DURBAN, Sudáfrica — La diversidad dominó la escena de sonrisas atractivas, cordiales apretones de mano, abrazos cálidos y selfies compartidas a medida que las multitudes de santos de los últimos días se reunieron fuera del Templo de Durban, Sudáfrica, antes, durante y después de sus tres sesiones dedicatorias el domingo, 16 de febrero.
Los tonos vibrantes de los vestidos, las blusas y las corbatas acentuaban los trajes negros y las camisas blancas. Los colores de piel eran de un espectro diverso, desde blancas hasta morenas y oscuras. Los idiomas iban desde el inglés y algo de portugués hasta los chasquidos consonánticos y consonantes oclusivas del xhosa, el zulú y otros idiomas tribales.
Todo esto representa al diverso distrito del Templo de Durban en Sudáfrica, Lesoto y Mozambique. Ellos representan a una familia heterogénea y creciente de santos de los últimos días de Sudáfrica y las naciones vecinas. Y todos representan a los hijos e hijas de Dios.
“La Iglesia tiene una gran capacidad de minimizar esas diferencias y crear una cultura del evangelio independiente de las tradiciones y las etnias”, dijo el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, que presidió y habló en las tres sesiones dedicatorias, además de ofrecer la oración dedicatoria.
“Lo que vieron allí afuera fue la forma en que las doctrinas del evangelio de Jesucristo nos unen, y hoy sentí que estábamos muy unidos como pueblo. Independientemente de cómo luzcan, cómo se vistan, hoy fuimos un solo pueblo — el pueblo de la Iglesia de Jesucristo”.
Dedicar el segundo templo de Sudáfrica
Con la dedicación — incluida la ceremonia pública de la piedra angular al comienzo de la primera sesión — el Templo de Durban se convierte en el templo en funcionamiento No.168 de la Iglesia en todo el mundo y el quinto en el continente africano.
Durante los diez días previos a la dedicación, el élder Rasband y su esposa, la hermana Melanie Rasband, estuvieron hablando con los miembros, misioneros, jóvenes y amigos de la Iglesia pertenecientes al distrito del templo — incluidos dos pares de reyes y reinas, de Lesoto y el pueblo zulú.
“Y aun cuando he estado con dos reyes, hoy tuve la fuerte impresión de que estábamos aquí para adorar y honrar al Rey de reyes”, dijo el élder Rasband, diciendo que esa impresión era “verdaderamente la bendición de nuestro viaje”.
La hermana Rasband dijo que algo importante para ella fue que sus hijos y nietos los acompañaran en el templo y recordaran que “las familias son eternas”.
“La música nos ha elevado a niveles más altos de espiritualidad mientras nos sentábamos y sentíamos al Espíritu crecer y crecer con cada canción”, añadió. “Y poder gritar ‘Hosanna’ al Señor y a nuestro Padre Celestial en gratitud fue una combinación perfecta de nuestros sentimientos”.
El élder Carl B. Cook, de la presidencia de los setenta, que, junto a la hermana Lynette Cook, se unió a los Rasband en sus viajes por Sudáfrica y Lesoto, enfatizó las virtudes y valores de los santos de los últimos días del área.
“Apreciamos la luz que las personas africanas llevan en los ojos. Nos encanta cómo viven y trabajan en familia y comunidades. Sus sonrisas y felicidad genuinas nos elevan, al igual que su fe en Dios y su gratitud por el evangelio restaurado de Jesucristo. Nos inspira su bondad. Aprendemos tanto de ellos”.
Ver a los santos de los últimos días de todas las razas compartir abrazos hoy en día, sin mencionar el compartir espacios comunes como lo hicieron este domingo en los jardines del templo, está muy lejos de lo que fue la segunda mitad del siglo XX en Sudáfrica, cuando la segregación racial, conocida como el apartheid, se desencadenó con desconfianza, ira e incluso violencia entre los blancos y negros del país así como entre las naciones tribales negras.
Percy “Chappy” Winstanley, que presidió la primer estaca de Durban creada en 1981 y vino desde Johannesburgo para asistir a la dedicación en Durban, recordó que los miembros de la Iglesia a menudo ponían en riesgo sus vidas — a veces al ayudar con reuniones y actividades cotidianas.
