Con el telón de fondo de una pintura del Salvador enseñando a Sus discípulos, el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, testificó a una audiencia de jóvenes adultos que Jesucristo es la fuente de paz y gozo en un mundo desafiante.
“Venir a Él no nos ata ni limita nuestra libertad”, dijo a los estudiantes de la Universidad Brigham Young-Idaho. “Más bien, nos da motivos para tener una firme esperanza y proporciona un ancla sólida para nuestras almas, dándonos una paz interior duradera que necesitamos para vivir en estos días y encontrar descanso en Él. …
“Les testifico que si confiamos en la roca de la salvación, el Salvador de nuestras almas, y actuamos con fe en Su invitación a venir y encontrar descanso en Él, seremos fortalecidos para enfrentar nuestras luchas, nuestras debilidades y nuestras tentaciones, y Él aumentará nuestra capacidad para sentir una paz constante en cada circunstancia de nuestras vidas”.
El élder Soares y su esposa, la hermana Rosana Soares, hicieron hincapié en encontrar gozo y paz a través del Salvador — especialmente en medio de la adversidad — al responder preguntas de un panel de estudiantes durante un devocional de BYU-Idaho, el domingo, 16 de mayo.
El devocional fue transmitido desde el vestíbulo del Edificio de las Oficinas de la Iglesia en Salt Lake City, al que asistieron unos 50 estudiantes de BYU-Idaho que viven en el área de Salt Lake y actualmente están tomando clases en línea o están de vacaciones. El presidente de BYU-Idaho, Henry J. Eyring, dirigió el devocional; su esposa, la hermana Kelly Eyring, también estuvo presente.
Ver las pruebas a través de ‘los ojos de la fe’
Una estudiante llamada Anna preguntó: “¿Cómo puedo hacer que mis oraciones sean más significativas cuando busco respuestas o guía en la vida?”
Cuando se tiene un problema y no se obtiene una respuesta, dijo la hermana Soares, es fácil preguntarse, “¿Qué podría estar mal?”
“Puede ser que no estén haciendo nada malo”, dijo. “Puede ser que no hayan hecho lo correcto durante el tiempo suficiente. Y recuerden, no podemos forzar las cosas espirituales”.
La hermana Soares dijo que ha aprendido a orar con gratitud y verdadera intención y a no volverse casual en su estudio de las Escrituras. “Nuestros corazones no pueden alcanzar a un Dios que no conocemos”, dijo.
El élder y la hermana Soares también respondieron preguntas sobre cómo saber si la carrera o las aspiraciones personales están alineados con el plan de Dios, cómo dejar de preocuparse por lo que piensa el mundo, cómo ayudar a los amigos cercanos que se están alejando de la Iglesia y cómo aprender de los desafíos de la vida.
“Una de las grandes lecciones que he aprendido en mi vida es ver las pruebas a través de los ojos de la fe”, dijo el élder Soares. “He aprendido que la sanación viene, pero en el tiempo del Señor y a Su manera. Si no vemos nuestras pruebas con los ojos de la fe y no confiamos en la sabiduría del Señor, es difícil soportar nuestros desafíos”.
El élder Soares presentó a dos de sus amigos — los estudiantes de BYU-Idaho Yocley Ramon y Mason Powell — para que compartieran cómo superaron desafíos personales con los ojos de la fe.
En un video, Ramon, una estudiante de relaciones internacionales de Hendersonville, Tennessee, describió cómo se alejó de la Iglesia en sus años de la escuela secundaria. Después de asistir a varias iglesias y buscar respuestas, el vacío que sentía la llevó a Dios. Oró para saber si la Iglesia en la que creció y el Libro de Mormón eran verdaderos. Su respuesta llegó con sentimientos de paz, amor y gozo. Más tarde sirvió como misionera en la Misión Utah, Provo.
