Los santos de los últimos días que utilizaron Twitter el domingo por la mañana para ver las últimas noticias acerca del coronavirus probablemente encontraron paz en las palabras de un apóstol de los últimos días.
“Hoy, estoy siguiendo la invitación del presidente Russell M. Nelson al unirme con ustedes en ayuno y oración para suplicar a nuestro Padre Celestial que dé alivio de la pandemia del COVID-19”, tuiteó el presidente M. Russell Ballard, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles.
Su esperanzador hilo de @BallardMRussell continúa diciendo:
“Sé que muchos de ustedes están preocupados por esta enfermedad y su impacto en sus familias. Acudan al Señor para que los guie a ustedes y a su familia a través de este tiempo de dificultad. Miren hacia Él como el Salvador y Redentor de toda la humanidad. Expresen gratitud por lo que tienen. Sean felices. Sigan adelante y hagan lo mejor que puedan.
“Con el tiempo, estas circunstancias pasarán”.
Miembros de la Iglesia de muchos orígenes se unieron el domingo al presidente Nelson y al presidente Ballard, como respuesta a la pandemia en curso, para un ayuno mundial por la “sanación física y espiritual”. Muchos santos de los últimos días invitaron a sus amigos y seres queridos de otras religiones — o sin religión — para unirse a sus humildes oraciones.
Varios de ellos compartieron con Church News sus pensamientos acerca de la unidad y la fe al concluir su ayuno del día de reposo.
— En San Juan, Puerto Rico, Wilfred Rosa e Idaliz Santiago, junto con sus tres hijos pequeños, centraron su estudio familiar de domingo en el gozo de las bendiciones por la restauración del evangelio de Cristo.
“Todos estamos ayunando y el Espíritu se siente muy fuerte”, informó Wilfred Rosa. “Podemos sentir el poder que proviene de seguir el consejo del profeta. Nuestros hijos son mucho más reverentes de lo que serían normalmente”.
— Jerry Hsieh, de Belmont, Massachusetts, dijo que una conferencia en línea por Zoom, el domingo, con la rama Kendall Square de habla mandarín, proporcionó muchas oportunidades necesarias para ayunar y orar juntos.
“Durante los testimonios de los miembros, muchos mencionaron cuán maravilloso fue reunirse y orar y ayunar en unidad junto con todos los demás miembros de la Iglesia en el mundo”.
Utilizando los medios sociales, Hsieh también invitó a algunos de sus conocidos de la comunidad china del área de Boston para unirse el domingo a la reunión de oración y testimonios de la rama.
“Esa fue una maravillosa oportunidad para estar unidos con nuestros vecinos en un propósito común… Fue un día de oración en el que pudimos ejercer nuestra fe de forma colectiva”.
— Ayunar el domingo junto con sus hermanos santos de los últimos días de todo el mundo dejó a Nancy Muñoz, de Miami, Florida, con un sentimiento de gratitud por tener un profeta viviente y por un Dios atento.
“Cada vez que veo cosas malas en el mundo, pienso en la tristeza que nuestro Padre Celestial debe tener por eso. Me siento contenta de haber podido demostrar mi amor y obediencia a mi Padre Celestial al ayunar hoy. El ayuno me llenó de paz y fortaleza para seguir adelante cada día y sacar lo mejor de las cosas”.
Su hermana, María Isabel García-Craven, de Houston, Texas, agregó que el aceptar la invitación del presidente Nelson para ayunar y orar con otros mundialmente, fue una bendición invaluable.
“Tengo un fuerte testimonio sobre la oración y el ayuno y yo sé que pasaremos esta prueba, sin importar lo que resulte. Nuestra fe y amor por nuestro Padre Celestial y por Su Hijo crecerán y se fortalecerán más”.
— El maratonista olímpico, y esposo y padre, Jared Ward, de Provo, Utah, también utilizó el Twitter el domingo para testificar del llamado profético del presidente Nelson y de su invitación mundial para unirse el domingo en ayuno y oración.
“Al reducir el paso hoy — orar y jugar juntos — me hizo recordar que la paz y la felicidad siguen aquí todavía”, informó él a Church News. “Compartimos muchas sonrisas hoy… Sentí la bendición de tener paz”.
— Inés Aristizábal, de Madrid, España, dijo que el ayuno mundial del domingo le dejó un sentimiento de preparación espiritual para “apagar el ruido del mundo” y conectar de nuevo con el Señor.
“Los sentimientos de gratitud me han ayudado a sentir paz y a tener confianza en un futuro que algunos llamarían incierto. El hecho de que podamos tener paz en nuestro corazón es un milagro que solo Dios puede hacer posible”.
— Juan Carlos Romero, de Cartagena, Colombia, dijo que el seguir “el llamado de nuestro amado profeta para ayunar” invitó al Señor a entrar a su hogar el domingo.
“Las lágrimas han rodado por mis mejillas al saber que mi hija mayor [se está preparando] para servir en una misión en El Salvador y que ella fue llamada por el presidente Nelson para eso”, dijo él. “Este ayuno ha fortalecido mi testimonio y a mi familia — y sé que también ha fortalecido a las estacas de Sion”.
— Alex Kelly, de Lafayette, California, dijo que el ayuno del domingo proporcionó la certeza “ de que las cosas van a mejorar”.
Ha sido difícil para Kelly seguir las indicaciones del área de la bahía para quedarse en casa. A él le gusta poder salir y ayudar a los que lo necesitan. Pero la fe, dijo él, precede a la entrega.
“Aun en estas circunstancias, sé que nuestro Padre Celestial puede proveer a Sus hijos con todo lo que necesitan para ser felices”, escribió él. “Este ayuno es una manera inspirada en que podemos mostrar nuestra confianza en Él.
“He visto milagros de ayunos anteriores y creo que los milagros sucederán en todo el mundo como una respuesta a nuestro sacrificio de fe. Me siento consolado al saber que Cristo nos fortalecerá — en especial a los que yo no puedo ayudar — a lo largo de esta prueba compartida. Esta es una excelente oportunidad para edificar Sion y para ser ‘uno en corazón y en voluntad’ con el Señor” (Moisés 7:18).
— Unirse con hermanos santos de los últimos días para el ayuno del domingo invocará los poderes del cielo, dijo Arika Arami Cabrera, de San Lorenzo, Paraguay.
“Hacer estas cosas nos da la esperanza y la paz que se necesitan en el mundo en estos momentos”, dijo ella. “Sé que, si somos obedientes al Señor en este momento, podremos llegar a ser más como Jesucristo”.
— Ricardo Barona, de Oklahoma City, Oklahoma, dijo que el domingo de ayuno abundó en promesas espirituales.
“Sentí fuertemente que Dios ha aceptado este ayuno con todo Su amor”, escribió él. “Sé que el ayuno es una manera poderosa, no solo para medir nuestra fe, sino también para recibir respuestas a nuestras oraciones.
“Estoy agradecido porque mi Padre Celestial me ofrece paz, aun cuando hay tanta inestabilidad en el mundo”.
— Ayunar juntos como Iglesia es una señal de la confianza que compartimos los santos de los últimos días de todas partes, observó Aída González, de Arequipa, Perú.
“Podemos ponernos en las manos del Señor”, escribió ella. “Él nos ama”.