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Oración dedicatoria del Templo de Orem: El élder Christofferson destaca la nobleza y los sacrificios de las generaciones pasadas

‘Ayúdanos a ser fieles en esta época del modo en que ellos lo fueron en la suya,’ dijo el élder Christofferson

A continuación, se encuentra el texto de la oración dedicatoria que ofreció el élder D. Todd Christofferson del Cuórum de los Doce Apóstoles para dedicar el Templo de Orem, Utah, el domingo 21 de enero.

Oh Dios, Padre Eterno, Tú Gran Elohim, Creador de los cielos y la tierra, venimos ante Ti con humildad para dedicar a Ti y a Tu Hijo, este, el Templo de Orem, Utah. Te agradecemos por este privilegio y te rogamos que nos concedas Tu tierna misericordia y que Tu Santo Espíritu nos acompañe.      

Te damos gracias por vivir en los días en que Tu obra se acelera. Gracias por el creciente número de templos diseminados por toda la tierra durante esta época. Estamos agradecidos, amado Padre, por Tu perfecto plan que nos proveyó nuestro primer estado como espíritus en Tu presencia y, ahora, nuestro segundo estado en esta esfera mortal, y la promesa de gloria celestial contigo y con Tu Hijo para todos quienes son “valientes en el testimonio e Jesús”. Gracias por Tu Amado Hijo, cuya Expiación y Resurrección permiten y sostienen Tu plan y, además, nos redimen. Sentimos el impulso de exclamar con gozo “porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria, por todos los siglos” (Mateo 6:13).

Estamos agradecidos por ser miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Muchos de nosotros hemos disfrutado de esta bendición durante toda nuestra vida gracias a la fe y el ejemplo de nuestros padres y madres, abuelos y otros antepasados, quienes con su nobleza y sacrificios edificaron familias de fe que han perdurado y perdurarán a través de las generaciones. Bendícelos, amado Padre, y ayúdanos a ser fieles en esta época del modo en que ellos lo fueron en la suya.

El Templo de Orem, Utah, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el jueves 14 de septiembre de 2023. | Megan Nielsen, Deseret News
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Otras personas que participan en estos servicios dedicatorios, han entrado a la Iglesia como los primeros en las generaciones de su familia. Bendícelos a ellos y a todos los miembros en situación similar, a medida que comienzan una cadena de familias eternas que incluye tanto a sus antepasados como as sus descendientes.

Te agradecemos por el Libro de Mormón, el gran instrumento de recogimiento y conversión que Tú has preparado y preservado para esta gran y última dispensación. Gracias por levantar al profeta José Smith a quien por tu don y poder le permitiste traducir y publicar este extraordinario y poderoso testamento de Tu Santo Hijo, Jesucristo. Concédenos que nuestra fe en el Salvador aumente al estudiar el Libro de Mormón de tal manera que “ten[gamos] poder para hacer cualquier cosa que [te] sea conveniente” (Moroni 7:33).

Padre, reconocemos a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, como el reino de Dios sobre la tierra, encargada de recoger a Tu disperso pueblo del convenio, tanto aquí como en el mundo de los espíritus. Es por eso que oramos, “extiéndase el reino de Dios, para que venga el reino de los cielos, a fin de que tú, oh Dios, seas glorificado en los cielos, así como en la tierra” (Doctrina y Convenios 65:6).

Ahora, Padre, en este día de gozo y alegría, con nuestro corazón lleno de amor y anhelo de complacerte, actuando bajo la dirección de la Primera Presidencia y en virtud de la autoridad del santo Sacerdocio, con humildad dedicamos a Ti y a Tu Hijo, este, el Templo de Orem, Utah de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Te rogamos que aceptes esta ofrenda y pongas Tu nombre y el nombre de Tu Hijo sobre esta casa para que se convierta en La Casa del Señor. Te suplicaos que la presencia de Tu Santo Espíritu esté aquí continuamente.   

Dedicamos los cimientos, los muros y las ventanas, el techo y todos los elementos de la construcción. Dedicamos cada una de las habitaciones, para que cumplan con su propósito. Dedicamos el mobiliario y los accesorios, el equipo mecánico, los hermosos jardines y todo lo demás que forme parte de este santo edificio.

El Templo de Orem en Orem, Utah, el lunes 23 de octubre de 2023. | Kristin Murphy, Deseret News

También dedicamos el centro de estaca y los edificios de servicio ubicados en esta propiedad para el propósito de adorarte en el nombre de Cristo y para llevar a cabo la obra de la Iglesia —la obra de salvación y exaltación— en todas sus facetas.   

Padre Santo, te pedimos que bendigas y protejas este templo y los demás edificios que dedicamos hoy. No permitas que los terremotos, las tormentas u otras fuerzas de la naturaleza los dañen. Te suplicamos que los protejas de personas con malas intenciones y de cualquier forma de profanación. Que a Tus Santos se les permita adorarte y servirte aquí sin distracción o perturbación. Que Tus siervos “salgan [del templo] armados con tu poder, y … tu nombre esté sobre ellos, y los rodee tu gloria, y tus ángeles los guarden” (Doctrina y Convenios 109:22).

Oramos para que bendigas a los líderes, miembros y misioneros de la Iglesia, desde la Primera Presidencia hasta el converso más reciente. Minístranos a través de Tu Santo Espíritu y la gracia de Cristo en nuestras necesidades individuales y en conjunto como el cuerpo de Cristo. Te pedimos que nos llenes de luz y gozo. Que seamos santos.

El Templo de Orem, Utah, en Orem, el lunes 23 de octubre de 2023. | Megan Nielsen, Deseret News

También te rogamos por los Estados Unidos de América, la nación que alberga las oficinas de la Iglesia y unos 85 de sus templos, y otros más que vendrán. En nombre de los justos, te rogamos que esta nación sea preservada en la libertad y que sus cimientos morales sean fortalecidos. Que la mantengas como una fuerza para la libertad y un faro de esperanza en el mundo. Que sus ciudadanos se arrepientan y se vuelvan a Ti para que puedas bendecirlos.    

Dios nuestro y misericordioso, te damos gracias por este día y por este templo. Sobre todo, te agradecemos por Tu Amado Hijo Unigénito, Jesús, el Cristo. Gracias por Su Nacimiento, por Su vida sin pecado, por Su muerte para expiar por nuestros pecados, y por Su resurrección, para que tengamos la inmortalidad y la vida eterna. Elevamos a Ti esta oración dedicatoria de gratitud y súplica en el nombre de Jesucristo, amén.  

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