Cientos de miembros de la Iglesia ingresaron al Centro de Convenciones Gallagher que se encuentra cerca de 27.7 kilómetros (16 millas) al norte de Johannesburgo, Sudáfrica, cuando se abrieron las puertas a las 7 a. m. del domingo 10 de noviembre.
Para el momento en que comenzó la conferencia multiestaca, tres horas después, todos los asientos del amplio centro de conferencias estaban ocupados. Asistieron más de 7500 personas — unas 2000 más de lo esperado — para escuchar al élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
Fue, probablemente, la reunión más grande de santos en la historia de Sudáfrica, dijo el élder Robert C. Gay, de la Presidencia de los Setenta.
Al dirigir la palabra al gran grupo de diversos santos de diferentes idiomas, orígenes y culturas, el élder Holland testificó del Salvador y de Sus enseñanzas con respecto de evitar la contención y ser unidos.
“Sin importar a qué otras cosas seamos leales, ante todo debemos ser discípulos de Jesucristo”, declaró el élder Holland. “Para cualquier problema que haya en el mundo, el evangelio de Jesucristo es la respuesta”.
La histórica conferencia en Johannesburgo fue solo una de las paradas en el viaje del élder Holland por el sudeste de África, que llevó a cabo del 9 al 16 de noviembre junto a su esposa, la hermana Patricia Holland. Juntos, participaron en conferencias de estaca, devocionales para miembros, reuniones misionales y de asuntos públicos, principalmente en Sudáfrica, Angola y Mozambique.
El élder Gay y su esposa, la hermana Lynette Gay; y el obispo presidente, Gérald Caussé, y su esposa, la hermana Valerie Caussé, también viajaron por el sudeste de África haciendo paradas en Sudáfrica, Botsuana, Zimbabue, Kenia y la República Democrática del Congo.
Un área de crecimiento
El élder S. Mark Palmer, setenta autoridad general y presidente del Área África Sudeste, describió la visita del élder Holland, el élder Gay y el obispo Caussé como una “tierna misericordia … en especial en una época tan crucial en la que se está por crear una nueva área y se están formando cuatro nuevas misiones”.
La Iglesia en el Área África Sudeste está experimentando “una extraordinaria época de crecimiento”, dijo el élder Palmer.
El 21 de noviembre, la Iglesia anunció que abrirá ocho nuevas misiones en julio de 2020 — cuatro de las cuales se encuentran en el Área África Sudeste. La Misión Camerún Yaundé, la Misión Etiopía Adís Abeba y la Misión Tanzania Dar es-Salam serán las primeras en sus respectivos países. La Misión Mozambique Beira será la segunda en ese país.
En junio, la Iglesia anunció que el Área África Sudeste se dividirá en dos áreas: el Área África Central y el Área África Sur. Las nuevas áreas se pondrán en funcionamiento en agosto de 2020. La sede del Área África Central estará ubicada en Nairobi, Kenia.
En la actualidad, el Área África Sudeste cuenta con templos en Johannesburgo, Sudáfrica, y Kinshasa, República Democrática del Congo. El Templo de Durban Sudáfrica se dedicará el 16 de febrero de 2020. También se han anunciado templos en Harare, Zimbabue, y Nairobi, Kenia.
“El élder Holland ama a las personas de África”, dijo el élder Gay. El élder Holland aportó una perspectiva invaluable durante su visita, debido a que anteriormente había supervisado el Área África Sudeste y el Área África Oeste durante cerca de 12 años como miembro del Cuórum de los Doce.
El élder Gay explicó que el estrés económico, las relaciones raciales, las tradiciones relativas al matrimonio y la muy necesaria educación y capacitación en alfabetización son algunos de los desafíos que enfrentan los miembros de África. “Fuimos testigos de una gran fe y amor entre los miembros de la Iglesia que visitamos”.
“Esta visita con el élder Holland fue una bendición para mí”, continuó. “Una y otra vez sentí que un apóstol del Señor declaraba su testimonio del Salvador y hacía todo lo que estaba en su poder y fuerza por elevar a las personas de África y llevar a sus corazones la esperanza, liberación y sanación que se encuentran en el evangelio de Jesucristo”.
Un testimonio del Espíritu
Durante la conferencia multiestaca en Johannesburgo, Judith Mahlangu, que recientemente regresó de la Misión Uganda Kampala, habló sobre los desafíos que enfrentó en su misión. Ella reflexionó en una cita que había escuchado y anotado en su diario: “No he llegado hasta aquí solo para llegar hasta aquí”.
