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Sarah Jane Weaver: Lo que aprendí del presidente Nelson sobre los colores — y el amor

Claire Crosby canta acompañada por el presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Salt Lake City, el 6 de diciembre de 2019. Crédito: Jeffrey D. Allred, Deseret News
Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, toca el piano mientras Claire Crosby canta, en Salt Lake City, el 6 de diciembre de 2019. Crédito: Jeffrey D. Allred, Deseret News
Martín Vizcarra acepta, del mismo presidente Nelson, un ejemplar de “Enseñanzas del presidente Russell M. Nelson”, en el palacio presidencial de Lima, Perú, el sábado 20 de octubre de 2018. Crédito: Cortesía del presidente de Perú
Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y su esposa, la hermana Wendy Nelson, de pie entre personas que recibieron sillas de ruedas donadas por la organización benéfica Latter-day Saint Charities, en Bu Crédito: Jeffrey D. Allred, Deseret News
Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, junto con su esposa, la hermana Wendy Nelson, miran una capilla destruida en Paradise, California, el domingo 13 de enero de 2019, dos meses después de que los in Crédito: Jeffrey D. Allred, Deseret News

Sentado al piano, y rodeado de resplandecientes adornos de Navidad, el presidente Russell M. Nelson toca Noche de Luz sin partitura. Video cámaras grabaron cuando el presidente Nelson — acompañando a Claire Crosby — llegó a ser el primer líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en realizar un video musical.

Entre las tomas que se hicieron, la estrella de YouTube, de 7 años, le hizo al presidente Nelson esta pregunta: “¿Cuál es su color favorito?”.

“¿Cuál es mi color favorito?”, respondió el presidente Nelson. “Pues, me encantan todos…

Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y su esposa, la hermana Wendy Nelson, abrazan a Claire Crosby, en Salt Lake City, el 6 de diciembre de 2019.
Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y su esposa, la hermana Wendy Nelson, abrazan a Claire Crosby, en Salt Lake City, el 6 de diciembre de 2019. | Crédito: Jeffrey D. Allred, Deseret News

“Es como con los niños”, continuó el presidente Nelson. “¿Tengo algún niño favorito? Oh no.Ttodos son especiales. Azul es especial, amarillo es especial, anaranjado y rojo, me encantan todos”.

La charla fue dulce e ingenua. Fue también profunda.

Compartiendo solo unas cuantas palabras en un ambiente informal, el presidente Nelson nos enseñó a todos algo acerca de las razas, la inclusión y la cultura. Nos enseñó cómo Dios se siente acerca de Sus hijos y del mundo en que vivimos, aprendemos y crecemos.

Sus palabras fueron también un reflejo de su propia vida y ministerio.

Desde que llegó a ser presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el presidente Nelson ha viajado más de 185.075 km en seis continentes, 32 naciones y territorios y 49 ciudades. Él se ha reunido con miembros de la Iglesia en pequeños y grandes espacios — a menudo hablándoles en su propio idioma — y con líderes mundiales. Él también ha hablado con víctimas del crimen, ha consolado a los que sufren y ha reconocido a docenas de niños.

Por ejemplo: Antes de discursar para más de 15.500 miembros de la Iglesia, en Orlando, Florida, el 9 de junio, el presidente Nelson en forma tranquila saludó a Barbara Poma, la propietaria del club nocturno PULSE, donde 49 personas perdieron la vida en un tiroteo en 2016. Además de reconocer su pérdida, él y su esposa, la hermana Wendy Nelson, preguntaron por su hermano, que murió hace pocos años de SIDA.

Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y su esposa, la hermana Wendy Nelson, de pie entre personas que recibieron sillas de ruedas donadas por la organización benéfica Latter-day Saint Charities, en Buenos Aires, Argentina, el miércoles 28 de agosto de 2019.
Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y su esposa, la hermana Wendy Nelson, de pie entre personas que recibieron sillas de ruedas donadas por la organización benéfica Latter-day Saint Charities, en Buenos Aires, Argentina, el miércoles 28 de agosto de 2019. | Crédito: Jeffrey D. Allred, Deseret News

Semanas después, enseguida de anunciar una donación de $100.000 USD de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para reconstruir y renovar las mezquitas dañadas en un ataque mortífero en Christchurch, Nueva Zelanda, el 20 de mayo, el presidente Nelson se puso de pie, entrelazando los brazos con el Dr. Mustafa Farouk, el presidente de las Asociaciones Islámicas de Nueva Zelanda. Al visitar a los líderes de la comunidad musulmana de Nueva Zelanda, en el salón de la Sociedad de Socorro del centro de estaca de la estaca Redoubt Auckland, el sentimiento del presidente Nelson fue claro: “Somos hermanos, somos hermanos”, dijo él.

