Liderados por el capitán Moroni, los nefitas, en el Libro de Mormón, fortificaron sus ciudades contra sus enemigos excavando “parapetos de tierra” y construyendo “obras de maderos”.
Ellos construyeron torres con “plazas fuertes”, y tales preparativos “asombraron” a sus enemigos (véase Alma 49:5, 8; 50:1-6).
“Tal como las ciudades nefitas de la antigüedad, nosotros podemos fortificar nuestros hogares y establecer una defensa y un refugio”, dijo el élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, a las familias y a las personas reunidas en el Centro de Convenciones del Salt Palace, en Salt Lake City, Utah, el sábado 29 de febrero.
Como oradores principales en el Día del descubrimiento familiar de RootsTech, el élder Stevenson y su esposa, la hermana Lesa Stevenson, dieron ideas para ayudar a los santos de los últimos días a invitar al espíritu de Elías a sus hogares y fortificar a sus familias.

El presidente Russell M. Nelson ha dicho: “El adversario está aumentando su ataque sobre la fe y sobre nosotros y nuestras familias a una velocidad exponencial. Para sobrevivir espiritualmente, necesitamos estrategias para contrarrestarlo y planes proactivos”.
El cambio centrado en el hogar, dijo la hermana Stevenson, citando al presidente Nelson, “tiene el potencial de desatar el poder de las familias”.
“Comoquiera que sus familias parezcan, eso necesita ser protegido”, dijo el élder Stevenson. “Lo que observamos una y otra vez es que el hogar es la defensa más poderosa y el refugio para nuestras familias”.
Compartir historias familiares y testimonios personales
El presidente Nelson define al espíritu de Elías como “una manifestación del Espíritu Santo que testifica de la naturaleza divina de la familia”.
“El espíritu de Elías es acerca de la familia — nuestra familia eterna — pasada, presente y futura”, dijo el élder Stevenson.
Cada verano la hermana Stevenson y su cuñada organizan “El campamento de la abuela” — que es un tiempo para que los primos fortalezcan sus lazos familiares, aprendan habilidades y edifiquen su fe. El año pasado, en el campamento, la familia resaltó la historia de la tía abuela del élder Stevenson, Mary Elizabeth Rollins.
El élder Stevenson y su esposa invitaron a tres de sus nietas al estrado para compartir el impacto de la historia de Mary Elizabeth Rollins — de cómo Isaac Morley le prestó a ella, siendo una jovencita, la única copia del Libro de Mormón que había en el pueblo; y ella se quedó despierta toda la noche leyéndolo.

“Esa historia me recordó que el Libro de Mormón no es solo para los adultos — es para los jovencitos también. Y Mary era solo una niña cuando lo leyó, así que yo puedo leerlo también”, dijo Sophie, una de las nietas.
Como una sorpresa para sus nietas, el élder Stevenson les mostró un Libro de Mormón que el profeta José Smith le dio a Mary Elizabeth en Nauvoo, y que está ahora en posesión de la Iglesia.
Algunas semanas antes, el élder Stevenson y su esposa conocieron al hermano Kayle Morley, el tataranieto de Isaac Morley, en una conferencia de estaca en Moroni, Utah. “Los caminos que se cruzaron por primera vez hace 190 años, se han cruzado otra vez ahora. Ese es el espíritu de Elías”, dijo la hermana Stevenson.
El élder Stevenson y su esposa mostraron cómo registrar historias usando la aplicación Recuerdos en FamilySearch, y compartieron la historia de cómo se conocieron ellos en la Universidad del Estado de Utah.

Las historias familiares pueden fortalecer a los hijos de muchas maneras, dijo el élder Stevenson, citando un estudio de la Universidad Emory, que concluyó que los hijos que conocen más acerca de las historias de sus familias tienen “niveles altos de autoestima, se desenvuelven mejor familiarmente, tienen niveles bajos de ansiedad, menos problemas de comportamiento y mejor resiliencia”.
Transmitir nombres de familiares
El Libro de Mormón es una recopilación de historias familiares, dijo la hermana Stevenson. El Libro de Mormón muestra también el poder de los nombres de familia.
Por ejemplo, Helamán le puso el nombre de Lehi y Nefi a sus hijos. El significado de los nombres de sus familias les dio fortaleza para permanecer con rectitud durante un tiempo de maldad (véase Helamán 5:6-7).
“Transmitir un nombre de familia es una manera distintiva y única en que podemos ayudar a nuestros hijos a sentir una conexión con sus familias eternas y con ejemplos del pasado”, dijo la hermana Stevenson.
Otro ejemplo es el segundo nombre del élder Stevenson: Evan. Su hijo también lo tiene como segundo nombre y es el primer nombre de su nieto, de su padre, de su abuelo y de su bisabuelo.

