “Creo que esa fue la clave para que mi familia no se sintiera abrumada”.

Los profetas nos han preparado con ‘Ven, sígueme’

En la parábola del hijo pródigo en Lucas 15, una “gran hambruna” llegó a la tierra cuando el hijo menor desperdició frívolamente todo lo que tenía. “Sin embargo, no hay hambruna espiritual en la tierra hoy entre los santos de los últimos días”, dijo el presidente general de la Escuela Dominical, Mark L. Pace. 

“No nos hemos sentados juntos en nuestros edificios de la Iglesia, pero no hay duda de que hemos crecido espiritualmente y que las familias han sido bendecidas, prosperadas y cuidadas mientras estudian las escrituras de ‘Ven, sígueme’”.

Con la introducción en octubre de 2018 de un horario ajustado de reuniones dominicales y un currículo integrado centrado en el hogar y apoyado por la Iglesia, “los profetas nos han preparado, los santos lo han estado haciendo y han sido bendecidos”, dijo él. 

De izquierda a derecha, la presidencia general de la Escuela Dominical: Milton Camargo, primer consejero; Mark L. Pace, presidente; y Jan E. Newman, segundo consejero.
De izquierda a derecha, la presidencia general de la Escuela Dominical: Milton Camargo, primer consejero; Mark L. Pace, presidente; y Jan E. Newman, segundo consejero. | Crédito: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

“Lo he visto con personas en mi empleo, lo he visto con miembros de mi familia, lo he visto con personas en mi vecindario. Ellos están prosperando espiritualmente. Es maravilloso”. 

El hermano Milton Camargo, primer consejero de la presidencia general de la Escuela Dominical, quedó impresionado con el conocimiento adicional que sus pequeños nietos han adquirido sobre el Libro de Mormón y las doctrinas del evangelio a medida que han estudiado en sus hogares. 

“Aquellos que estén aprovechando este momento, para estudiar y hacer lo mejor que pueden, van a ser muy fuertes”, dijo él. “Y aquellos que estén pensando: ‘¡Bueno, momento de vacaciones!’, no van a ser igual de fuertes”.

El hermano Jan E. Newman, segundo consejero de la presidencia general de la Escuela Dominical, dijo que los miembros de la Iglesia han sido bendecidos al aprovecharse del recurso de “Ven, sígueme” para “sumergirse profundamente” en el Libro de Mormón este año. 

“Cuando haces eso, el Señor derrama Sus bendiciones y, de repente, te familiarizas con la forma en que el Espíritu te enseña y te inspira”, dijo el hermano Newman. “Y eso trae fortaleza espiritual a los miembros”.

Los tiempos difíciles no han terminado, dijo, pero “si nos anclamos en la palabra de Dios, realmente no importará”.

El presidente Pace agregó: “Esta es una temporada de regocijo. Cuando el mundo tiene todo tipo de incertidumbres, no tenemos que preocuparnos, pues, estamos siguiendo a los profetas vivientes”.

‘El hogar puede ser un cielo en la tierra’

En la casa de Esteban Ventura en Montevideo, Uruguay, sus hijos de 10 y 8 años han estado preparando sus lecciones de la noche de hogar. Usar como guía “Ven, sígueme” ha mejorado su comprensión del Libro de Mormón, dijo él. También disfrutan ver los Videos del Libro de Mormón juntos.

Esteban Ventura, en el centro, a la izquierda, aparece en la foto con su esposa, Verónica, en el centro a la derecha, y sus hijos Felipe, de 10 años, Manuela, de 3, Paula, de 5, y Emilia, de 8, el día del bautismo de Emilia, el 23 de febrero de 2020, antes de que las restricciones de COVID-19 suspendieran temporalmente las reuniones de la Iglesia.
Esteban Ventura, en el centro, a la izquierda, aparece en la foto con su esposa, Verónica, en el centro a la derecha, y sus hijos Felipe, de 10 años, Manuela, de 3, Paula, de 5, y Emilia, de 8, el día del bautismo de Emilia, el 23 de febrero de 2020, antes de que las restricciones de COVID-19 suspendieran temporalmente las reuniones de la Iglesia. | Crédito: Cortesía de Esteban Ventura

“Cuando mis hijos estuvieron aislados durante 90 días y no pudieron ver a otros niños, o salir o ir a la escuela, eso fue lo más importante para mí: ver cómo las escrituras y luego ‘Ven, sígueme’ nos ayudaron a sentirnos preparados, incluso felices durante este tiempo de pandemia”, dijo Ventura.

La transición para trabajar desde casa ha sido un desafío, dijo, pero leer el Libro de Mormón todas las mañanas “me ayudó a tener el Espíritu y prepararme para estar aislado todo el día”.

Poco antes de que las reuniones de la Iglesia y las clases de la escuela se suspendieran temporalmente en marzo, Anita Pulsipher dijo que la letra del himno “El hogar es como el cielo” pasó por su mente una y otra vez. 