“Teníamos un miembro del sumo consejo en el Cabo Oriental que tenía que soportar que los alborotadores tiraran piedras contra su auto al ir a abrir la capilla por la mañana”, dijo él. “Luego debía volver [para cerrar el edificio], y nuevamente le tiraban piedras”.
Las preocupaciones por la posibilidad de una guerra civil eclipsaban la vida de las personas hace 35 años, cuando se dedicó el Templo de Johannesburgo, Sudáfrica, en 1985.
“Creo con todo mi corazón que el Señor puso un templo en Johannesburgo para ayudar a derribar el apartheid”, dijo Colin Bricknell, un ex obispo y presidente de estaca de Durban que el año pasado concluyó su servicio de tres años con su esposa, Jennifer Bricknell, como presidente y directora del Templo de Johannesburgo, Sudáfrica. Su hijo, Brad Bricknell, dirigió el comité de la casa abierta y la dedicación del Templo de Durban.
El crecimiento de los santos
Los santos de los últimos días ven al Templo de Johannesburgo como un precursor de los cambios ocurridos en Sudáfrica en la década siguiente a la dedicación del templo — incluida la revisión de la constitución, la abolición del apartheid y una reconciliación y paz entre razas. Lo comparan con el Templo de Freiberg, Alemania, que se mantuvo en funcionamiento detrás de la Cortina de Hierro durante varios años antes de la caída del Muro de Berlín y el comunismo en Europa Central y del Sur.
“El templo tiene un gran significado, no solo para los miembros, sino para Sudáfrica en su totalidad”, dijo Colin Bricknell, señalando que los vestidores compartidos para los visitantes, cuando abrió el Templo de Johannesburgo, iban en contra de las normas de segregación del apartheid.
Y ahora, Sudáfrica tiene otro templo — un segundo testigo del evangelio y del crecimiento y la estabilidad de la Iglesia en el país, así como una oportunidad mayor de bendecir las vidas de los santos de los últimos días.
Durante décadas, la asistencia al templo, no solo para los santos de Durban sino para todos los miembros de Sudáfrica, parecía un desafío debido a la larga distancia. Al principio, “ir al templo” representaba un viaje de 9.000 kilómetros (5.600 millas) para llegar al templo más cercano — en Inglaterra. Más tarde, se reasignó a Sudáfrica al distrito de un templo anunciado en São Paulo, Brasil — también en el extremo sur del planeta pero aún a casi 7.500 kilómetros (4.660 millas) y un hemisferio de distancia.
En la década de 1970, los Bricknell habían ahorrado suficiente dinero para llevar a su familia al templo a fin de sellarse. Sin embargo, cuando los líderes de la Iglesia pidieron donaciones de parte de los miembros sudafricanos para ayudar a financiar la construcción del Templo de São Paulo, la familia sacrificó los ahorros de su viaje.
“Contribuimos con todo lo que habíamos ahorrado para ese viaje familiar”, dijo Jennifer Bricknell. “Y al cabo de un año, tuvimos el dinero para llevar a nuestros cinco hijos al Templo de Salt Lake”.
Aun con el primer templo de África, ubicado en Johannesburgo, los miembros del área de Durban todavía tenían de siete a ocho horas de viaje en autobús o automóvil, lo cual dificultaba la adoración regular en el templo. A menudo, las parejas jóvenes tenían una recepción en Durban por la mañana, antes de su matrimonio, y luego se apuraban a llegar a Johannesburgo para sellarse en el templo ese mismo día, a fin de cumplir con la norma de la Iglesia de esa época de sellarse el mismo día del matrimonio civil.
Los jóvenes de Durban y las áreas aledañas servían misiones de tiempo completo y volvían a casa como personas diferentes, dijo Colin Bricknell. Sin embargo, al regresar a casa — a menudo como los únicos miembros de su familia — se les dificultaba llegar al Templo de Johannesburgo frecuentemente, si es que podían llegar, y entonces, comenzaban a inactivarse. El Templo de Durban ahora ofrece un lugar santo adicional para la adoración, la fortaleza y la estabilidad.
