En el Libro de Mormón, el profeta Alma, hijo, describe lo que le sucedió a la gente de la época de su padre después que fueron bautizados, diciendo que “sus almas se ensancharon, y cantaron [la canción] del amor que redime. Y os digo que son salvos” (Alma 5:7-9).
Al contemplar las frases “sus almas se ensancharon” y “cantaron [la canción del] amor que redime”, élder Vern P. Stanfill preguntó a los estudiantes BYU-Pathway de todo el mundo durante un devocional el martes, 25 de mayo, “¿Qué significa? ¿Cuándo sucede? ¿Cómo se manifiesta? ¿Para quién es?”
En su discurso, que se transmitió a los estudiantes de Pathway de todo el mundo, el Setenta Autoridad General no solo explicó lo que significa “cantar la canción del amor que redime”, sino también cómo compartirla con los demás.
El élder Stanfill comenzó sus comentarios hablando del “precioso don de la gracia” y compartió 2 Nefi 25:23, que enseña “es por gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos”.
Luego compartió una cita de élder Ulisses Soares del Cuórum de los Doce Apóstoles, quien enseñó durante la conferencia general de octubre de 2019. Recuerden que el don de la gracia del Salvador “no se limita necesariamente, en cuanto al tiempo, a ‘después’ de hacer cuanto podamos. Podemos recibir Su gracia antes, durante y después del tiempo en que ponemos nuestro propio esfuerzo”.
Ésta es la gracia que describe el Salvador cuando invita a las personas a poner su carga sobre Él y aceptar la carga que Él ofrece, dijo el élder Stanfill.
¿Cómo sabe Él lo que pueden soportar las personas? preguntó el élder Stanfill. Al responder, compartió Alma 7:12, “Y tomará sobre sí la muerte, para soltar las ligaduras de la muerte que sujetan a su pueblo; y sus debilidades tomará él sobre sí, para que sus entrañas sean llenas de misericordia, según la carne, a fin de que según la carne sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos”.
Aunque todos los hijos de Dios deben enfrentar el desánimo, la desilusión, las penas, el dolor, la oposición y la angustia, “el Salvador lo ha sentido todo y, mediante Su gracia, nos ha proporcionado una manera de superar las dificultades de esta vida. Su gracia no solo nos proporciona la redención después de todo lo que podemos hacer, sino la ayuda necesaria para hacer todo lo que podamos”, dijo el élder Stanfill.
La misión del Salvador no era regresar a los hijos de nuestro Padre Celestial exactamente en el mismo estado en que se fueron. “Su misión es devolvernos mejores, más fuertes, transformados después de haber superado las pruebas de esta vida, redimidos y expiados”, dijo.
Cantar la canción del amor que redime es sentir el amor puro de Cristo — “sentir el gozo y la esperanza que proviene de un alma expandida y transformada por un arrepentimiento sincero”, dijo el élder Stanfill.
Alma describe este sentimiento como un gozo exquisito y dulce (Alma 36:21), pero cantar esta canción no es solo sentir la alegría, sino compartirla, continuó el élder Stanfill.
La gracia del Salvador está disponible para todos y “ustedes pueden participar”, dijo el élder Stanfill a los estudiantes. “El amor del Salvador y Su gracia se harán evidentes en sus vidas a medida que lo busquen. Sus cargas pueden aligerarse. La gracia del Salvador les permitirá encontrar el discipulado y ayudar a otros a hacer lo mismo”.