El élder Stevenson compartió la historia de una pareja que conocieron en Japón y cuyo hijo, Johnny, preguntó a su abuelo, no miembro de la Iglesia, el significado de su segundo nombre, Kurado — “guardián del tesoro”. El interés de Johnny en historia familiar, así como la milagrosa conversión de su madre, llevaron a su abuelo y a su familia a redescubrir sus registros genealógicos familiares que datan del año 831 d.C.
“Johnny en verdad era el ‘guardián del tesoro’ tal como su segundo nombre ‘Kurado’ lo indica”, dijo el élder Stevenson.
Conectar con la familia y establecer tradiciones
La unidad familiar puede proveer de un sentido de pertenencia en un mundo que está llegando a estar más desconectado que nunca, dijo el élder Stevenson. “Aprovechen toda oportunidad de conectarse y conozcan a los miembros de su familia y de su familia extendida durante comidas, reuniones, funerales y demás ocasiones”.

Por ejemplo, cuando la abuela de la hermana Stevenson, Margarite, murió, su familia se reunió y celebró la vida de ella mediante el llenado de cuatro generaciones en el cuadernillo “Mi familia”.
“Esas maneras sencillas de conectar a nuestras familias nos ayudan en nuestros esfuerzos de crear un santuario de fe, y a ayudar a nuestros hijos a saber quiénes son ellos y a dónde pertenecen”, dijo la hermana Stevenson.
Usar la tecnología para hacer el bien
Al fortificar los padres sus hogares, los hijos estarán protegidos al ir al mundo cada día, dijo el élder Stevenson. “Entonces podremos sentirnos seguros de que las fortificaciones que construimos contribuirán a la armadura espiritual que individualmente ellos portan”.
La hermana Stevenson agregó: “Ellos son, después de todo, y como el presidente Nelson nos enseñó, el batallón de jóvenes del Señor”.
La tecnología puede ser una poderosa herramienta para el aprendizaje del evangelio y para las conexiones positivas. Ayuden, enseñen e inviten a los hijos a usar más de su tiempo en sus dispositivos para leer las escrituras, dijo el élder Stevenson.
“En la historia del mundo ustedes son la primera generación de padres e hijos que llevan no solo sus escrituras, sino también su historia familiar personal — su genealogía familiar — y eso está con ustedes todo el tiempo en este pequeño aparato”, dijo él.
Servir juntos en el templo
Un hogar fortificado puede ser una extensión de la Casa del Señor, dijo la hermana Stevenson. “Esforzarse por alimentar un deseo en sus hijos y nietos para asistir al templo como familia y con sus amigos”.
El presidente Nelson dijo en el RootsTech de 2017: “Nuestras recopilaciones de historias y fotos nunca deben ser un punto final por sí mismas — si sabemos quiénes son nuestros ancestros y las cosas maravillosas acerca de ellos, pero los dejamos abandonados del otro lado del velo sin sus ordenanzas — esa distracción no será de ninguna ayuda para ellos, pues permanecerán confinados en su prisión espiritual”.

“Entender la naturaleza eterna del templo les acercará a su familia; y entender la naturaleza eterna de la familia les acercará al templo”, dijo el élder Stevenson.
En conclusión, dijo la hermana Stevenson a la audiencia, “sé que al esforzarse ustedes en hacer lo mejor que puedan, podrán empezar a ‘desatar el poder de la familia’… Ustedes y sus familias pueden llegar a ser una gran fuerza para el bien en el mundo actual”.
El élder Stevenson dijo: “Por favor recuerden que nunca están ni nunca estarán solos. Y yo agregaría que estos ángeles ministrantes saben quiénes son ustedes, ellos se preocupan por ustedes, los aman y llegarán a ser una parte vital de la fortificación de sus hogares. El espíritu de Elías ayuda a que esto sea posible”.
Él entonces dio una promesa: “de que al participar ustedes en esta obra divina, regresará a ustedes, fortificará sus hogares y llegará a ser una defensa y un refugio para ustedes”.