A medida que la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoles contemplaban “esta época significante en la historia del mundo y el llamado del Señor de recoger al Israel esparcido en preparación para la Segunda Venida de Jesucristo”, emitieron la siguiente proclamación:
LA RESTAURACIÓN DE LA PLENITUD DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO: UNA PROCLAMACIÓN PARA EL MUNDO EN EL BICENTENARIO
La Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Solemnemente proclamamos que Dios ama a Sushijos en toda nación del mundo. Dios el Padre nos ha dado el nacimiento divino,la vida incomparable y el sacrificio expiatorio infinito de Su Amado Hijo,Jesucristo. Por el poder del Padre, Jesús resucitó y logró la victoria sobre lamuerte. Él es nuestro Salvador, nuestro Ejemplo y nuestro Redentor.
Hace doscientos años, en una bella mañana deprimavera de 1820, el joven José Smith, procurando saber a qué iglesia debíaunirse, fue a orar al bosque cerca de su casa en el norte del estado de NuevaYork, Estados Unidos. Él tenía preguntas en cuanto a la salvación de su alma yconfiaba en que Dios lo guiaría.
Con humildad, declaramos que, en respuesta asu oración, Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo se aparecieron a José y dieroncomienzo a la “restauración de todas las cosas” (Hechos 3:21) como se predijoen la Biblia. En esa visión, José se enteró de que después de la muerte de losapóstoles originales, la Iglesia de Cristo, de la época del Nuevo Testamento,dejó de existir en la tierra, y que él desempeñaría un papel decisivo en surestitución.
Afirmamos que, bajo la dirección del Padre ydel Hijo, vinieron mensajeros celestiales para instruir a José y restablecer laIglesia de Jesucristo. Juan el Bautista, como ser resucitado, restauró laautoridad para bautizar por inmersión para la remisión de pecados. Tres de losdoce apóstoles originales —Pedro, Santiago y Juan— restauraron el apostolado ylas llaves de la autoridad del sacerdocio. También vinieron otros, entre ellosElías el Profeta, quien restauró la autoridad para unir a las familias porsiempre en relaciones eternas que trascienden la muerte.
También damos testimonio de que a José Smithse le dio el don y el poder de Dios para traducir un registro antiguo: El Librode Mormón, Otro Testamento de Jesucristo. En las páginas de este texto sagradose halla el relato del ministerio personal de Jesucristo entre la gente delhemisferio occidental poco después de Su resurrección. El libro enseña elpropósito de la vida y explica la doctrina de Cristo, que es fundamental en esepropósito. Como libro canónico que acompaña a la Biblia, el Libro de Mormóntestifica que todos los seres humanos son hijos e hijas de un amoroso PadreCelestial, que Él tiene un plan divino para nuestra vida y que Su Hijo,Jesucristo, nos habla en la actualidad, así como lo hizo en los días antiguos.
Declaramos que La Iglesia de Jesucristo delos Santos de los Últimos Días, organizada el 6 de abril de 1830, es la Iglesiarestaurada de Cristo, de la época del Nuevo Testamento. Esta Iglesia estáfundada sobre la vida perfecta de su principal piedra del ángulo, Jesucristo, ysobre Su expiación infinita y resurrección literal. Jesucristo ha llamado denuevo a apóstoles y les ha dado la autoridad del sacerdocio. Él nos invita atodos a venir a Él y a Su Iglesia, para recibir el Espíritu Santo, lasordenanzas de salvación y para obtener gozo duradero.
Han transcurrido doscientos años desde queDios el Padre y Su Hijo Amado, Jesucristo, dieron inicio a esta Restauración.Millones de personas en todo el mundo han aceptado el conocimiento de estosacontecimientos que fueron predichos.
Con alegría declaramos que la Restauraciónprometida avanza por medio de la revelación continua. La tierra jamás volverá aser la misma, dado que Dios “reunir[á] todas las cosas en Cristo” (Efesios1:10).
Con reverencia y gratitud, en calidad de Susapóstoles invitamos a todos a saber —como nosotros lo sabemos— que los cielosestán abiertos. Afirmamos que Dios está dando a conocer Su voluntad para conSus amados hijos e hijas. Testificamos que aquellos que estudien con espíritude oración el mensaje de la Restauración y actúen con fe serán bendecidos paraobtener su propio testimonio de la divinidad y del propósito de ella, depreparar al mundo para la Segunda Venida prometida de nuestro Señor y Salvador,Jesucristo.