Cuando era profesor de leyes en la Universidad de Chicago en la década de 1960, el presidente Dallin H. Oaks comenzó a realizar investigaciones legales sobre el juicio por asesinato de los asesinos de José Smith, un juicio casi desconocido por completo en la historia de la Iglesia.
Condujo hasta el juzgado del condado de Hancock en Carthage, Illinois, y encontró un gran paquete de documentos indexados con el nombre de uno de los acusados en el juicio — un paquete sellado que aparentemente nunca se había abierto.
Al recordar esta historia durante el Simposio de Historia de la Iglesia de BYU el viernes, 13 de marzo, el presidente Oaks describió los registros que descubrió al abrir el paquete: La firma de John Taylor en una queja en contra de nueve personas por el asesinato de José Smith, la acusación, citaciones de testigos, nombres del jurado y el veredicto escrito de inocencia.
“Tenemos un libro”, le dijo el presidente Oaks con entusiasmo a Marvin S. Hill, un historiador y profesor de BYU con quien el presidente Oaks fue coautor del libro “Conspiración de Carthage”, publicado en 1975. Hill falleció en 2016.
El primer consejero en la Primera Presidencia le dijo a su audiencia en el Auditorio del Edificio de las Oficinas de la Iglesia que, durante 10 años, él y Hill “recorrieron bibliotecas y archivos de todo el país para encontrar toda la información posible acerca de los involucrados en el juicio”. Nada de lo que encontraron puso en duda la integridad del profeta, dijo él.
Poco antes de que el libro se enviara al editor, una fuerte impresión guio al presidente Oaks a encontrar la última información que necesitaban: un conjunto adicional de actas sobre el testimonio del juicio. Descubrió las notas altamente auténticas del escriba de la Iglesia, George Watt, en los archivos de la Iglesia, luego de llegar a ellas gracias a una entrada de un libro detrás de su escritorio en BYU.
“Para mí, esa experiencia es una evidencia que atesoro sobre cómo el Señor nos ayuda en nuestros empeños profesionales rectos, cuando buscamos guía y somos sensibles a los susurros de Su Espíritu”, dijo el presidente Oaks.
El presidente Oaks ha escrito acerca del profeta José Smith en varias funciones por más de 50 años. Durante su discurso en el simposio, titulado “Escribir sobre el profeta José Smith”, compartió lo que ha aprendido al ser guiado por inspiración en la investigación que realizó para muchas de sus obras escritas sobre el profeta de la Restauración.
El Nauvoo Expositor y el ‘presentismo histórico’
Cuando José Smith se desempeñaba como alcalde de Nauvoo, el Consejo Municipal de Nauvoo destruyó la imprenta, esparció los caracteres y quemó copias del Nauvoo Expositor, un periódico que se oponía a la Iglesia. La supresión de ese periódico llevó “directamente al arresto y el asesinato de José Smith”, dijo el presidente Oaks.
El profesor G. Homer Durham, que más tarde se convirtió en historiador de la Iglesia, se refirió a esta acción como “el gran error mormón”.
El interés del presidente Oaks por este asunto se encendió en 1958 cuando sintió la inspiración de examinar escritos sobre el caso de 1931 de Near vs. Minnesota. En este caso, la Corte Suprema de los Estados Unidos revirtió la acción de una corte estatal por primera vez en un caso referente a la libertad de expresión y prensa. Los hechos del caso involucraban la supresión oficial de un periódico, tal como en el caso del Nauvoo Expositor.
Las críticas modernas sobre la acción del Consejo de Nauvoo se han basado en que esas libertades son aplicables a los estados bajo la 14.a enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
“Sin embargo, esa enmienda no se adoptó sino hasta 20 años después de la supresión de Nauvoo”, dijo el presidente Oaks. “La ley en 1844, incluida la interpretación de las garantías constitucionales estatales de una prensa libre, ofrecía un apoyo considerable a lo que Nauvoo había hecho”.
Esta experiencia le enseñó al presidente Oaks a oponerse al “presentismo histórico”, el cual describió como “basarse en perspectivas y culturas actuales para criticar acciones oficiales o personales pasadas”. Él dijo: “Las acciones pasadas deberían ser juzgadas con base en las leyes y la cultura de esa época”.
La quiebra y las propiedades de José Smith al momento de su muerte
El presidente Oaks dijo que su obra más importante fue un artículo de 50 páginas sobre el procedimiento de quiebra de José Smith, en coautoría con Joseph Bentley y publicada en la revista BYU Law Review en 1976.
Al investigar los procedimientos legales en el estado de Illinois y los juzgados federales, el presidente Oaks y Bentley descubrieron la razón por la cual la Iglesia no recibió nada de la propiedad que José tenía en fideicomiso para la Iglesia al momento de su muerte (algunos de los motivos incluían un mal asesoramiento legal y el hecho de que su solicitud de quiebra fuera bloqueada por un gran acreedor).
