Resumen del discurso:
El ser aún más eficaz en el servicio del sacerdocio se obtiene al comprender por qué a las personas se les otorga el sacerdocio. El propósito de recibir el sacerdocio es permitirles bendecir a las personas por el Señor, haciéndolo en Su nombre.
El servicio del sacerdocio se brinda por amor, y el Señor bendice el servicio que se brinda en Su nombre. La clave para servir y bendecir a los demás en Su nombre es orar para que la gente sienta el amor del Señor a través del servicio amoroso de uno.
Al dar una bendición del sacerdocio, oren para saber qué bendición tiene el Señor reservada. Pida para saber cómo Él quiere bendecir a esa persona, no lo que quieren los demás. “Mi experiencia es que incluso cuando la bendición no es lo que otros desean para ellos mismos o para sus seres queridos, el Espíritu toca los corazones para experimentar aceptación y consuelo en lugar de desilusión”.
Magnificar el servicio del sacerdocio depende de la diligencia de uno para buscar la voluntad y la voz del Señor. Esa magnificación puede llegar lentamente, pero llegará.
Para aquellos que “se sienten pequeños” en la obra del Señor, “los invito a preguntar con oración cómo los ve el Señor. Él les conoce personalmente, Él les confirió el sacerdocio”. Él ama a los poseedores del sacerdocio y confía en ellos para bendecir en Su nombre a las personas que Él ama.