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La presidenta Bingham y la hermana Eubank hablan sobre cómo ‘recoger a Israel’ durante COVID-19

La presidenta Jean B. Bingham y la hermana Sharon Eubank posan para una fotografía junto al fondo de la filmación de su discurso para el evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020 en Provo, Utah. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
El estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, preparado para la filmación de las varias sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
La hermana Sharon Eubank habla en el estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, a medida que se filman las sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
La presidenta Jean B. Bingham habla en el estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, a medida que se filman las sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
El estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, preparado para la filmación de las varias sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.

¿Qué significa “recoger a Israel” y por qué es tan importante ahora?

La presidenta Jean B. Bingham y la hermana Sharon Eubank, de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, se centraron en esas preguntas durante su discurso compartido como parte del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020 el viernes, 1 de mayo.

El objetivo de recoger a Israel es “unir a las familias” y prepararlas para vivir con “nuestro Padre Celestial y Su Hijo, nuestro Redentor”, dijo la presidenta Bingham, presidenta general de la Sociedad de Socorro. Quienes viven en la tierra en la actualidad están viviendo en los últimos días, la última dispensación del tiempo que marcará el comienzo de la segunda venida del Salvador, explicó ella. 

La presidenta Jean B. Bingham habla en el estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, a medida que se filman las sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020.
La presidenta Jean B. Bingham habla en el estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, a medida que se filman las sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020. | Crédito: Intellectual Reserve, Inc.

“Este ‘ahora’ está lleno de grandes desafíos, así como de grandes oportunidades”, y también es una “época sin precedentes de grandes oportunidades para el crecimiento personal”, continuó diciendo la presidenta Bingham. “Se nos está recordando que las cosas de valor duradero son las cosas en las que debemos enfocar nuestra energía. Estamos aprendiendo a compartir el mensaje del evangelio por medio de la tecnología y de las conexiones personales. Estamos aumentando nuestra comprensión del valor de los templos. Todos estos esfuerzos son parte del recogimiento”.

La presidenta Bingham y la hermana Eubank se centraron en cuatro formas claves en las que las mujeres de la actualidad pueden participar y ayudar en el recogimiento de Israel: la ministración, los esfuerzos misionales, la obra del templo y de historia familiar y el cuidado de los necesitados. Ambas compartieron ejemplos de lo que las mujeres de todo el mundo están haciendo durante este momento único en la historia.

Aunque podría parecer que una pandemia global dificultaría la ministración, la obra misional, la obra del templo y de historia familiar y cuidar de los necesitados, en realidad, ha sacado a relucir la creatividad de las personas, dijo la hermana Eubank. En todo el mundo, las mujeres de la Sociedad de Socorro han usado la tecnología y otros recursos para continuar la obra de servirse y amarse unas a otras de ambos lados del velo de maneras creativas. 

“Algo extraordinario no se detendrá por un poco de distanciamiento social”, dijo ella, al compartir ejemplos de algunas maneras en las que las mujeres han continuado ministrando. 

La presidenta Bingham comentó que las mujeres siguen cumpliendo sus responsabilidades del convenio como discípulas de Cristo de “formas simples pero extraordinarias”.

Por muy simple que parezca, recoger a Israel en realidad significa simplemente “acercarse a una misma, a su familia y a otros seres queridos — tanto vivos como muertos — a nuestro Padre Celestial y Jesucristo”, continuó diciendo la hermana Eubank. Y el don del Espíritu Santo es vital para esa obra. 

Ella compartió una cita — una que ella dice que guarda en su diario de estudio como un recordatorio constante de la importancia del Espíritu Santo — del élder Lawrence E. Corbridge, quien fue nombrado setenta autoridad general emérito en la pasada conferencia de octubre: “La peor de todas las condiciones humanas es la más común: morir espiritualmente. Es ser separados de la presencia de Dios y, en esta vida, Su presencia es Su Espíritu … Por el contrario, … la mejor de todas las condiciones humanas es estar dotados con poder celestial; … tener el don y la compañía del Espíritu Santo, lo cual es la fuente de la revelación, la claridad, el amor, la paz, la confianza, la fe y prácticamente todas las cosas buenas”.

La hermana Sharon Eubank habla en el estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, a medida que se filman las sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020.
La hermana Sharon Eubank habla en el estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, a medida que se filman las sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020. | Crédito: Intellectual Reserve, Inc.

En cada uno de los ejemplos que ambas líderes compartieron sobre mujeres que continúan trabajando en el recogimiento de Israel, la obra comenzó con una persona que estaba dispuesta a escuchar al Espíritu, señaló la presidenta Bingham. “El poder de una persona es verdaderamente poderoso”, dijo ella. “Uno por uno, un paso a la vez, podemos lograr grandes cosas”.

Al contar la historia de una mujer llamada Gene Bauer, la presidenta Bingham describió cómo el trabajo diligente y diario de Bauer a lo largo de casi 40 años le permitió plantar más de 1 millón de narcisos en una ladera remota en California. 

“El resultado de su trabajo paciente e individualizado fue un jardín increíblemente hermoso que cubría dos hectáreas”, dijo la presidenta Bingham.

Y para compartir la gratificación de su trabajo, cada año, Bauer invitaba a quien así lo quisiera a “venir y ver, a experimentar los espléndidos colores, a disfrutar de la tranquilizante atmósfera natural y deleitarse en las bellezas de las creaciones de Dios — todo de forma gratuita”.

Aprenda más sobre lo que se compartió durante el evento Hermana a Hermana de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020

Con la ayuda del Señor, cada persona puede hacer cosas magníficas, dijo la presidenta Bingham. “Y, al unir nuestros pequeños esfuerzos, simplemente piensen en la buena influencia que podemos tener en el mundo que nos rodea”.

A menudo, es fácil sentir que nuestras contribuciones no están a la altura de las de otras personas, dijo la hermana Eubank. Pero el ejemplo del Salvador enseña que “el servicio significativo no tiene que ser llamativo o ampliamente conocido para tener gran valor”.

Al igual que una planta de jengibre, que se ve modesta durante el día y florece solo en las horas más oscuras, a veces las personas pueden florecer y mostrar su mejor versión en lugares o circunstancias poco probables, dijo ella. “Tengan la seguridad de que sus esfuerzos están marcando la diferencia, de que son suficientemente buenos”.

El estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, preparado para la filmación de las varias sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020.
El estudio A vacío en el campus de BYU en Provo, Utah, preparado para la filmación de las varias sesiones del evento digital de la Conferencia de BYU para mujeres de 2020. | Crédito: Intellectual Reserve, Inc.

Aunque el mundo ahora esté comprensiblemente estresado en el aspecto físico, económico y emocional, los miembros de la Iglesia tienen una ventaja debido al “conocimiento y testimonio del evangelio”, dijo la presidenta Bingham. “Su fortaleza espiritual las puede ayudar no solo a lidiar con estos desafíos, sino a ser resistentes frente a ellos”.

De algún modo, “estas circunstancias actuales son una bendición”, continuó diciendo, “porque nos están obligando a priorizar, simplificar, ser intencionales y creativas”.

Al concluir sus palabras con una cita que cuelga en las oficinas de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, la presidenta Bingham recordó: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). 

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