La primera rama de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la República de Gambia ya se ha organizado, con Samuel O. Amako como presidente de rama.
“Este día es sin duda un día de oraciones contestadas, oraciones que por años se han hecho con las manos levantadas hacia los cielos para que el rostro divino sonría sobre esta belleza Sahelian, Gambia”, dijo el presidente Amako. “Este día es un día de triunfo concedido por la gracia, la misericordia y el amor de un amoroso Padre Celestial, que no hace acepción de personas y ama a todos Sus hijos y todas Sus creaciones”.
El presidente Daniel W. Lewis, presidente de la Misión Costa de Marfil Abidjan Oeste, organizó la rama Banjul el 10 de junio en una reunión con miembros de la Iglesia. Su esposa, la hermana Betty Jo Lewis, lo acompañó. Como parte de esta organización, la rama y Gambia se convirtieron en parte de la misión, informó la Sala de Prensa de la Iglesia en África (en inglés).
El presidente Lewis dijo: “No podemos expresar cuán asombroso ha sido esto. El Señor está haciendo Su obra aquí y apresurándola en Su tiempo”.
La rama surge unos tres meses después de que el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, visitara África Occidental y se reuniera con muchos funcionarios gubernamentales en Gambia. Ayudó a allanar el camino para el estatus legal de la Iglesia en el país.
Los miembros de la presidencia del Área África Oeste de la Iglesia asistieron a la inauguración del presidente del país en enero por invitación y se reunieron con los Santos de los Últimos Días en Gambia a principios de este año.
El presidente Amako dijo: “Nuestra gratitud es sin duda ilimitada y siempre lo será. El milagro de Gambia es un testimonio del poder del santo sacerdocio, un testimonio del poder de la fe, un testimonio del poder de la oración, un testimonio de la belleza del amor, la misericordia y la gracia de Dios. Gambia es otro testimonio de la veracidad del evangelio restaurado de Jesucristo y de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. ¡Aleluya!”