Cuando el presidente Dallin H. Oaks se desempeñaba como consejero en la presidencia de la Estaca Chicago South hace más de 50 años, recibió una invitación para ser el discursante en la reunión sacramental en una unidad cerca de Aurora, Illinois.
Por lo general, cuando recibía una invitación para hablar, recibía impresiones sobre lo que debía hablar. “Cuando me invitaron a hablar en Aurora, no recibí ninguna impresión”, recordó el primer consejero de la Primera Presidencia.
El presidente Oaks detalló esta experiencia en un nuevo video y publicación de blog #Escúchalo, publicado el jueves, 15 de abril, y lo que le enseñó sobre cómo actuar en base a las impresiones del Espíritu.
Mientras el presidente Oaks hacía el viaje de una hora a Aurora, se preguntó de qué hablaría. A mitad de camino del destino, recibió la impresión de hablar de cosas que había observado en los tribunales penales de Chicago. Él siguió la impresión.
“Hablé de los jóvenes que eran enviados a los tribunales por robos de diversa índole, incluido el robo en tiendas”, dijo el presidente Oaks. “Hablé de la gravedad de este tipo de delito y la eficacia de los dependientes, con la ayuda de la policía, a la hora de detener a los jóvenes delincuentes, y lo que les ocurría cuando eran declarados culpables de tales delitos.”
Cuando el presidente Oaks concluyó su discurso, una madre se le acercó y le expresó entre lágrimas su gratitud por el mensaje. Ella le dijo que tenía un hijo que había estado involucrado en un robo en una tienda.
Esta mamá dijo, “Cuando me enteré de que usted iba a hablar esta tarde, y supe de su profesión, le pedí al Señor que dijera algo que ayudara a nuestro hijo. Y lo hizo. Le ha escuchado como nunca nos ha escuchado a nosotros, y le agradezco que haya escuchado el Espíritu del Señor y lo haya seguido.”
El presidente Oaks dijo de esta experiencia: “Cuando reciban una impresión, actúen en consecuencia, por inusual que parezca o por muy inadecuados que se sientan al seguirla. Actúen en consecuencia.”
“Hay un motivo”, dijo él. “Puede que ustedes no lo conozcan, pero las bendiciones los seguirán a ustedes y a alguien más si Lo escuchan.”
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