El fin de semana de dedicación en Durban sirvió como un regreso a casa para el élder y la hermana Cook, quienes habían vivido en Sudáfrica cuando él sirvió durante cinco años en la presidencia del Área África Sudeste, incluidos los últimos tres años como presidente. Además, él presidió la ceremonia de la palada inicial del Templo de Durban el 6 de abril de 2016.
“Hace cuatro años, la hermana Cook y yo subimos la colina sobre la que se iba a construir el templo de Durban junto con muchos otros que asistieron a la ceremonia de la palada inicial”, dijo, recordando ese día bello y claro.
“Tuvimos un sentimiento de maravilla al sentarnos en esa ladera vacía. Miramos por sobre el valle y hacia el océano y nos dimos cuenta de que en unos pocos años, se levantaría un templo sobre ese suelo. Me hace sentir muy humilde tener el privilegio sagrado de volver para la dedicación del Templo de Durban que se ha construido para el Señor. Estoy lleno de gozo”.
Otro templo, otra razón
Además, el élder S. Mark Palmer, el élder Joseph W. Sitati y el élder Joni L. Koch, tres setentas autoridades generales que componen la actual presidencia de área, y sus esposas, se unieron al contingente de líderes visitantes de la Iglesia. También lo hizo el élder Kevin R. Duncan, setenta autoridad general y director ejecutivo del Departamento de Templos.
Con un nuevo templo más cercano vienen nuevas oportunidades — de adorar más frecuentemente, llevar a cabo más obra del templo en favor de antepasados fallecidos, y servir más regularmente como obreros de ordenanzas o voluntarios en el templo.
“Para los miembros, esto es algo que deben aprender y comprender — que el templo es un lugar en donde adoramos y al cual asistimos regularmente, adonde tenemos la oportunidad de renovar nuestros convenios”, dijo Winstanley. “Deben aprender ese proceso como lo hicimos en Johannesburgo — que ir al templo no es una visita de una sola vez sino una adoración y un proceso de servicio constantes”.
El élder Cook dijo: “Me emociona pensar en las personas que llenarán este templo — trabajando, sirviendo y haciendo avanzar la obra del Señor aquí en la tierra y en favor de quienes están del otro lado del velo. Es una gran bendición para las personas de aquí, así como para cada uno de nosotros, que nos regocijamos en este templo. Nuestra vida nunca será igual”.
Bricknell, Winstanley y otros creen que el Templo de Durban no solo brindará bendiciones y oportunidades para las personas y las familias, sino que, de alguna forma, tendrá una influencia para bien en el pueblo y en esa tierra — similar a la forma en que se considera que el Templo de Johannesburgo y las promesas pronunciadas por el presidente Gordon B. Hinckley en su dedicación ayudaron a marcar el comienzo de la reconciliación y la paz en Sudáfrica.
Quizás un segundo templo ayude a sostener a los miembros de la Iglesia a medida que buscan una mejor educación y mejores oportunidades de empleo por medio de BYU-Pathway Worlwide o los programas de autosuficiencia de la Iglesia, o ayude a aliviar las dificultades económicas de la nación, o a preparar al pueblo de alguna otra manera, dijo Bricknell.
“Es otro templo y otra razón. El Señor tiene el control de Su tiempo — el ‘designio divino’ del cual habla el élder Rasband”, dijo él. “Lo que los templos han hecho por las personas de Sudáfrica — así como la Iglesia y el evangelio — es elevar sus horizontes y sus metas”.
Detalles sobre el Templo de Durban, Sudáfrica
Dirección: 2 Izinga Drive, Izinga Ridge, 4021 en el distrito de Umhlanga, provincia de KwaZulu-Natal, Sudáfrica
Fecha del anuncio: 1 de octubre de 2011
Ceremonia de la palada inicial: 9 de abril de 2016, por el élder Carl B. Cook, de los setenta
Fecha de terminación: 14 de noviembre de 2019
Casa abierta: 22 de enero al 1 de febrero de 2020
Dedicación: 16 de febrero de 2020, por el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce
Gerentes de proyecto: Alan Rudolph y Anton Fourie
Arquitectos: Brian Everett NWL y Sagnelli: Paton Taylor JV
Contratista: Stefcon Projects
Ingeniero civil: Arup (Pty) Ltd.