“Antes, estaba vacía, me sentía sola y no tenía a nadie con quien compartir esa carga o que la llevara conmigo”, dijo en el video. “Pero ahora lo tengo. Tengo al Padre Celestial y a Jesucristo conmigo todo el tiempo. Y no quiero dejar eso nunca más”.
El élder Soares le preguntó a Ramon, quien se unió al devocional a través de una videollamada, cómo el estudio del Libro de Mormón ha seguido ayudándola a superar sus desafíos personales.
“Me ha dado tanta paz y tanta alegría poder encontrar esas respuestas en el Libro de Mormón”, dijo Ramon. Ella testificó que aquellos que tengan el deseo de leer el Libro de Mormón y seguir al Salvador también lo sentirán.
Powell, un estudiante de Ciencias Políticas de San Tan Valley, Arizona, encontró fuerza en el Salvador mientras pasaba por una lesión cerebral traumática en la escuela secundaria. No poder practicar deportes de contacto, tener que dejar sus cursos de nivel avanzado y tener problemas de memoria, “estaba bastante molesto con Dios”, dijo en un video.
Cuando Powell confió en el Señor y se involucró en nuevas actividades con nuevos amigos, dijo que comenzó a “sentirse normal” nuevamente. Tiempo después sirvió en la Misión Canadá Edmonton.
El élder Soares invitó a Powell, que estaba en la audiencia, a que explicara cómo sus desafíos fortalecieron su determinación de allegarse más a Cristo.
“Siento que, al pasar por estas diferentes pruebas y diferentes situaciones en mi vida, al aprender a volver y mirar al Salvador, he aprendido que Él está ahí y me comprende”, dijo Powell. “He adquirido una relación más profunda con Él. Y he ganado esa confianza en Él en todo lo que hago”.
Allegarse a Él
El élder Soares concluyó el devocional prometiendo a los estudiantes que a medida que se vuelvan a Cristo y su doctrina en momentos de duda, dificultad y confusión, “serán bendecidos con las respuestas y la seguridad que todos necesitamos — respuestas que son específicas y personales para todos nosotros, individualmente”.
Al citar la invitación del Salvador de “Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros” (Doctrina y Convenios 88:63), el élder Soares testificó de varias bendiciones que reciben quienes dedican su fe y energía para allegarse a Él, entre las que se incluyen comprender más plenamente quién es Él en realidad; obtener un testimonio profundo y permanente de Su amor, de Su vida, de Su ejemplo, de Su Expiación y de Su Evangelio restaurado; y comprender más claramente las respuestas a las oraciones.
“Los invito a alinear nuestras vidas con las enseñanzas del evangelio de Jesucristo para que cuando nos amenacen las calamidades, sintamos el apoyo del poderoso brazo del Salvador”, declaró el élder Soares.
Al escuchar y prestar atención a la voz apacible y delicada del Espíritu, “no nos desviaremos del camino que conduce al conocimiento y al poder del Salvador en nuestra vida”.
“Ruego que nuestros corazones se llenen del espíritu de amor, de paciencia, de bondad, de caridad, de abnegación que sólo proviene del Salvador y que enriquece nuestra vida y hace que el mundo sea más brillante y mejor”, dijo.
Tony Cruz, un estudiante de BYU-Idaho en la audiencia y que es de la Ciudad de México, México, dijo que ha sido difícil y solitario tomar clases en línea durante la pandemia de COVID-19. “Pero esta experiencia de hoy me hizo darme cuenta y volver a sentir que no estamos solos”, dijo. “El Señor está siempre con nosotros. Y me hace recordar que soy parte de una familia”.
Dayana Martinez de Fresno, Texas, agregó que sintió el amor de Cristo a través de Su Apóstol durante el devocional. “Aunque a veces ni siquiera sabemos cómo hacer las preguntas que tenemos en nuestras almas, Cristo conoce las preguntas que no podemos articular verbalmente. Y Él habla a nuestros corazones”, dijo.
Vea el devocional de BYU-Idaho del élder y la hermana Soares en byui.edu/devotionals.