Escanee la lista de nombres patrocinados por esa icónica marca de ropa deportiva con el logo híbrido y verá algunos de los más grandes atletas del mundo: LeBron James, Serena Williams, Cristiano Ronaldo.
Ahora puede añadir a la chica Santo de los Últimos Días de 13 años a esa lista.
El fenómeno Olivia Moultrie, una Abejita del sur de California, es oficialmente una profesional después de que recientemente firmó un contrato de endoso con Nike. También firmó con Wasserman, una agencia de deportes y entretenimiento que representa a el Santo de los Últimos Días Tony Finau y a otros atletas A de la lista.
No es sorpresa que las noticias de primera plana destaquen que una joven de edad de secundaria se aleje de las filas amateurs.
El New York Times, Sports Illustrated y USA Today son solo algunas de las publicaciones mundiales que han escrito de la historia de esta miembro de la Iglesia de toda la vida.
Aun si no eres fanático del fútbol, reconocerías la cara de Olivia. Ella hizo un papel en un comercial de Nike que se transmitió durante el reciente evento de los Óscar, donde aparece Serena Williams, la campeona olímpica de gimnasia Simone Biles e incluso la sensación del fútbol juvenil, y Santo de los Últimos Días, Sam Gordon.
https://www.youtube.com/watch?v=whpJ19RJ4JY
¨Ha sido súper emocionante para mí, le dijo Olivia al Church News, agregando:” Estoy lista para que empecemos este nuevo capítulo”.
Olivia primeramente fue noticia en el fútbol de la comunidad un par de años antes cuando, a la edad de 11, ella verbalmente se comprometió a jugar en la Universidad de Carolina del Norte, una élite de mujeres del programa universitario de fútbol liderada por el legendario entrenador (y converso de la Iglesia) Anson Dorrance.
Ella también ha representado a los Estados Unidos en competencias internacionales, y ha entrenado con chicos de alto nivel en la Academia de Desarrollo del Fútbol de Estados Unidos.
Olivia y su familia recientemente se mudaron a Oregón para estar cerca de la organización Portland Thorns de la Liga Nacional de Fútbol de Mujeres para continuar su desarrollo, aunque ella no está en la lista de miembros del equipo.

Eche una mirada a los muchos videos en línea que muestran las habilidades y IQ de Olivia en el fútbol. Es obvio que sus habilidades se extienden más allá de su edad. Pero la afable adolescente es inusualmente madura en otras maneras. En las entrevistas ella articuladamente responde a preguntas y cómodamente comparte sus pensamientos acerca de sus metas, de su familia y de sus creencias religiosas.
Ella aprecia que su familia y su fe la mantengan anclada en un inusual momento en su vida.
“En nuestra familia siempre decimos — ‘es la fe; entonces la familia, y luego el fútbol’. Eso es lo que importa más que nada. Eso es lo que siempre está primero, y entonces trato solo de ser la mejor persona posible”.
Olivia viene de una familia de atletas. Su papá y mamá compitieron en deportes interuniversitarios. Su papá, K. C., jugó básquetbol, mientras que su mamá, Jessica, fue una jugadora de fútbol universitario. Alguna clase de pelota siempre rebota en la casa de los Moultrie.
Los deportes ayudan a definir a la familia, dice K.C. “A todos nos encanta competir... Es solo parte de nosotros”.
Olivia es la mayor de las tres chicas Moultrie. A Gabriella, de 11 años, le encanta jugar básquetbol, mientras que a Bella, de 7 años, usualmente juega con una pelota de fútbol en sus pies.

Olivia empezó jugando fútbol cuando tenía cuatro años, en su liga juvenil local, y aprendió fácilmente a “hacer amigos” con la pelota. “Aun a esa joven edad, ella era muy rápida y agresiva”, recuerda su padre.
Para cuando ella tenía 9 años, sus habilidades y dedicación habían acaparado la atención del semillero juvenil de la comunidad futbolística en el sur de California. Muy pronto ella estaba jugando con atletas de más edad para desafiarla a adelantar sus habilidades y facilitar su progreso.
Los Moultries se dieron cuenta de que su hija tenía un talento especial y se esforzaron para apoyar a Olivia en la mejor manera posible. Con cada nuevo logro de ella en su desarrollo, K. C. y Jessica buscaron determinar cuál era el mejor camino para seguir.
“Hubo mucha reflexión y oración en esas decisiones”, dijo K. C. “Sé que eso podría parecer loco a la gente, pero eso era así de importante para nosotros. Y era así de importante para ella”.
Ellos también han observado de cerca el desarrollo de Olivia, buscando cualquier signo que en su entusiasmo por el fútbol no estuviera acorde con sus habilidades.

“Todos los días, la segunda o tercera cosa que decía era: ‘Hey, papá, ¿dónde entrenamos hoy? '... Desde muy temprano (el fútbol) era todo lo que ella deseaba hacer”.
K. C. agregó que él y su esposa fueron atletas exitosos en la universidad. “No somos (el tipo de) gente que necesita vivir sus metas deportivas a través de sus hijos“.
Olivia puede ser una joven enfocada cuando es tiempo de, por decir, completar sus tareas, o competir con otros jugadores que son a menudo mayores que ella. Pero mamá y papá dicen cuándo ella tiene que salir del campo de juego; ella es una chica de 13 años de pleno derecho.
“Los mejores tiempos para Liv son cuando ella está con sus hermanas; cuando ella puede hacer bobadas. Ella las ama y ellas la aman también. Como padres, esos son nuestros momentos favoritos”, dijo K. C.
Aun cuando Olivia navega ampliamente por aguas desconocidas para una joven atleta, la familia planea aprovechar la fe de ellos y los lazos familiares para marchar en buena dirección. Ellos dependen de la oración y el Evangelio para obtener fortaleza y estabilidad.
“Estamos en un tiempo y lugar en donde nuestra familia necesita esas bendiciones… Sabemos que nuestro Padre Celestial oirá nuestras oraciones y las responderá; y nos pondrá en una posición en la que podremos tomar buenas decisiones para nuestros hijos”, dijo K. C.

Ser una joven Santo de los Últimos Días es algo curioso en el altamente competitivo mundo de la élite del fútbol. Mucha de la gente con la que Olivia entrena o compite no tiene un pleno entendimiento de la fe de ella. Eso ofrece oportunidades únicas.
“Le decimos a Olivia: 'Tienes dos responsabilidades: primero, amar, aceptar y tratar a todos con bondad. Segundo, nunca temer de tus creencias”.
No es sorpresa que la decisión de Olivia de dejar la universidad, el firmar con Nike y seguir una no tradicional ruta, haya levantado diferentes opiniones a través de los medios sociales y en otras plataformas. Y sí, dice K. C., ha habido algo de negatividad. Pero muchos reconocen que Olivia es una joven que tiene un inusual talento, y ellos han sido apoyadores y se han emocionado por el éxito de ella.
“La combinación de apoyo y de cómo la gente ha recibido esto, ha sido impresionante y positivo”.
Mientras tanto, Olivia está simplemente emocionada por las posibilidades que le aguardan. “Solo quiero mantenerme progresando y mejorando cada día”.