En los momentos finales de la Conferencia General Semestral N.° 190 de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el presidente Russell M. Nelson miró a la audiencia virtual mundial y les pidió que aceptaran “una nueva normalidad”.
“El desafío para ustedes y para mí es asegurarnos de que cada uno de nosotros alcance su potencial divino”, dijo el domingo por la tarde. “Hoy en día a menudo escuchamos acerca de ‘una nueva normalidad’. Si realmente quieren abrazar ‘una nueva normalidad’ les invito a que vuelvan su corazón, mente y alma cada vez más a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo. Permitan que esa sea su ‘nueva normalidad’”.
Los santos de los últimos días pueden abrazar una nueva normalidad al arrepentirse diariamente, buscando ser cada vez más puros en pensamiento y hechos, ministrando a otros, manteniendo una perspectiva eterna y magnificando sus llamamientos.
“Mis queridos hermanos y hermanas, vivan cada día para que estén más preparados para conocer a su Hacedor”, dijo él.
Al concluir la conferencia que se llevó a cabo durante la pandemia mundial del COVID-19, el presidente Nelson les pidió a los miembros que permitan que Dios prevalezca en sus vidas, superen los prejuicios, abracen el futuro con fe y sigan adelante.
Él anunció seis templos nuevos —Tarawa, Kiribati; Port Vila, Vanuatu; Lindon, Utah; Gran Ciudad de Guatemala, Guatemala; São Paulo Este, Brasil; y Santa Cruz, Bolivia— lo que aumenta el número total de templos dedicados, anunciados o en construcción a 231.
Los templos bendecirán un mundo donde los informes noticieros están llenos de relatos de violencia, degradación moral y una pandemia mundial mortal. La vida está siendo interrumpida y muchos se sienten aislados y solos, dijo el presidente M. Russell Ballard en la sesión del domingo por la mañana.
“Pienso a menudo en aquellos de ustedes que están sufriendo, preocupados, temerosos o se sienten solos. Les aseguro a cada uno de ustedes que el Señor los conoce, está consciente de sus preocupaciones y angustias, y que Él los ama —íntima y personalmente, profunda y eternamente.
“Cada noche cuando oro, le pido al Señor que bendiga a todos los que están agobiados por el dolor, la soledad y la tristeza. Sé que otros líderes de la Iglesia hacen eco a esa misma súplica. Nuestros corazones, de modo individual y colectivo, están con ustedes y nuestras oraciones se dirigen a Dios en favor de ustedes”.
Hoy se necesitan oraciones por las naciones del mundo.
“No importa cómo o a quién le oren, por favor ejerciten su fe —cualquiera que sea— y oren por su país y por sus líderes nacionales. … No se trata de la política ni de normas. Se trata de la paz y la curación que puede llegar al alma del individuo, así como a las almas de los países”.
El élder Ulisses Soares enseñó que el buscar al Salvador en cada pensamiento y seguirlo con íntegro propósito de corazón requiere alinear la mente y los deseos de uno con los Suyos. Esto significa vivir la vida en armonía con el evangelio de Jesucristo y enfocarse “en todo lo que es bueno”.
La hermana Lisa Harkness dijo el domingo por la mañana que independientemente de sus circunstancias, los santos de los últimos días pueden hacer esfuerzos intencionales “para edificar y aumentar nuestra fe en Jesucristo”.
Los acontecimientos recientes en todo el mundo han golpeado a naciones, comunidades e individuos con pruebas imprevistas, dijo ella. En tales momentos de agitación “nuestra fe puede sentirse colmada hasta los límites de nuestra resistencia y comprensión”. Pero es en estos “tramos difíciles de nuestro viaje” que la fe a menudo es fortalecida.
“Independientemente de nuestras circunstancias, podemos hacer esfuerzos intencionales para edificar y aumentar nuestra fe en Jesucristo. …Nuestra fe aumenta a medida que elegimos creer en vez de dudar, perdonar en vez de juzgar, arrepentirnos en vez de rebelarnos. Nuestra fe se refina a medida que confiamos pacientemente en los méritos, misericordia y la gracia del Santo Mesías”.
