En respuesta a la pandemia mundial del COVID-19, la Primera Presidencia publicó una carta y documentos el viernes, 17 de abril, los cuales detallan principios administrativos para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días durante tiempos difíciles.
Bajo las circunstancias y actuales y las condiciones que puedan existir en el futuro, la Iglesia y sus miembros exhibirán fielmente un compromiso “de ser buenos ciudadanos y vecinos”, escribió la Primera Presidencia en la carta, titulada “Principios administrativos en tiempos difíciles”.
“Agradecemos los esfuerzos que muchos de ustedes están haciendo para seguir cuidadosamente las instrucciones de los líderes nacionales, estatales y locales en muchos países en respuesta a la pandemia COVID-19”, escribieron en la carta, señalando que la Iglesia “también está tomando las precauciones apropiadas y está prestando asistencia a los necesitados”.
La información incluía instrucciones sobre las ordenanzas esenciales, bendiciones y otras funciones de la Iglesia “para guiar a los líderes a través de la crisis actual y los días difíciles que se avecinan”.
“Estos documentos se emiten en respuesta a las interrupciones en los procedimientos de la Iglesia y las actividades de los miembros causadas por la pandemia mundial del COVID-19”, escribieron los líderes de la Iglesia. “Deben proporcionar orientación siempre que exista esta pandemia en un país o región en particular”.
Las instrucciones incluyen información sobre la administración de la Santa Cena en los hogares, las bendiciones patriarcales, las bodas y funerales, dar un nombre y bendecir a los niños, la administración del barrio y la estaca, el uso de los edificios de la Iglesia, seminario e instituto, el pago de diezmos y otras donaciones, las conferencias FSY, el servicio misional y la obra del templo.
La Iglesia de Jesucristo se enfoca en las responsabilidades divinamente asignadas de ayudar a los miembros a medida que progresan en la senda de los convenios hacia la vida eterna, escribió la Primera Presidencia.
“Para ayudar a lograr este propósito divino, la Iglesia y sus líderes proporcionan la autoridad y las llaves del sacerdocio, convenios y ordenanzas y guía profética. La Iglesia invita a todas las personas a venir a Jesucristo y a obedecer fielmente Sus mandamientos”.
Las escrituras son claras respecto a que en esta dispensación muchos experimentarán tiempos desafiantes, escribieron.
“Durante esas circunstancias difíciles, la Iglesia proclamará principios fundamentales y administrará las ordenanzas para bendecir a los hijos de nuestro Padre Celestial. Cualesquiera sean la época o las circunstancias, ciertas cosas son esenciales en la Iglesia del Señor. Estas incluyen las doctrinas y ordenanzas sagradas”.
Responsabilidad ciudadana mundial
Durante momentos desafiantes, los miembros “deben sostener y respetar las leyes del lugar donde residen”, según la carta.
“Los miembros de la Iglesia están agradecidos por las leyes de muchas naciones de todo el mundo que protegen la libertad religiosa y respetan la sagrada libertad de conciencia”, dijo la Primera Presidencia.
“En tiempos de pandemia o de desastres naturales, la Iglesia responderá a las órdenes oficiales, tomando acciones tales como cancelar o posponer reuniones u otras actividades. La Iglesia y sus miembros están comprometidos a ser buenos ciudadanos y vecinos. La Iglesia cuenta con una amplia experiencia en ayudar y proveer asistencia a aquellos que lo necesitan.
“Además de nuestro compromiso de ser buenos ciudadanos, respetuosamente afirmamos que estas adaptaciones razonables pueden extenderse a todas las personas que profesan alguna fe mientras se esfuerzan por participar en los ritos fundamentales de dicha fe”.
El Señor ha preparado a Su Iglesia
“La guía inspirada ha preparado a la Iglesia del Señor y a sus miembros durante muchos años, tanto temporal como espiritualmente, para tiempos cambiantes y desafiantes”, escribió la Primera Presidencia.
“Además de los consejos que los miembros han recibido durante mucho tiempo sobre el almacenamiento de alimentos en sus hogares, los miembros de la Iglesia se centran en observar el día de reposo, ministrar a los demás y fortalecer los cuórums del Sacerdocio de Melquisedec y las Sociedades de Socorro”, según la información. Se ha alentado a los miembros a hacer de sus hogares “verdaderos santuarios de fe” donde se les enseña el evangelio a todos — en especial a los niños y jóvenes. También se les ha alentado a usar la tecnología para compartir mensajes del evangelio de maneras normales y naturales. Además, pueden participar en el trabajo de historia familiar en sus hogares.
“Cuando observamos los patrones entrelazados de estos esfuerzos y muchos otros, podemos ver cómo el Señor nos ha coordinado y secuenciado cuidadosamente para prepararnos para tiempos difíciles”.
Principios y ordenanzas fundamentales
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una iglesia de orden, escribió la Primera Presidencia. “Las ordenanzas y las bendiciones son actos sagrados provistos por la autoridad del sacerdocio. Si bien algunos procedimientos pueden cambiar según las circunstancias, se debe proteger la doctrina fundamental, los principios y las ordenanzas”.
Muchas ordenanzas requieren la imposición de manos, como las confirmaciones, ordenaciones, bendiciones, apartamientos y la entrega de llaves del sacerdocio, según la información.
“Dichas ordenanzas requieren que el poseedor del sacerdocio que realiza la ordenanza esté en la misma ubicación que el destinatario. Las ordenanzas del sacerdocio no se pueden realizar de forma remota utilizando la tecnología. Cuando las circunstancias lo requieran, otras personas pueden observar la ordenanza de forma remota utilizando la tecnología, si así lo autoriza la autoridad que preside.
“En estos momentos desafiantes, las autoridades presidentes deben ejercer sabiduría respecto de qué ordenanzas deberían posponerse temporalmente. Cuando exista la preocupación por una enfermedad contagiosa, quienes realicen ordenanzas deben tomar las precauciones necesarias para protegerse a sí mismos y a los demás”.
Para concluir, los líderes escribieron lo siguiente: “Tal como dijo el profeta Nefi: ‘[el Señor] nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles una vía para que cumplan lo que les ha mandado’ (1 Nefi 3:7). El Señor nos ayudará. El poder del sacerdocio y la rectitud de los miembros nos ayudarán a avanzar en los días que están por venir”.
Lea los documentos de la Primera Presidencia en su totalidad en la Sala de Prensa: