Alacercarse el final de la segunda década del siglo XXI en el año 2019, la obradel evangelio y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Díasestán — como repetidamente ha dicho el presidente Russell M. Nelson —moviéndose hacia delante a un paso acelerado.
Durante2019 el paso fue marcado por tres cambios de política considerables que hizo laPrimera Presidencia.
Aquíhay un vistazo a los cambios de política considerables anunciados por laIglesia este año, y el impacto que han tenido en los Santos de los Últimos Díasen los EE. UU. y en todo el mundo.
Política referente a bendiciones y bautismos de niños delas parejas LGBT
Enuna declaración emitida el 4 de abril, la Primera Presidencia anunció un cambioa la política de la Iglesia que permitirá a los niños de padres identificadoscomo lesbianas, gay, bisexuales o transgénero ser bendecidos como infantes ybautizados en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sinnecesidad de ser aprobados antes por la Primera Presidencia. El cambio a la políticaviene como una revocación de una política anterior de la Iglesia que se emitióen 2015, y que requería que los niños criados por padres LGBT tuvieran laaprobación de la Primera Presidencia para ser bautizados.

Ladeclaración de la Primera Presidencia también anunció que la Iglesia notrataría más en el futuro a los matrimonios con personas del mismo sexo comouna forma de “apostasía”, para los propósitos de disciplina de la Iglesia. Ladeclaración clarificó que, mientras el matrimonio entre personas del mismo sexoes todavía considerado una “transgresión seria”, la inmoralidad homosexualsería tratada, a los ojos de la Iglesia, en la misma manera que la inmoralidadheterosexual.
Dichoscambios reflejan la continua revelación que ha sido parte de la Iglesia modernadesde su Restauración, explicó la Primera Presidencia.
“Estoscambios de política llegan después de un extenso período de consejos entre lasautoridades generales y el Cuórum de los Doce Apóstoles, y después de fervientey unida oración para entender la voluntad del Señor”, escribieron en ladeclaración el presidente Nelson y sus consejeros de la Primera Presidencia:presidente Dallin H. Oaks y presidente Henry B. Eyring.
ElSeñor ha dirigido por medio de la revelación dada a los profetas, desde eltiempo de Adán y Eva hasta el presente día, dijo el presidente Eyring sobre larevelación continua. “Una razón para ello es que necesitamos la guía del Señorpara enfrentar las cambiantes circunstancias, y Él ha indicado los cambios enla práctica y en la política a través de la historia de la Iglesia”.
LaPrimera Presidencia explicó que los cambios a la política “no representan ungiro en la doctrina de la Iglesia relacionada con el matrimonio o con los mandamientosde Dios, referentes a la castidad y la moralidad”.
Ladoctrina del plan de salvación no cambiará, ni tampoco la importancia de lacastidad, escribieron ellos.
Al hablar por primera vez en un devocional de BYU desde que llegó a ser presidente de la Iglesia, el presidente Nelson abordó el tema del cambio a la política LGBT como parte de su discurso sobre “El Amor y las Leyes de Dios”, en el Marriot Center, en Provo, Utah, el 17 de septiembre.

Usandoel cambio a la política LGBT como ejemplo, el presidente Nelson explicó que laPrimera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles no pueden cambiar lasleyes de Dios. Sin embargo, ellos sí pueden “ajustar la política cuando elSeñor nos indica a hacerlo”.
Yél luego agregó: “Ya que la Restauración sigue en marcha, los cambios de políticaprobable y seguramente continuarán”.
Política en cuanto al periodo de espera de un año para elmatrimonio en el templo en los EE. UU.
El6 de mayo la Iglesia anunció que se descontinuaría la política de un año deespera que se requería a las parejas que se habían casado civilmente antes decasarse o sellarse en el templo.
Lanueva política establece un estándar mundial en la Iglesia en cuanto almatrimonio civil y los sellamientos en el templo. Ya que las leyes locales enmuchos países donde la Iglesia está establecida, fuera de los EE. UU., dicenque una pareja debe casarse civilmente antes de ser sellada en el templo; elcambio de política permite a las parejas una mayor flexibilidad en elplaneamiento cuando determinan las necesidades de sus familias.
Comose detalló en una carta firmada por el presidente Nelson y sus consejeros de laPrimera Presidencia, el cambio en la política permite a un hombre y a unamujer, que se hayan casado civilmente, ser sellados en el templo en cualquiertiempo después de que ellos hayan recibido sus recomendaciones para el templopara la ordenanza del sellamiento.

