PROVO, Utah — Al hablar de la misión de la Sociedad de Socorro recién organizada el 17 de marzo de 1842, Emma Smith dijo, “vamos a hacer algo extraordinario… Esperamos ocasiones extraordinarias y llamamientos apremiantes”.
Más de 180 años después, el miércoles, 3 de mayo de 2023 por la noche, la decimoctava presidenta general de la Sociedad de Socorro, la presidenta Camille N. Johnson, le dijo a una multitud de miles de mujeres reunidas en el Marriott Center en el campus de la Universidad Brigham Young, “nosotras — ustedes — estamos listas para brindar alivio, ‘esperando ocasiones extraordinarias y llamamientos apremiantes”.
La presidenta Johnson y sus consejeras, la hermana J. Anette Dennis y la hermana Kristin M. Yee, dieron inicio a la Conferencia de BYU para Mujeres 2023 dando la bienvenida a la audiencia a una de las reuniones de mujeres más grandes del mundo después de una pausa de un año y dos años de presentaciones en línea.
“Como miembros de la Sociedad de Socorro, nos dirigimos unas a otras al Salvador para recibir alivio y seguimos el ejemplo del Salvador de brindar amor como el de Cristo”, dijo la presidenta Johnson. “Proporcionamos alivio — temporal y espiritual — mediante el poder del Salvador, y en el proceso encontramos nuestro propio alivio. Encontramos a Jesucristo”.
Alivio a través de los convenios
La hermana Yee, segunda consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, habló sobre el alivio espiritual al asociarse con el Señor a través de los convenios hechos con Él.
“Él desea estar con nosotros en nuestras preocupaciones y nuestras decisiones. No necesitamos navegar solas en los desafíos, las penas, las inseguridades y las angustias de la vida. Él estará a nuestro lado”, dijo la hermana Yee.
Compartiendo su propio ejemplo de ser una mujer que aún no se ha casado, la hermana Yee dijo que ha sentido el amor y el alivio del Salvador en sus necesidades y preocupaciones personales — recibiendo sanación, sabiduría y fortaleza más allá de las suya propia.
Ella habló de su reciente viaje a las pequeñas islas de Chuuk en Micronesia, a unos 2414 km al sureste de Japón. Allí encontró mujeres que se sentían solas pero que habían guardado sus convenios.
“Estas hermanas son conocidas por su Padre Celestial y por el Salvador, no están solas. Y tampoco lo estamos ustedes y yo en nuestras pruebas y desafíos”, dijo la hermana Yee. “El Señor me envió aproximadamente 13 679 km en avión, tren, automóvil y bote para traer alivio a ‘los que’ están en las islas del mar.
“Y así, Él nos encontrará a ustedes y a mí en nuestras islas personales donde podemos sentirnos solas en las preocupaciones y las cargas que llevamos en nuestros corazones. Él está presente y está preparado para bendecirnos, guiarnos y consolarnos”.
El Señor está dispuesto a ayudar y edificar en las cosas grandes y en las pequeñas. Él ofrece alivio a través de Su expiación, enseñó.
Alivio a través del Maestro Sanador
La hermana Dennis, la primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, compartió parte del trayecto de su hija a través de los desafíos de salud mental y emocional — pero cómo comenzó a ver la mano del Señor en su vida y a experimentar Su poder sanador.
“Hermanas, Jesucristo es el Maestro Sanador y nuestra mayor fuente de alivio”, dijo la hermana Dennis. Ella dijo que a su hija le está yendo muy bien ahora gracias al poder sanador de Jesucristo, particularmente como obra a través de otros.
“Qué bendición es que podamos asociarnos con el Maestro Sanador para ayudar a brindar alivio emocional, espiritual y físico a quienes nos rodean”.
La hermana Dennis citó varios pasajes de las Escrituras, incluyendo Isaías 43:2-5: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; … cuando pases por el fuego, no te quemarás…. Porque yo, Jehová, Dios tuyo… soy tu Salvador… y fuiste de gran estima”.
Ella dio testimonio a través de su propia experiencia personal de que Jesucristo es la máxima fuente de alivio.
“Él nos conoce íntimamente a cada uno de nosotros, nos ama entrañablemente y desea formar parte de nuestras vidas y bendecirnos con el alivio divino que tanto necesitamos”, dijo.
Alivio temporal
Proporcionar el alivio temporal que ofrece el Salvador, mediante el servicio a los demás, cambia la naturaleza y prepara a las personas para el templo, enseñó la presidenta Johnson.
Recientemente viajó a Uganda en África Central, donde vio cómo la Iglesia se ha asociado con UNICEF para brindar ayuda temporal a madres y niños.
“El rebaño del Buen Pastor es conocido y contado. Él conoce a Sus hijos incluso en un rincón remoto de Uganda”, dijo.
La presidenta Johnson dijo que es tanto una bendición como una responsabilidad del convenio que los miembros de la Iglesia brinden alivio temporal a otras personas en todo el mundo. Estos esfuerzos han sumado más de mil millones de dólares en gastos y 6.3 millones de horas de trabajo voluntario.
“Hermanas, sus horas están representadas en esas grandes sumas”, dijo la presidenta Johnson. “El esfuerzo mundial del que formamos parte es una ocasión extraordinaria y un llamamiento apremiante, tal como lo había anticipado Emma”.