El presidente Oaks también obtuvo una comprensión sobre las relaciones tensas entre Emma Smith y Brigham Young.
Aunque “en justicia y equidad” estas grandes propiedades pertenecían a la Iglesia cuando José murió, un decreto del juzgado federal determinó que técnicamente José era el dueño y, por lo tanto, estaban sujetas a los derechos matrimoniales de Emma y a los reclamos de los acreedores. La consecuencia de aquello fue devastadora para la Iglesia, que no tenía recursos para mudarse al oeste.
“Sin embargo, Emma tenía un derecho legal claro bajo la ley de Illinois. … Ella solo insistió en lo que legalmente le pertenecía”, dijo el presidente Oaks.
Él continuó diciendo: “Es fácil ver por qué la Iglesia en Utah se sintió perjudicada cuando (Emma) usó esa propiedad para asegurarse la posesión legal de la mansión de Nauvoo y otras propiedades cercanas para ella y su nuevo esposo, Lewis Bidamon”.
La revelación y el Libro de Mormón
A fin de conmemorar el bicentenario del nacimiento de José Smith en 2005, la Biblioteca del Congreso de EE. UU. se asoció con BYU para una conferencia de dos días. Invitaron al presidente Oaks en representación de la Iglesia y él presentó un artículo llamado “José Smith en un mundo personal”.
El presidente Oaks resaltó las cualidades personales del profeta, tales como su entrañable “temperamento alegre natural” y la forma en que los santos a menudo lo llamaban “hermano José”. También enfatizó la juventud comparativa de José — quien recibió la Primera Visión a los 14 años y tradujo el Libro de Mormón a los 23.
“La revelación es la clave para la singularidad del mensaje de José Smith”, le dijo a la audiencia en 2005. “José Smith afirmó por medio de innumerables enseñanzas y experiencias personales que la revelación no cesó con los apóstoles antiguos, sino que continuaba en su día y continúa en el nuestro”.
El presidente Oaks dijo que lo que mejor recuerda sobre aquel evento es lo que nueve eruditos que no son miembros de la Iglesia no dijeron sobre la traducción de José Smith del Libro de Mormón.
Solo un orador, el profesor Robert V. Remini de la Universidad de Illinois, mencionó el Libro de Mormón más que simplemente para decir su nombre. Enfatizando el poco tiempo que le llevó a José traducir, Remini dijo: “Como escritor, lo considero una hazaña absolutamente increíble. ¡Sesenta días! Dos meses para producir una obra de más de 600 páginas y de tanta complejidad y magnitud. ¡Increíble!”.
José Smith y la Constitución de EE. UU.
En 2013 el presidente Oaks fue invitado a presentar a José Smith en una conferencia patrocinada por la Comisión de Preservación Histórica de la Corte Suprema de Illinois y la Biblioteca y Museo Presidencial Abraham Lincoln en Springfield, Illinois.
La conferencia se centraba en los desarrollos históricos y constitucionales de Illinois, incluidos los casos de extradición de José Smith, los cuales (como la esclavitud) involucraban los grandes problemas actuales del poder estatal versus federal.
Durante su discurso en esa conferencia, el presidente Oaks citó algunas declaraciones de José Smith respecto de la Constitución de los Estados Unidos.
“Soy el mayor defensor de la Constitución de los Estados Unidos que hay sobre la tierra”, dijo José Smith. “En mi corazón, siempre estoy listo para morir por la protección de los débiles y los oprimidos en sus justos derechos”.
La Constitución de EE. UU. protegía a José Smith y su pueblo en sus casos de extradición en Illinois. “En una nación que luchaba por equilibrar los derechos de las mayorías y las minorías, los juzgados [en esos casos] actuaron para proteger a un profeta perseguido de lo que probablemente habría sido su muerte en aquel estado”, dijo el presidente Oaks.
El presidente Oaks concluyó su discurso en Salt Lake City con las mismas palabras que compartió en Springfield en 2013:
“El carácter de José Smith era quizás mejor resumido por los hombres que lo conocían mejor y estuvieron más cerca de él en el liderazgo de la Iglesia. Lo adoraban. Brigham Young declaró: ‘No creo que haya un hombre en la tierra que haya conocido a [José Smith] mejor que yo; y me atrevo a decir que, con la excepción de Jesucristo, no ha vivido ni vive en esta tierra un hombre mejor que él’.
“Uno no necesita estar de acuerdo con ese superlativo para sacar la conclusión de que … [él] era, ciertamente, un hombre extraordinario, un gran estadounidense y alguien a quien yo y millones de nuestros compatriotas actuales honran como profeta de Dios”.
Se encuentra disponible una transcripción del discurso del presidente Oaks en Newsroom.ChurchofJesusChrist.org.