A la conclusión de una conferencia general ya rica en momentos históricos, el presidente Russell M. Nelson dio una feliz noticia: se construirán ocho nuevos templos en naciones de todo el mundo — incluida la República Popular China y los Emiratos Árabes Unidos.
Se construirán nuevos templos en los siguientes lugares:
- Bahía Blanca, Argentina
- Tallahassee, Florida
- Lubumbashi, República Democrática del Congo
- Pittsburgh, Pensilvania
- Ciudad de Benín, Nigeria
- Syracuse, Utah
- Dubái, Emiratos Árabes Unidos
- Shanghái, República Popular China
“El plan de edificar un templo en Dubái nace como respuesta a su gentil invitación, que reconocemos con gratitud”, dijo el presidente Nelson. “El contexto del plan para Shanghái es muy importante. Durante más de dos décadas, los miembros dignos de entrar en el templo en la República Popular China han asistido al Templo de Hong Kong, China.
“Pero en julio de 2019 ese templo cerró para recibir una renovación planificada durante largo tiempo y muy necesaria. En Shanghái, un modesto centro de reuniones multipropósito brindará una manera de que los miembros chinos continúen participando de las ordenanzas del templo — en la República Popular China — por sí mismos y por sus ancestros.
“En cada país, esta Iglesia enseña a sus miembros a honrar, obedecer y sostener la ley. Enseñamos la importancia de la familia, de ser buenos padres y ciudadanos ejemplares. Debido a que respetamos las leyes y regulaciones de la República Popular China, la Iglesia no envía misioneros proselitistas allí; ni lo haremos ahora.
“Las congregaciones de expatriados y de ciudadanos chinos seguirán reuniéndose por separado. La condición legal de la Iglesia allí no ha sufrido modificaciones. En una fase inicial del uso del edificio, la entrada será únicamente con cita previa. El Templo de Shanghái no será un templo para turistas de otros países”.
El presidente Nelson reconoció que “puede parecer extraño anunciar nuevos templos cuando todos nuestros templos están cerrados temporalmente”.
Sin embargo, hace más de un siglo, uno de los predecesores del presidente Nelson, el presidente Wilford Woodruff, “previó condiciones como la nuestra” en su oración dedicatoria del Templo de Salt Lake en 1893:
“Cuando Tu pueblo no tenga la oportunidad de entrar a esta santa casa … y estén oprimidos y en problemas, rodeados de dificultades … y vuelvan su rostro hacia esta, Tu santa casa y te rueguen por liberación, por ayuda, para que Tu poder se extienda en su favor, te suplicamos que mires hacia abajo desde Tu santa morada con misericordia … y escuches sus súplicas.
“O cuando los hijos de Tu pueblo … sean separados, por cualquier motivo, de este lugar, … y clamen a Ti desde lo profundo de su aflicción y dolor para que les extiendas alivio y liberación, te suplicamos con humildad que … escuches su clamor, y les concedas las bendiciones que te pidan”.
El presidente Nelson le recordó a su vasta audiencia el domingo por la tarde que incluso durante las épocas “de nuestra angustia en las que los templos están cerrados”, los santos de los últimos días aún pueden recurrir al poder de sus convenios e investidura del templo.
Continúen viviendo una vida digna del templo — o vuélvanse dignos de entrar al templo.
“Hablen del templo con su familia y amigos”, dijo. “Debido a que Jesucristo está en el centro de todo lo que hacemos en el templo, al pensar más en el templo estarán pensando más en Él. Estudien y oren para aprender más sobre el poder y conocimiento con el que han sido investidos — o con el que serán investidos en el futuro”.
El presidente de la Iglesia declaró que los ocho templos anunciados recientemente bendecirán la vida de muchas personas de ambos lados del velo de la muerte.
“Los templos son una parte culminante de la Restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo”, dijo él. “En Su bondad y generosidad, Dios está acercando más las bendiciones del templo a Sus hijos en todas partes.
“A medida que la Restauración continúa, sé que Dios seguirá revelando muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes a Su reino aquí en la tierra. Ese reino es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”.
Los anuncios de nuevos templos hechos por el presidente Nelson de seguro llegan como noticias gozosas para quienes aman el templo en todo el mundo y que, temporalmente, no pueden adorar en dichos edificios sagrados.
El 25 de marzo, la Primera Presidencia anunció el cierre de todos los templos de la Iglesia durante la actual pandemia del coronavirus.
“Después de orar al respecto, considerarlo de manera cuidadosa y con el deseo de ser ciudadanos globales responsables, hemos decidido suspender todas las actividades del templo a nivel mundial al terminar el día 25 de marzo de 2020”, escribieron los líderes de la Iglesia en una carta con la misma fecha. “Este es un ajuste temporal y esperamos con anhelo el día en que los templos se vuelvan a abrir”.
Cuando se hizo el anuncio del 25 de marzo, la Iglesia ya había cerrado 111 templos. El resto de los 168 templos santos de los últimos días en funcionamiento — ubicados, en su mayoría, en Norteamérica — estaban abiertos con horarios limitados para efectuar ordenanzas de sellamiento, iniciatoria e investidura en favor de personas vivas.
La Primera Presidencia anunció el 6 de mayo de 2019, que la Iglesia había descontinuado una norma que requería que las parejas que se casaban por lo civil esperaran un año antes de casarse o sellarse en el templo. Ese cambio significa que las parejas santos de los últimos días cuyos planes para casarse en el templo se verán afectados debido al cierre de los templos, podrían casarse civilmente y luego casarse en el templo tan pronto como estos abran nuevamente.
En una carta con fecha del 13 de marzo, que anunciaba ajustes temporales a la obra del templo, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles escribieron lo siguiente: “Esperamos con gran anticipación el momento en que los templos puedan volver a operar a plena capacidad y extender las bendiciones de la obra del templo a los miembros y sus antepasados”.