CHARLOTTE, Carolina del Norte — Al terminar la Conferencia de liderazgo el sábado, un presidente del cuórum de élderes quien se unió a la Iglesia hace solo tres años se puso de pie y le hizo una pregunta al presidente Henry B. Eyring.
Qué consejo, pregunto el hombre, tendría un miembro de la Primera Presidencia para un Santo de los Últimos Días bastante nuevo, quien se esfuerza por ministrar a los miembros de su cuórum.
“Amen a las personas y oren por ellas”, contestó el presidente Eyring. “El Señor les indicará qué deben hacer”.
El mensaje del presidente Eyring de utilizar las iniciativas y los programas de la Iglesia para cuidar de “la persona en particular” fue la base de la reunión el sábado del sacerdocio, de la Sociedad de Socorro y de otros líderes locales que prestan servicio a las congregaciones en la parte oeste de Carolina del Norte.
Cientos de personas llegaron temprano el sábado por la mañana para encontrar un buen asiento y aprender del presidente Eyring, segundo consejero en la Primera Presidencia, y del élder Gary E. Stevenson del Cuórum de los Doce Apóstoles.
El élder Hugo Montoya, una autoridad general setenta, y el élder Matthew S. Harding, un Setenta de Área, se unieron a las Autoridades Generales que estaban de visita.
Antes de la reunión de capacitación de casi tres horas en el Centro de Estaca de Charlotte Central —que fue seguida por una Conferencia de liderazgo para el sacerdocio— las Autoridades Generales saludaron a los participantes.
Con cada apretón de manos, el presidente Eyring vio a cada uno de sus nuevos amigos a los ojos y “sentí el amor del Señor por ustedes”, dijo él.
El élder Stevenson dijo que poder pasar un sábado por la mañana escuchando el consejo y el testimonio del presidente Eyring era “una oportunidad valiosa”.
“Sé que pudieron sentir una abundancia del espíritu esta mañana”.
El presidente Eyring, el élder Stevenson y las demás Autoridades Generales también participaron de una reunión misional en la tarde con los élderes y las hermanas que prestan servicio en la Misión Carolina del Norte Charlotte. De nuevo, las Autoridades Generales le dieron la mano a todos.
La labor de los apóstoles Santos de los Últimos Días no se limita a Carolina del Norte este fin de semana, indicó el élder Stevenson. Se compartían testimonios apostólicos parecidos en todo el mundo.
El presidente Russell M. Nelson y el élder D. Todd Christofferson recientemente embarcaron en un recorrido de varios países asiáticos. Mientras tanto, los apóstoles compañeros del élder Stevenson, el élder David A. Bednar y el élder Ronald A. Rasband, cumplían con asignaciones similares en Centroamérica y el Pacífico, respectivamente. El élder Jeffrey R. Holland presta servicio en África.
El élder Quentin L. Cook tiene programado rededicar el Templo de Baton Rouge, Luisiana el domingo, 17 de noviembre.
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Ministrar a los demás es un don y una oportunidad valiosa, dijo el presidente Eyring durante su discurso. Él no recuerda muchas de las reuniones ni los procedimientos durante su servicio como obispo hace ya décadas.
“Pero recuerdo cuánto quería a las personas”, dijo él. “Lo que el Señor desea es que ayudemos a las personas.
Satanás, advirtió él, intenta derrumbar a las personas. Todos los cambios organizativos que se están llevando a cabo en la Iglesia están diseñados para proteger a los hijos del Señor. Y cada líder tiene el cargo de contestar una pregunta similar: “¿Qué puedo hacer yo para ayudar al Salvador a que las personas vengan a Él?”.
En su mensaje del sábado por la mañana, el élder Stevenson hizo referencia a la observación del presidente Nelson de que la Iglesia está llena de personas comunes y corrientes que hacen cosas extraordinarias. “Después de ser llamados, debemos hacer todo lo que podamos para llenar la brecha entre ordinario y extraordinario”.
Los Santos de los Últimos Días de hoy viven tanto en “tiempos peligrosos” como en el “cumplimiento de los tiempos”. Un profeta viviente como el presidente Nelson ofrece dirección que uno puede utilizar para navegar el peligro.