El élder Neil L. Andersen dijo que los miembros pueden mejorar en hablar más sobre Jesucristo en sus hogares, con sus hijos, en los servicios de adoración y con quienes los rodean, incluso en las redes sociales.
“Mientras el mundo habla menos de Jesucristo, hablemos más sobre Él’, dijo el domingo por la mañana.
El presidente Henry B. Eyring dijo que el Padre Celestial y Jesucristo quieren que todos regresen a Ellos y lleguen a ser como Ellos. “Su éxito es el éxito de Ellos’, dijo el domingo en la tarde.
El propósito de Dios en la creación de este mundo fue “dar a Sus hijos la oportunidad de demostrar que son capaces y están dispuestos a elegir lo correcto cuando es difícil”, dijo el presidente Eyring. Al hacerlo, cada persona tendría la oportunidad de cambiar su naturaleza para volverse más como Él y “Él sabía que eso requeriría una fe inquebrantable en Él”.
La bendición más grande —un cambio en la naturaleza para llegar a ser más como Él— vendrá solo “cuando demostremos que somos fieles a nuestros convenios durante nuestras pruebas” y cuando “notemos la tribulación de los demás y tratemos de ayudar”, dijo el presidente Eyring. Al levantar las cargas de los demás, aunque sea un poco, “nuestras espaldas se fortalecen y sentimos una luz en la oscuridad”.
El élder Gary E. Stevenson dijo el sábado por la tarde que durante la pandemia del COVID-19, la vida de los santos de los últimos días de todo el mundo ha cambiado. Se interrumpieron las misiones, la obra del templo y la adoración tradicional del día de reposo. Algunos han perdido a sus seres queridos. Muchos se han enfrentado a una desgarradora decepción, el dolor y el desánimo.
“Entonces, ¿cómo sanamos, perseveramos y avanzamos cuando las cosas parecen despedazadas?”. Nefi del Libro de Mormón ofrece una respuesta trascendental. Él conoció muchas aflicciones durante su vida. Sin embargo, su perspectiva del evangelio le permitió ver que había sido “sumamente favorecido del Señor”.
El élder Dale G. Renlund dijo el sábado por la tarde que los santos de los últimos días asimilan los atributos del Padre Celestial y de Jesucristo al amarse unos a otros y seguir la senda del convenio.
“Una persona justa se aleja del pecado y se acerca a Dios, hace convenios con Él y guarda esos convenios. Una persona justa elige obedecer los mandamientos de Dios, se arrepiente cuando falla y sigue intentándolo”.
El élder Jeffrey R. Holland pregunto: ¿Cuánto tiempo se debe esperar el alivio de las pandemias o las pruebas personales, de las dificultades y cargas —incluso cuando los esfuerzos espirituales y las súplicas no producen los resultados anhelados?
“Mientras trabajamos y esperamos juntos por las respuestas a algunas de nuestras oraciones, les ofrezco mi promesa apostólica de que son escuchadas y contestadas, aunque quizás no en el momento ni en la manera en que quisiéramos”, dijo el sábado por la tarde. “Pero siempre se responden en el momento y en la forma en que un padre omnisciente y eternamente compasivo debería responderlas”.
El presidente Nelson concluyó la conferencia general pidiendo a los miembros que dirijan su mirada hacia el Señor Jesucristo, quien encabeza la Iglesia.
“Mis queridos hermanos y hermanas, les bendigo para que sean llenos de la paz del Señor Jesucristo. Su paz va más allá de toda comprensión mortal. Les bendigo con un mayor deseo y capacidad de obedecer las leyes de Dios. Les prometo que, al hacerlo, recibirán una lluvia de bendiciones que incluyen mayor valor, mayor revelación personal, una armonía más dulce en sus hogares y gozo, aun en medio de la incertidumbre.
“Que avancemos juntos para cumplir nuestro mandato divino —el de prepararnos a nosotros mismos y al mundo para la Segunda Venida del Señor”.