“Afirmamosque el sellamiento en el templo de un hombre con una mujer ofrece bendicioneseternas a la pareja y a su posteridad, que no pueden obtenerse de ninguna otraforma”, escribió la Primera Presidencia en una carta a los líderes generales ylocales. “Animamos a todas esas parejas a calificar para las ordenanzas desellamiento y para las bendiciones”.
Mientrasque el cambio de política permite más flexibilidad en el planeamiento, laPrimera Presidencia enfatizó que eso no debe ser interpretado como “aminorar elénfasis del sellamiento en el templo”.
“Elsellamiento en el templo de un esposo a su esposa es de significado eterno, yuna experiencia de coronación en el sendero de los convenios”, declaró laPrimera Presidencia.
Conese cambio no hay un tiempo específico en el cual los miembros deben sersellados después del matrimonio civil y, de acuerdo con la carta, “las parejasdignas y preparadas se pueden sellar tan pronto como las circunstancias lopermitan”.
Paralos recién conversos de la Iglesia, sigue vigente el periodo de un año deespera para recibir la investidura y ser sellados en el templo después de serconfirmados. Sin embargo, si los nuevos conversos escogen casarse civilmentedurante ese primer año, ellos aún pueden ser sellados un año después de lafecha de su confirmación.
Política en cuanto a las ordenanzas del bautismo y elsellamiento
Presidente Nelson anunció un cambio histórico de política el 2 de octubre que permite a las mujeres, a los jóvenes y a los niños servir como testigos en las ordenanzas del sellamiento y del bautismo, ambas llevadas a cabo dentro y fuera de los templos.

“Estamosmuy complacidos con estos cambios”, dijo el presidente Nelson a las autoridadesgenerales y a los oficiales de la Iglesia durante la sesión de liderazgo de laConferencia General Semianual 189 de la Iglesia.
Con el nuevo cambio de política, cualquier miembro bautizado de la Iglesia puede servir como testigo en el bautismo de una persona que vive. Para bautismos por los muertos — que se llevan a cabo en los templos por las personas fallecidas — cualquier persona que tenga una recomendación vigente del templo, incluyendo una de uso limitado, puede actuar como testigo. Adicionalmente, cualquier miembro investido, con una recomendación vigente, puede servir como testigo en la ordenanza de sellamiento, tanto por los vivos como por los muertos.
“Laobediencia a los sagrados convenios del templo es esencial para quecalifiquemos para la vida eterna — que es el más grande don de Dios para Sushijos”, dijo el presidente Nelson al comentar los cambios que se han hecho enaños recientes a las ordenanzas del templo y a los procedimientos. “Comolíderes de la Iglesia del Señor, necesitamos entender las verdades eternas quese enseñan en el templo. Necesitamos saber la importancia y la diferencia entrelos convenios sagrados, las ordenanzas y los procedimientos”.
Losajustes a las ordenanzas y/o a los procedimientos no cambian la naturalezasagrada de los convenios asociados, explicó el presidente Nelson. “Los ajustespermiten que los convenios sean plantados en los corazones de las personas queviven en diferentes tiempos y circunstancias”.

Comoel presidente Nelson explicó, el templo es el objetivo de cada actividad y decada avance en la Iglesia. “Todos nuestros esfuerzos de proclamar el evangelio,de perfeccionar a los santos y de redimir a los muertos, conducen al santotemplo”.
Despuésdel anuncio del cambio de política, mujeres de todo el mundo expresaron suemoción y aprecio por el histórico cambio de política. Para muchos, el cambioviene como otro ejemplo del amor del Padre Celestial por Sus hijos, y reafirmaque la Iglesia sigue adelante a un paso acelerado.