El élder Stevenson mencionó los numerosos cambios que se han llevado a cabo en la Iglesia en los últimos años. Hizo referencia al programa para niños y jóvenes de la Iglesia que se implementará dentro de poco y que promoverá el crecimiento por medio del aprendizaje del evangelio, el servicio y las actividades, y el desarrollo personal.
Los cambios organizativos recientes fortalecerán a los hombres y a las mujeres jóvenes. El enfoque de estos cambios es la obra de salvación.
“Los obispos y los obispados están asumiendo una mayor función y énfasis con los jóvenes”, dijo él.
En sus comentarios del sábado por la mañana, el élder Montoya utilizó el video “Vengan y vean” que produjo la Iglesia para demostrar la sencillez de compartir el evangelio y ministrar a los demás.
“Tenemos tantos amigos con quienes podemos compartir el evangelio, solo tenemos que quererlos”.
Él recuerda cuando era un joven misionero y le escribió a una amiga no miembro para invitarla a “venir y ver” el evangelio restaurado. Esta mujer joven aceptó su invitación de asistir a la Iglesia. Después de poco ella compartía sus habilidades de enseñanza en la Primeria y en otras clases. Finalmente, escuchó el mensaje de los misioneros y se bautizó.
Hoy, esa amiga que el élder Montoya invitó a “venir y ver” es su esposa, la hermana María del Carmen Montoya.
El élder Harding enseñó la importancia de delegar de forma apropiada a fin de ser más eficaz en nuestro llamamiento
Las entrevistas de ministración en espíritu de oración, agregó él, pueden ayudar a los miembros a tener una experiencia “más elevada y santa” al cuidar de las personas en el barrio.
Cada una de las conferencias de liderazgo del sábado permitieron un tiempo de preguntas y respuestas de la congregación para las Autoridades Generales que visitaban. Los líderes del área de Charlotte plantearon una variedad de preguntas sobre temas como trabajar con los jóvenes, apoyar a los jóvenes adultos solteros y la naturaleza de la revelación.
Cuando un hombre preguntó sobre la posibilidad de que algún día un templo se construyera en Charlotte, el presidente Eyring contestó: “El Señor decide y Él tiene motivos que nosotros en realidad no sabemos”.
Después de las capacitaciones de liderazgo del sábado, el presidente Eyring, el élder Stevenson y las demás Autoridades Generales hablaron con Church News sobre su estancia con los Santos de los Últimos Días en el oeste de Carolina del Norte.
Hay muchas conversaciones en la Iglesia sobre el ministerio y los cambios, dijo el presidente Eyring.
“Pero de lo que en realidad estamos hablando es de marcar una diferencia en la vida de las personas. Todos los cambios en la Iglesia que parecen ser más que nada estructurales tienen la posibilidad de marcar una diferencia en más vidas con el evangelio de Jesucristo…. El propósito es bendecir la vida de las personas”.
El élder Stevenson habló sobre la “religión pura” como la describió Santiago: “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” (Santiago 1:27).
“Ese es el mensaje que todavía compartimos”, dijo él. “La religión pura es ponernos a la disposición de los necesitados. Los huérfanos y las viudas simbolizan a aquellas personas que tienen grandes necesidades”.
La obra de salvación, agregó el presidente Eyring, incluye a los que están más allá del velo.
Y la obra, él prometió, continúa. “Va a mejorar. A eso nos referimos con las revelaciones continuas. Sabemos que las cosas van a mejorar”.
El presidente Eyring dijo que su cargo apostólico de llevar el evangelio al mundo es una labor gozosa.
“Esta es una oportunidad que nunca me hubiera imaginado que tendría”, dijo él. “No siento que sea un deber. Es un privilegio. Creo que todas las Autoridades Generales están de acuerdo. Es una bendición, no una obligación”.
Su sábado en Carolina del Norte fue enriquecido por la hospitalidad distintiva de las personas de esta área.
“Estas personas son maravillosas”, dijo él. “Tenemos la bendición de venir y servirles. Ellos nos bendicen a nosotros”.