Durante el discurso del élder Holland, él invitó a Mahlangu a acompañarlo en el púlpito. “Judith es el mensaje que todos hemos venido a ver y escuchar hoy”, dijo a la congregación. “Ese mensaje es uno de esperanza y fe en la futura influencia que el evangelio tendrá en este continente. Lo que ella simboliza hoy aquí es el futuro de la Iglesia en África”.
Acerca del mensaje de la hermana Mahlangu, el élder Gay dijo: “No puedo pensar en una lección más poderosa para los miembros de todo el mundo — todos nosotros debemos perseverar a través de cualquier desafío que enfrentemos y continuar en la fe hasta que volvamos a casa con nuestro Padre Celestial”.
El élder Holland alentó a todos a venir a Cristo y estar agradecidos por la dádiva de Su gracia, Su Expiación, y Su guía en nuestras vidas. “Si rechazamos la dádiva, rechazamos a Aquel que nos da la dádiva”, dijo él, citando Doctrina y Convenios 88:33.
Esa mañana, sentado entre la congregación, estaba un hombre que es un ex maestro de la escuela dominical en su iglesia bautista. Había estado investigando la Iglesia hacía varios meses.
Este hombre le dijo al élder Palmer que sintió que el élder Holland le hablaba directamente a él cuando dijo: “Si alguno de ustedes nos está visitando esta mañana y no se ha bautizado, debe hacerlo de inmediato”.
“Este buen amigo ha recibido su testimonio del Espíritu y ahora planea bautizarse”, dijo el élder Palmer.
Las palabras no alcanzan para describir el legado espiritual de esa conferencia multiestaca, añadió el élder Palmer. “Sabemos que la generación creciente nunca olvidará su llamado de que cada joven digno sirva una misión y de que muchas más jóvenes también lo hagan.”
La hermana Holland expresó su amor por los santos africanos y les dijo que no teman.
“Dios es el Buen Pastor y Él nos ayudará a ‘no temer mal alguno’”. Ella contó la historia de cuando su joven hijo vio a un pastor en Inglaterra guiando a un temeroso cordero a través de un pequeño arroyo. Una vez que el pastor tomó la iniciativa y condujo al primer cordero a salvo, todos los demás lo siguieron. “No debemos temer cuando seguimos al Señor que es nuestro protector y nuestro guía”, dijo ella.
Al día siguiente, el élder Holland dirigió la palabra a un grupo de misioneros de las misiones Johannesburgo y Botsuana, así como del CCM de Johannesburgo.
Al hablar, les enseñó tres principios para hallar el éxito en la obra misional: primero, tengan el Espíritu y sean obedientes; segundo, “trabajen duro”; y tercero, “enseñen el evangelio usando las revelaciones únicas de la Iglesia. El Libro de Mormón es clave y fue dado justamente para eso ”, dijo él.
De todos los mensajes que los misioneros pueden haber aprendido en los momentos que pasaron con el élder Holland, dijo el élder Palmer, quizás el más significativo fue este: “Poder encontrar a un compañero eterno al que puedan amar, adorar y apreciar de la forma en que vimos que el élder Holland hablaba y trataba a la hermana Holland.”
Evidencia de la veracidad del evangelio
Más de 12 000 santos viven en el país de Mozambique, lugar donde la Iglesia obtuvo reconocimiento oficial en 1996. La primera rama se organizó en la ciudad capital de Maputo.
Durante una conferencia de estaca especial en Maputo, llevada a cabo en el Centro Internacional de Conferencias Joaquim Chissano, el domingo 17 de noviembre, el élder Holland llamó a dos jóvenes de 14 años al estrado.
El élder Holland le preguntó a la congregación de más de 1000 santos cuál sería su reacción si se encontraran con los dos jóvenes y cada uno declarara, como hizo el profeta José Smith, que habían visto al Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo.
“¿Les creerían?”, preguntó el élder Holland. “Debido a un joven de 14 años, el evangelio fue restaurado en su plenitud. … Ustedes no pueden luchar contra la evidencia de lo que vino a partir de esa Primera Visión”.
El élder Palmer dijo que las personas del sudeste de África están agradecidas para siempre por la visita del élder Holland. “Fue en verdad extraordinario presenciar la forma en la que el élder Holland personificaba el amor de Cristo por todos a los que conocía. Ya fuera frente a una gran congregación o en una reunión individual, había una conexión extraordinaria e inmediata entre las almas”.