Y horas antes de hablarles a 12.000 miembros de la Iglesia en la Arena Tecnópolis de Buenos Aires, Argentina, el 28 de agosto, el presidente Nelson personalmente saludó a los niños que recibieron una nueva silla de ruedas en el centro de reuniones local Santo de los Últimos Días. Silvia Carranza, que usa silla de ruedas y dirige la organización que distribuye las sillas de ruedas en Argentina, dijo del presidente Nelson: “Dar a otros es como ver a Jesucristo en otra persona”.

El año pasado, el presidente Nelson se reunió con el presidente Martín Vizcarra, en el palacio presidencial de Lima, Perú, el 20 de octubre de 2018. Pero fue una reunión informal, horas después, la que en verdad conmovió a muchos corazones.

Martín Vizcarra acepta, del mismo presidente Nelson, un ejemplar de “Enseñanzas del presidente Russell M. Nelson”, en el palacio presidencial de Lima, Perú, el sábado 20 de octubre de 2018.
Martín Vizcarra acepta, del mismo presidente Nelson, un ejemplar de “Enseñanzas del presidente Russell M. Nelson”, en el palacio presidencial de Lima, Perú, el sábado 20 de octubre de 2018. | Crédito: Cortesía del presidente de Perú

Bajo las gradas del estadio, antes del devocional en Perú, un pequeño grupo de adolescentes se reunió con el presidente Nelson. Una chica le preguntó al presidente Nelson, con tanta emoción que enmudeció al salón: “¿Qué hago si mis padres ya no están activos en la Iglesia?”.

El presidente Nelson se volvió hacia ella, la miró a los ojos y le dijo: “Tú y yo somos parecidos”. Y entonces él habló de su propia juventud. Le prometió que sus padres notarían la influencia del Salvador en la vida de ella. Le dijo que el Señor sabía de ella y de su familia.

Pocas semanas después de la visita a Perú, un incendio destruyó el hogar de Jeremy and Brynn Chatfield — y otros 18.804 hogares en Paradise, California. Presidente Nelson voló a California para ministrar a los desconsolados Santos. Después de que él le habló a la congregación, el 13 de enero, McKell Chatfield, de 12 años, esperaba para estrecharle la mano al presidente Nelson — pero fue hecha a un lado por otros entusiastas miembros. Entonces, cuando el presidente Nelson se subía a su auto para irse, divisó a McKell de entre la multitud y le pidió que se le acercara y ahí la saludó y le dio un abrazo. Eso fue “muy especial”, dijo la madre de ella.

Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, junto con su esposa, la hermana Wendy Nelson, miran una capilla destruida en Paradise, California, el domingo 13 de enero de 2019, dos meses después de que los incendios forestales destruyeran más de 18.000 casas y negocios.
Presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, junto con su esposa, la hermana Wendy Nelson, miran una capilla destruida en Paradise, California, el domingo 13 de enero de 2019, dos meses después de que los incendios forestales destruyeran más de 18.000 casas y negocios. | Crédito: Jeffrey D. Allred, Deseret News

Cuando el presidente Nelson habló a los miembros en el Centro BYU Jerusalén, el 14 de abril de 2018, Ella Bautuista — una filipina de 7 años, que vive en Tel Aviv y es Santo de los Últimos Días, y en donde su padre encontró empleo como sirviente de casa — insistió en que el presidente Nelson la saludaría personalmente.

Al salir de la reunión, Ella llamó la atención del presidente Nelson. Él se detuvo, tiernamente puso sus manos en la nuca de Ella y la miró a los ojos. “Nunca olvidaremos ese momento y ese día”, dijo el padre de Ella, John Rey Bautuista.

Al pensar en Ella y McKell, y en muchos otros con los que el presidente Nelson ha estado, no es sorpresivo que cuando se le preguntó por su color favorito, el presidente Nelson no hizo distinción, sino que dijo que le encantaban todos.

Otras personas sienten eso en sus interacciones con el profeta.

La siguiente es una apasionada introducción del Rev. Amos Brown, un legendario activista de los derechos civiles y pastor de la histórica Tercera Iglesia Bautista de San Francisco, que con mucho entusiasmo y energía le dio la bienvenida al presidente Nelson, cuando habló a la NAACP en la convención nacional en Detroit, el 21 de julio:

“Esta ha sido una noche trascendental, y se me ha asignado dar las palabras de presentación de un hermano de madre diferente, de una religión diferente y de una raza diferente”, dijo él.

En respuesta a esa introducción, el presidente Nelson abrazó al Reverendo Brown. Ese sencillo acto de amor nos enseña a todos el mismo mensaje que el presidente Nelson compartió con Claire — y con la dueña del club nocturno, con el presidente de la organización humanitaria y con la víctima del ataque a las mezquitas:

“Todos son especiales”, le dijo el presidente Nelson a Claire. “El azul es especial, el amarillo es especial, anaranjado y rojo, me encantan todos”.

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