En esta época del año, tiendo a tener recuerdos un poco más de lo habitual. En junio de 2011, mi esposo Scott y yo estábamos terminando los preparativos para dejar nuestro hogar y nuestra familia en Provo, Utah, para servir como líderes de misión en la Misión Arizona Phoenix.
Hoy, hay 416 misiones en el mundo, y aproximadamente un tercio de esas misiones cada año pasan a manos de una nueva pareja de liderazgo a finales de junio. Este año, 138 nuevos compañerismos de líderes saldrán a cumplir sus asignaciones de tres años en todo el mundo.
Del jueves al domingo, 22 al 25 de junio, esos nuevos compañerismos se reunirán en el Centro de Capacitación Misional de Provo para el Seminario para Nuevos Líderes de Misión 2023, impartido por todos los miembros de la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles y otras autoridades generales y oficiales, antes de dirigirse a sus asignaciones de misión. Honestamente, es un poco como tratar de beber de una manguera contra incendios, pero es maravilloso.
Sin embargo, la capacitación para la mayoría de estos compañerismos comenzó hace meses.
Cuando nos llamaron a Scott y a mí en febrero de 2011, se nos asignó un tutor de “Predicad Mi Evangelio”, así como un tutor de idiomas (la misión de Phoenix era una asignación de habla hispana para los líderes) para comenzar nuestra capacitación de inmediato.
Nos presentaron uno de los recursos más impactantes, no solo para los misioneros de tiempo completo, sino para todos los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“Predicad Mi Evangelio” y el seminario ocupan un lugar destacado tanto en mi mente como en las noticias del día, con el presidente Russell M. Nelson anunciando la segunda edición del manual.
“Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional” se publicó por primera vez en 2004, y el actual “Predicad Mi Evangelio: Una guía para compartir el evangelio de Jesucristo” ya se encuentra en la aplicación Biblioteca del Evangelio. Descubrí que es uno de los mejores recursos para ayudar a los miembros de todas las edades a solidificar su testimonio de Jesucristo y Su doctrina, así como ayudar a enseñar habilidades que benefician específicamente a los misioneros o maestros.
¿Cuál es mi propósito como misionero? “Invitar a otras personas a venir a Cristo ayudándoles a recibir el Evangelio restaurado mediante la fe en Jesucristo y Su expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del don del Espíritu Santo y la perseverancia hasta el fin”.
Escribí en el margen lateral del manual: “Todo lo que hace un misionero debe estar relacionado con este propósito”. Bien podría escribir, “Todo lo que hace un miembro de la Iglesia/padre/hijo de Dios debe estar relacionado con este propósito”. Sí, este libro es para todos nosotros.
Luego se expone el propósito a lo largo de la guía para ayudar al lector/estudiante a comprender mejor la doctrina de Cristo, aprender y amar el Libro de Mormón y saber cómo reconocer el Espíritu Santo en sus propias vidas para que puedan ayudar a otros a reconocerlo.
Por ejemplo, el capítulo 3, originalmente titulado “¿Qué estudio y enseño?” y ahora “Estudie y enseñe el evangelio de Jesucristo” — tiene cuatro lecciones:
- El Mensaje de la Restauración del Evangelio de Jesucristo
- El Plan de Salvación del Padre Celestial
- El Evangelio de Jesucristo
- Convertirse en discípulos de Jesucristo para toda la vida
Suena bastante parecido a estudiar y enseñar cómo entrar y permanecer en la senda del convenio.
Escuché a mi esposo hablar sobre los “días de los dinosaurios” cuando enseñaba usando un proyector de película, charlas estandarizadas y rotafolios. No me malinterpreten, fue un muy buen misionero. Pero hoy somos aún más bendecidos al aprender los principios del Evangelio y luego tener la flexibilidad de enseñar en cualquier orden o estilo que necesitemos, según nos indique el Espíritu, para llegar a cada persona una por una.
Durante nuestro servicio misional y luego cuando servimos durante cuatro años más en cargos de liderazgo de rama en el Centro de Capacitación Misional de Provo, se nos recordaba constantemente que esta es la obra del Señor. Él está a cargo y sabe lo que necesitamos en cada periodo de tiempo.
Se implementó “Predicad Mi Evangelio”, seguido del uso de teléfonos celulares, tabletas, libros de área digital y enseñanza en línea. El cambio de edad para los misioneros ocurrió mientras servíamos, lo que también encaja en Su propósito. Esos jóvenes misioneros estaban participando en el nuevo programa “Ven, sígueme” para jóvenes de la Escuela Dominical y salieron listos para enseñar. Fue milagroso. Todos los programas estaban preparados para que situaciones como la pandemia se dieran y que el trabajo se desarrollara con la mayor normalidad posible.
Así que tengo un lugar especial en mi corazón para “Predicad Mi Evangelio”. Fue el comienzo para mí de lo que vi como una preparación milagrosa por parte de un amoroso Padre Celestial para preparar a Sus hijos para que primero entendieran, luego internalizaran y amaran Su plan y luego pudieran llevar ese plan de manera más natural a los demás.
Estoy emocionada y agradecida por los nuevos líderes de misión que “irán y harán” a partir de este verano (véase 1 Nefi 3:7). El resto de ustedes, consulten “Predicad Mi Evangelio” en su aplicación Biblioteca del Evangelio; no dejen que sea un tesoro escondido y sin descubrir.
— Cheryl y Scott Taylor fueron líderes de misión en la Misión Arizona Phoenix de 2011 a 2014. Ella es la primera consejera en la Sociedad de Socorro en su barrio en Provo, Utah.
