NOM PEN, Camboya — Miles de santos de los últimos días del lugar hicieron silencio mientras el presidente Russell M. Nelson mostraba una representación del futuro Templo de Nom Pen Camboya, el martes 19 de noviembre por la noche.
Sin embargo, a esa quietud rápidamente la reemplazó una ola de deleite que se extendió a lo largo del Premier Centre Sen Sok, un salón de exhibiciones y centro de recepciones de Nom Pen.
“Así es como lucirá — ¿no es hermoso?”, preguntó el presidente Nelson, reconociendo la obra sagrada que se lleva a cabo en los templos, para luego agregar: “Prepararse para el templo es una obra sagrada”.
Este es el primer viaje del presidente Nelson a Camboya, una concurrida nación de 16,5 millones de habitantes. Allí, habló como parte de su ministerio por el Sureste de Asia, en el que estará visitando cuatro países en siete días, desde el 15 hasta el 22 de noviembre.
El templo — el primero en Camboya — se ubicará en la calle Confederación Rusa, junto al Instituto de Tecnología de Camboya y frente al Hospital Pediátrico Nacional.
El edificio sagrado es una indicación de que “Dios conoce y ama” a los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Camboya, dijo él.
“No sabemos cuándo se terminará el templo”, dijo el presidente Nelson. “Pero lo que sí sé es esto: Por difícil que sea construir un templo, es más difícil edificar un pueblo preparado para el templo. Este es el momento de comenzar a prepararse para el templo”.
El presidente Nelson le prometió a la congregación de casi 3.000 personas que “Dios los conoce y los ama”.
La preparación individual para asistir al templo bendecirá a las familias, dijo él.
“¿Por qué estamos construyendo un templo en Camboya? Para que las familias puedan estar juntas para siempre. A medida que les sirvan a ellas en el templo, estarán más familiarizados con su santa presencia”.
“Que Tu obra florezca y crezca”
Parado en las riveras del río Mekong en Camboya, el 29 de mayo de 1996, el presidente Gordon B. Hinckley ofreció una oración en favor de la tierra y del pueblo.
En la oración, se refirió a Camboya como un “lugar de gran tradición e historia, que no mira al pasado sino al futuro con optimismo y fe”.
Concluyó la oración con estas palabras: “Rogamos que hombres fuertes, sabios y buenos, que lleven vidas virtuosas, vengan a la Iglesia y se preparen para convertirse en oficiales de los barrios y estacas de Sion aquí, para que Tu obra florezca y crezca de forma notable y maravillosa”.
Al mostrar una fotografía de ese día histórico, el presidente Nelson les pidió a las personas de la congregación que se pusieran de pie si conocen o son familiares de algún santo de los últimos días local.
“Miren lo que ha sucedido, desde aquel pequeño grupo en 1996, a los miles que se encuentran aquí esta noche”, dijo él.
El crecimiento en esta nación ha sido lento pero constante.
El 1 de julio de 1997, se estableció la Misión Camboya. En mayo de 2014, se crearon, en el mismo día, las dos primeras estacas del país. El 7 de octubre de 2018, el presidente Nelson anunció el nuevo templo para el país de casi 15 000 miembros.
Muchas personas de Camboya tienen ancestros que fallecieron sin el conocimiento del evangelio. “No los olvidarán”, dijo el presidente Nelson.
Seang Chen conoció la Iglesia a través de su hermano en 2002. Se bautizó el 7 de diciembre de 2003, junto con su esposa, Meas Choeun. Ambos hijos de la pareja — Chhum Savatey, de 20 años, y Chhum Kim Chhorr, de 23 — comenzaron a preparar los papeles de sus solicitudes misionales esta semana.
Choeun, una presidenta de Sociedad de Socorro de barrio, está ayudando a las mujeres de su barrio a prepararse espiritualmente para el templo. Chen, que se dedica a los bienes raíces, dijo que el presidente Nelson vino a Camboya para que los miembros escuchen un mensaje de Dios.
“Cuando escuché al profeta anunciar el templo, estaba inmensamente feliz. Mis ojos se llenaron de lágrimas”, dijo él. “Sé que el Padre Celestial ama a Camboya y a su gente; es por eso que nos dio un templo”.
“Bendecidos por el profeta”
Más temprano ese día, el presidente Nelson — acompañado por el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles — visitó a la viceprimera ministra, Men Sam An, que es responsable por la labor humanitaria y social en Camboya. Desde 1984, la Iglesia ha brindado 14 millones de dólares destinados a proyectos de ayuda humanitaria en ese país.
“Ella fue cálida y amable, y nos aceptó”, dijo el élder Christofferson. “Entendía lo que la Iglesia ha estado haciendo para ayudar. Estaba agradecida a los miembros de la Iglesia por sus familias fuertes, por la ayuda que hemos proporcionado con las sillas de ruedas, la asistencia médica y otros proyectos.
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Al hablar del templo, el presidente Nelson explicó que cuando la Iglesia construye un templo, “realmente queremos que sea algo valioso para la comunidad y para el país. Estamos aquí para ayudarlos, para bendecir sus vidas. Así que, es importante que sus líderes gubernamentales estén con nosotros desde el comienzo hasta el fin de un proyecto como ese, para que sean parte de la solución y nunca una parte que se pregunte: ‘¿qué están haciendo esas personas?’”
El élder Christofferson dijo que Camboya ha sido un campo fructífero para la Iglesia y seguirá siéndolo. “Deseamos bendecirlos El hecho de que el presidente de la Iglesia estuviera aquí, aunque los números no sean grandes en este momento, dice mucho. Tal como le dijo a la viceprimera ministra, todos son preciados. Estamos aquí para transmitirles ese mensaje”.
Eng Bunhuoch se unió a la Iglesia en 1998 luego de asistir a unas clases de inglés que enseñaban los misioneros. Bunhuoch sirvió una misión en Camboya.
Muchos santos de los últimos días del país todavía no pueden permitirse viajar al templo que está en Hong Kong, dijo él. A Camboya le esperan grandes cosas, dijo él. “Camboya tendrá un templo. Camboya será bendecida por la visita de un profeta”.