Anita Pulsipher, arriba a la derecha, aparece en la foto con su esposo, Shane y sus tres hijos, Denali, Aurora y Amelia. La familia Pulsipher vive en la Estaca Highland Utah West.
Anita Pulsipher, arriba a la derecha, aparece en la foto con su esposo, Shane y sus tres hijos, Denali, Aurora y Amelia. La familia Pulsipher vive en la Estaca Highland Utah West. | Crédito: Cortesía de Anita Pulsipher

“Una vez que escuché que íbamos a tener los servicios de la Iglesia en nuestro hogar, la escuela en nuestro hogar y que debíamos quedarnos en casa, la letra de este himno volvió con toda su fuerza y llenó mi corazón de inmenso consuelo”, dijo Pulsipher, una madre de tres hijos que vive en el Barrio Highland 36, de la Estaca Highland Utah West. “Fue como si el Señor me estuviera preparando para lo que vendría y me asegurara que Él sabía que todo esto sucedería”.

“He sentido que el Espíritu impregna nuestro hogar, y aunque no somos perfectos y a veces tenemos alguna disputa familiar, el Espíritu llena rápidamente nuestros corazones y nuestro hogar cuando leemos cada noche ‘Ven, sígueme’ y el Libro de Mormón, o cuando oramos juntos durante las comidas o en cualquier momento”.

Desde que regresó a la actividad de la Iglesia después de haberse alejado por varios años, Losehina Kofler, miembro del Barrio Odessa, Estaca Odessa Florida, ha notado una diferencia en su hogar cuando lee el Libro de Mormón diariamente con su esposo y con su hijo de 14 años.

“Ha sido una gran bendición en nuestra familia, en nuestras vidas, especialmente con esta pandemia y los disturbios y toda esta incertidumbre”, dijo ella. “Realmente ha traído tanto consuelo y aprecio a nuestra familia”.

Losehina Kofler, a la izquierda, del Barrio Odessa, Estaca Odessa Florida, lee el Libro de Mormón con su esposo, Eddie, en medio, y su hijo, Moleni, de 14 años.
Losehina Kofler, a la izquierda, del Barrio Odessa, Estaca Odessa Florida, lee el Libro de Mormón con su esposo, Eddie, en medio, y su hijo, Moleni, de 14 años. | Crédito: Cortesía de Losehina Kofler

Del ejemplo de Abinadí, cuando predicaba al rey Noé, ellos aprendieron a no temer a la gente; en cambio, “¿Estamos agradando a nuestro Padre Celestial?”.

“Estamos agradecidos por este tiempo para aprender juntos y aumentar nuestra autosuficiencia espiritual”, continuó Kofler. “El Libro de Mormón, junto con ‘Ven, sígueme’, ha fortalecido nuestro vínculo como esposo y esposa, y como familia”.

Jordan Watson, de 17 años, también del Barrio Odessa, dijo que ella ha encontrado una fortaleza particular en la escritura del lema de la juventud 2020 de 1 Nefi 3: 7. “Este tiempo puede ser difícil, pero Él ha preparado una vía para ‘ir y hacerlo’. Y creo que la vía está funcionando”, dijo ella. 

A pesar de la incertidumbre que enfrenta con las perspectivas de trabajo, George Ferreira dos Santos, un joven adulto del Barrio Bandeirantes, Estaca Río Verde Brasil, dijo que encuentra consuelo al saber que puede sentir el Espíritu y encontrar respuestas a sus preguntas mediante la lectura del Libro de Mormón. 

“Hace posible nuestra vida en estos tiempos”, dijo él. “Ni siquiera sabría quién o cómo sería yo si no fuera por el Libro de Mormón y todo lo que el evangelio trae”.

Santos continuó diciendo: “Debido a que el presidente Nelson es un profeta, él sabía —aunque puede que no supiera que habría una pandemia— Dios le había advertido de alguna manera que necesitaríamos el Libro de Mormón ahora más que nunca”.

El presidente Harold Teivao, presidente de la Estaca Faaa Tahití Takaroa, dijo que él recientemente encontró inspiración en el Libro de Mormón a medida que se reunía con una pareja que atravesaba problemas matrimoniales. Debido a las restricciones del COVID-19, no podía reunirse con ellos físicamente, pero les enviaba algunos pensamientos de su estudio diario de “Ven, sígueme” relacionados con la superación de las dificultades. Oraba y ayunaba por la pareja. 

El presidente Harold Teivao, en medio, de la Estaca Faaa Tahití Takaroa, estudia el Libro de Mormón con su esposa Yolina, en el centro, a la derecha, y con sus hijos Tiakinui, en el centro, a la izquierda, Tanao, en el regazo de Yolina, y su cuñada Hina Mariteragi, a la izquierda.
El presidente Harold Teivao, en medio, de la Estaca Faaa Tahití Takaroa, estudia el Libro de Mormón con su esposa Yolina, en el centro, a la derecha, y con sus hijos Tiakinui, en el centro, a la izquierda, Tanao, en el regazo de Yolina, y su cuñada Hina Mariteragi, a la izquierda. | Crédito: Cortesía de Harold Teivao

“Recibí ayuda del cielo para ser un instrumento y hacer que el milagro realmente sucediera”, dijo él. “Sé con certeza que el Libro de Mormón es un libro de milagros. Es un libro que repara y ablanda el corazón de todos”.

El presidente Teivao agregó: “Estoy agradecido por el Libro de Mormón que me trae el Espíritu, las palabras correctas y las palabras de consuelo a su debido tiempo para salvar almas. Gracias al estudio diario del Libro de Mormón, puedo llevar gozo a la vida de las familias que están pasando por dificultades”.

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