Arquitecto paisajista: Uys & White Landscape Architects
Tamaño de la propiedad: 5.86 hectáreas
Zonas verdes: 5.49 hectáreas
Tamaño del templo: 1.845 metros cuadrados (19.860 pies cuadrados)
Altura del edificio: 29.7 metros, incluida la estatua del ángel Moroni (97.5 pies)
Distrito del templo: Las provincias sudafricanas de KwaZulu-Natal y el Cabo Oriental y los países de Lesoto y Mozambique
Diseño: Inspirado en los edificios del centro de Durban, que se encuentra unos 19.3 kilómetros (12 millas) al sur, el templo presenta motivos decorativos de la protea rey, la flor nacional de Sudáfrica, que se exhiben tanto en el interior como en el exterior, desde las puertas de entrada y los bancos de piedra hasta los vitrales artísticos. Los paneles de piedra blanca estriada acentúan las aberturas de las ventanas, el techo de tejas de arcilla roja es similar a los de las casas en las urbanizaciones cercanas, y las raíces africanas de la región se ven representadas en los tallados de la madera y los patrones de las alfombras del interior.
Paisajismo: La propiedad de 5.86 hectáreas se encuentra en la cima de una loma cubierta de hierba que alguna vez fue parte de los extensos campos de caña de azúcar y alberga más de 800 árboles, desde palmas reales hasta árboles del coral. Los 2.800 metros cuadrados de césped incluyen cientos de arbustos, parras y flores.
Vea el interior del Templo de Durban, Sudáfrica
Interior: De manera similar al exterior, las paredes interiores tienen escalones recesivos que dan como resultado líneas de sombra y detalles, mientras que las piezas de carpintería, muebles y puertas son de caoba sapelli, con patrones de diamantes utilizados para resaltar el grano de la madera. El piso incluye alfombras importadas personalizadas y baldosas de mármol italiano, los cuales presentan temáticas africanas con patrones geométricos tribales. Las paredes están adornadas por unas 50 piezas de arte que exhiben el ministerio del Salvador, así como paisajes y vida salvaje africanos y flora y fauna indígena.
Fechas importantes de la historia de la Iglesia en Sudáfrica y Durban
Abril de 1853 — Los misioneros de la Iglesia, provenientes de Utah, comienzan a predicar en Ciudad del Cabo
1855 — La membresía de la Iglesia en el área consta de 176 conversos organizados en seis congregaciones
1863 — Se envía el primer misionero a Durban
Finales de 1800 – Luego de que muchos miembros nuevos emigran a Norteamérica, cesa la obra misional
1903 — Los misioneros regresan a Sudáfrica
1925 — Se construye y dedica el primer centro de reuniones en Johannesburgo
1958 — Primer centro de reuniones en Durban
1970 — Se organiza la primera estaca en Sudáfrica con sede en Johannesburgo
1978 — El presidente Kimball recibe revelación de que todos los varones dignos de 12 años o más pueden ser ordenados al sacerdocio
1981 — Se organiza la primera estaca en Durban
1984 — El primer misionero zulú de tiempo completo del que se tiene registros es llamado a servir en Inglaterra
1985 — Se dedica el Templo de Johannesburgo, Sudáfrica
1992 — Se organiza una nueva misión en Sudáfrica con sede en Durban
1987 — Se publica una traducción parcial del Libro de Mormón en el idioma zulú. Más tarde se publicaron traducciones completas en xhosa (2000), zulú (2003) y tswana (2003)
2011 — El presidente Thomas S. Monson anuncia un nuevo templo en Durban, Sudáfrica
2016 — La ceremonia de la palada inicial del Templo de Durban, Sudáfrica, se lleva a cabo el 6 de abril, presidida por el élder Carl B. Cook, setenta autoridad general y presidente del Área África Sudeste
2020 — El élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dedica el Templo de Durban, Sudáfrica.