PROVO, Utah – Los programas anteriores de actividades para jóvenes en la Iglesia fueron dirigidos por adultos con la participación de los jóvenes. El programa Niños y Jóvenes es diferente — son los jóvenes guiados con el apoyo de los adultos.
Los jóvenes ya no son los consumidores, sino que ahora son “los innovadores y los líderes”, dijo el presidente general de los Hombres Jóvenes, Steven J. Lund, durante la Semana de la Educación de BYU el viernes, 20 de agosto.
Al concluir la serie de clases compuesta de cuatro partes “Comprensión e implementación del programa para Niños y Jóvenes”, el presidente Lund y la presidenta general de las Mujeres Jóvenes, Bonnie H. Cordon, hablaron sobre “Pastorear a los pastores: ayudar a los jóvenes a liderar”.
Usando el ejemplo del liderazgo perfecto del Salvador, identificaron varios principios que pueden ayudar a los líderes adultos de la juventud a desarrollar la capacidad de las presidencias de cuórum y de clase de los jóvenes.
El élder Neil L. Anderson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó durante el Seminario 2021 para nuevos líderes de misiones en junio que las misiones, los misioneros y la obra misional prosperan cuando son dirigidos con gran amor y altas expectativas, todo lo cual conduce a una mayor fe en el Salvador.
Lo mismo es cierto para los jóvenes, dijeron la presidenta Cordon y el presidente Lund, al mostrar la gráfica que el élder Andersen exhibió durante el seminario.
“Al seguir el ejemplo del Salvador, magnificamos mejor nuestro amor, nuestras expectativas y la fe de nuestra juventud en el Señor Jesucristo”, dijo la hermana Cordon.
Durante Su ministerio terrenal, Jesucristo conoció a las personas en donde las encontró y luego las invitó a una mayor fe. Les ofreció amor y les extendió invitaciones personales, específicas para cada individuo.
Basándose en las historias de Cristo del joven rico, la mujer sorprendida en adulterio y el hombre ciego de nacimiento, la presidenta Cordon preguntó: “¿Qué invitaciones y expectativas podemos dar a los jóvenes para que puedan seguir al Salvador y conocerlo mejor?” Ella enfatizó la importancia de encontrar a los jóvenes en donde estén.
Utilizando la analogía de una goma elástica, el presidente Lund dijo: “Siempre creen expectativas para ellos que estén dentro de su capacidad y que los hagan estirarse”.
Buscar, reconocer y actuar de acuerdo con la revelación a medida que los jóvenes prestan servicio en las presidencias de cuórum y de clase les ayudará a esforzarse.
El presidente Russell M. Nelson: “Necesitamos dejar que los jóvenes lideren, en particular aquellos que han sido llamados y apartados para servir en las presidencias de clase y de cuórum. Se les habrá delegado la autoridad del sacerdocio. Aprenderán a recibir inspiración para liderar a su clase o cuórum”.
Haciendo eco de las palabras del presidente Nelson, la presidenta Cordon dijo: “El Señor no pone un sello de edad en la revelación”. Los jóvenes no son demasiado jóvenes.
Como enseñó el élder Jeffrey R. Holland: “Subestimamos su capacidad y sobreestimamos su experiencia”.
La parte de la experiencia es donde entran los padres y los líderes, dijo la presidenta Cordon. Los jóvenes necesitan formación. El presidente Lund agregó: “Su trabajo como líderes de jóvenes es construir relaciones, ser modelos para ellos de una vida fiel al Evangelio y crear líderes a partir de los 11, 12, 14 y 16 años”.
Hicieron referencia a una cita del presidente Henry B. Eyring, quien dijo: “Si usted … no impartió ningún entrenamiento o no miró para ver que el entrenamiento era suficiente, les falló a ellos y al Señor”.
El presidente Lund recordó a la audiencia los recursos del sitio web de Niños y Jóvenes para orientar a las presidencias de cuórum y de clase.
Añadiendo su testimonio a los compartidos durante las tres clases anteriores, la presidenta Cordon concluyó: “En verdad, este es un momento extraordinario para estos jóvenes. Y este es un momento extraordinario para que ustedes, como padres, como abuelos, como líderes, vean cómo esto se materializa a medida que avanzan.
“Y cuando dirigen y guíen, cuando pidan al cielo por otros… serán los jóvenes valientes que nos ayudarán a salir victoriosos mientras preparamos el mundo para la segunda venida de nuestro Salvador”.