Pregúntele a la mayoría de los adolescentes cómo se sentirían si se levantaran temprano un sábado, salieran de la casa, pasaran cuatro horas limpiando y recolectando basura y no les pagaran por hacerlo — la palabra “feliz” probablemente no estaría entre sus primeras expresiones e impresiones.
Pero para los varios miles de jóvenes, jóvenes adultos solteros y líderes del suroeste de Utah que participaron en el “Día de servicio de la juventud: un regalo para la comunidad” el 8 de mayo, la palabra “feliz” resultó ser un estribillo común.
“Honestamente, probablemente todavía estaría dormido o viendo la televisión”, dijo Michael Callahan, de 13 años, de St. George, Utah, mientras hacía una pausa después de recoger la basura con su hermano Jacob de 18 años y un pequeño grupo en la marca de la milla 11 de la autopista 18 de Utah.
Pero al darse cuenta de la importancia y el impacto del proyecto de servicio masivo en St. George y sus alrededores, rápidamente se unió, haciendo el sacrificio del sábado. “Estoy feliz”, dijo, “y me siento bien, sabiendo que se verá bien después”.
Los jóvenes locales, los adultos jóvenes y sus líderes se extendieron por todo el condado de Washington, Utah, ayudando con tres docenas de proyectos, incluyendo trabajos de limpieza a la orilla de carreteras estatales, parques estatales, áreas de recreación comunitaria, senderos, lotes baldíos, entradas a basureros y secciones de áreas industriales. El recuento final: más de 3.100 jóvenes y líderes, unas 11.500 horas de trabajo manual y más de 3.000 bolsas de basura recolectadas.
Y cuando el abastecimiento creciente de voluntarios superó la demanda de los proyectos de servicio programados, los líderes compraron 2.000 rosas artificiales y otras flores, y los jóvenes las prepararon y las colocaron en las lápidas de mujeres fallecidas situadas en los cementerios locales como muestra de agradecimiento por el Día de la Madre, celebrado en Estados Unidos al día siguiente.
Abri Wilson, de 13 años, de St. George y sus amigas pusieron especial atención al buscar las lápidas de las mujeres pioneras en el cementerio de la ciudad de St. George. “Me siento feliz”, dijo del servicio ofrecido el sábado por la mañana. “Ellas cruzaron las llanuras y sin ellas, no estaríamos aquí”.
Meya Villahermosa y Holly Francom —dos de las amigas de 12 años de Abri que viven en St George— estuvieron de acuerdo, al reconocer los sentimientos cálidos de gratitud y satisfacción y sonrieron cuando un líder que las acompañaba les recordó que “grandes abrazos en el cielo” les esperaban por su servicio.
Los jóvenes estaban felices de servir, felices de estar afuera y felices de reunirse en una actividad a gran escala después de más de un año de restricciones por la pandemia del COVID-19 que limitaron reuniones, actividades e interacciones. Los proyectos al aire libre permitieron que un gran número de personas se reunieran adecuadamente durante los meses en que los líderes estatales relajaron las precauciones contra la pandemia.
El élder Daren Barney, un Setenta de Área que supervisa la región del condado de Washington, reconoció cómo el gran número de personas hizo que el trabajo fuera liviano. “Los jóvenes están ansiosos por participar en buenas causas y actividades, y respondieron con entusiasmo ante la oportunidad de servir y estar juntos este fin de semana”.
Los organizadores esperaban alrededor de 750 participantes, dado que había tantos eventos y actividades conflictivos ese sábado — viajes de fin de semana del Día de la Madre, los Días del Algodón de la ciudad de Washington, deportes y bailes de las escuelas secundarias.
Pero la respuesta entusiasta que siguió dió como resultado la duplicación y luego la triplicación de ese número, ya que los jóvenes y los jóvenes adultos solteros de 32 estacas locales se unieron, primero en St. George y Washington y luego en las comunidades circundantes como Enterprise, La Verkin, Hurricane y Mesquite, Nevada.
Eso resultó en una lucha para encontrar más proyectos y más bolsas de basura, guantes y los distintivos chalecos amarillos de “Manos que Ayudan”.
No se tenía que conducir muy lejos en St. George y sus alrededores antes de encontrarse con un grupo de jóvenes de chaleco amarillo, jóvenes adultos solteros y líderes. Y algunos barrios y estacas que tenían conflictos de programación ese sábado se apresuraron y completaron sus propios proyectos a principios de esa semana.
Craig Drew y Allison Drew sirven como directores del Área de Utah para proyectos humanitarios y de bienestar a gran escala, y ayudan a identificar y organizar grandes proyectos “de una vez y listo” en el área y luego los entregan a los líderes locales. Los Drew quedaron gratamente sorprendidos por la respuesta interminable de los jóvenes voluntarios.
“Uno pensaría, ‘Está bien, cerremos con broche de oro’, y luego nos damos cuenta de que el evangelio se trata de hacer más espacio en la posada”, dijo Craig Drew, quien ayudó a más voluntarios a satisfacer la necesidad de encontrar trabajo al comunicarse con los funcionarios de la ciudad, el condado y el estado, así como con los directores de Love Where You Live (Ama el lugar en donde vives), una fundación local que se enfoca en la limpieza y el embellecimiento de la comunidad.
Allison Drew agregó: “Sabemos que cuando hacemos el bien, nos sentimos bien. Encontramos mayor paz. Nos sentimos conectados entre nosotros. Después de estar aislados debido a la pandemia, es un placer poder servir juntos afuera de manera segura nuevamente”.
La alcaldesa de St. George, Michele Randall, expresó su agradecimiento por los voluntarios que sacrificaron su tiempo para ayudar a la comunidad. “Estoy bastante segura de que tienen otras cosas que preferirían hacer el sábado. … ‘Gracias’ no parece expresar lo suficiente, pero en nombre de nuestra comunidad estamos realmente agradecidos y apreciamos a todos y cada uno de los jóvenes que han participado en este enorme proyecto de servicio”.
Desde el concepto hasta su finalización, el “Día de servicio de la juventud: un regalo para la comunidad” demostró ser una experiencia impactante y un modelo para otros jóvenes de la Iglesia en el Área de Utah y más allá.
“Estamos agradecidos por la forma entusiasta en que los jóvenes del condado de Washington han respondido a la oportunidad de servir en su comunidad”, dijo el élder Craig C. Christensen, un Setenta Autoridad General y presidente del Área de Utah. “Demuestra su bondad y su voluntad de tender la mano y ayudar en cualquier circunstancia”.
Incluso temprano un sábado.