Un joven que está aprendiendo a manejar no se beneficiará mucho si se mantiene sentado en el asiento trasero del auto mientras observa cómo manejan su mamá o su papá. Aprenderá mucho mejor si se coloca detrás del volante, con un padre o un mentor de confianza en el asiento del pasajero.
La presidenta general de las Mujeres Jóvenes, Bonnie H. Cordon, usó esta analogía para ilustrar el aprendizaje impartido a los cuórums y a las presidencias de clase cuando se les invita a tomar el control y dirigir.
Puede que no sea fácil — entregar las llaves del auto — o hacerse a un lado. Sin embargo, “aquellas personas que han sido llamadas a ser padres en este momento, aquellas que han sido llamadas a ser líderes en este momento, es porque el Señor confía en que ellos estarían en el asiento del pasajero dando instrucciones muy claras y concisas”. Dijo la presidenta Cordon.
La presidenta Cordon y el presidente general de los Hombres Jóvenes, Steven J. Lund, se unieron a un episodio reciente del podcast de Church News para analizar cómo volver a participar en el programa de Niños y Jóvenes después de un año de pandemia y cómo apoyar a los jóvenes a medida que asumen un papel de liderazgo.
En respuesta a una pregunta sobre cómo los padres y los líderes pueden mantener el entusiasmo y motivar a los jóvenes, la presidenta Cordon dijo, en lugar de preguntar “¿Cómo lo hacemos ...?” la pregunta debería ser “¿Cómo lo harán ...?”
“Saben cómo hacer esto mejor que cualquier otro grupo porque han sido apartados y pueden recibir la revelación y la inspiración que necesitan para su llamamiento”, dijo sobre las presidencias de cuórum y de clase.
El presidente Lund le da crédito a la presidenta Cordon por haberle enseñado la importancia de plantear las preguntas a los jóvenes. Ellos siempre lo resolverán, le dijo.
“Por improbable que nos suene a los adultos”, dijo el presidente Lund, “siempre parece funcionar, siempre sale bien. Tan pronto como se sienten empoderados, y tan pronto como sienten el peso del momento, de su llamamiento, ellos responden con inspiración”.
Continuó: “El programa para Niños y Jóvenes es un trabajo de mano de obra curiosa, y las respuestas de cómo van a construir su pequeño barco en particular serán únicas para cada barrio, y las respuestas fluirán a través de esos jóvenes”.
Las presidencias de cuórum y de clase también hacen preguntas importantes cuando se reúnen en sus juntas de presidencia, dijo la presidenta Cordon. En lugar de simplemente asignar a alguien para que traiga las papas fritas, planifican una actividad preguntándose: “¿A quién podemos ayudar? ¿A quién podemos edificar? ¿Quién necesita ser parte de esto?”
Otras preguntas pueden ser: “¿Quién no está asistiendo a seminario? ¿Cómo podemos ayudar?” y “¿Quién no tiene una recomendación para el templo de uso limitado? Vamos a prepararlos para que la tengan y puedan estar allí”.
El presidente Lund dijo: “Cuando se involucran en ese trabajo real, entonces suceden cosas asombrosas”.
A medida que los padres y los líderes trabajen junto con las presidencias de cuórum y de clase, los jóvenes ofrecerán una nueva perspectiva, dijo la presidenta Cordon. “Son muy inclusivos e invitan a todos. Y quieren que todos conozcan la bondad del Salvador”.
El presidente Lund enfatizó la fiel respuesta de los jóvenes guerreros a Helamán cuando les preguntó si irían a la batalla: “Y no nos dejará caer” (Alma 56:46). De la misma manera, los jóvenes tienen confianza y fe en el Salvador.
El adversario no quiere que los jóvenes se involucren en este trabajo, dijo la presidenta Cordon, “así que debemos hacer todo lo que podamos como líderes para permitir que estos jóvenes se involucren, porque las promesas para estos jóvenes, conforme se involucren en la obra de salvación y exaltación, son enormes. ...
“Cuando comienzan a trabajar en esto, su confianza aumenta — sin importar cuál sea su tipo de personalidad. Su felicidad y su alegría aumentan”.
Encuentra el podcast con el episodio de la presidenta Cordon y el presidente Lund en thechurchnews.com/category/podcasts [en inglés].