Hacer preguntas inspiradas puede invitar al Espíritu a enseñar de manera profunda y significativa. Consideren cómo su mente medita la siguiente pregunta: “¿me amas más que estos?” (Juan 21:15)
Cuando el Salvador enseñaba a Sus discípulos y a otros, hacía preguntas para que los oyentes pudieran examinar sus propios corazones y obtener respuestas por sí mismos.
La hermana Lori Newbold, miembro del consejo asesor general de las Mujeres Jóvenes, recordó que cuando era una niña de 13 años, una líder adulta le dijo cosas poco amables en una actividad de la Iglesia. Como resultado, Lori regresó a casa decidida a no volver a ir a otra actividad o clase de las Mujeres Jóvenes. El domingo siguiente, asistió a la reunión sacramental, pero inmediatamente después regresó a casa, manteniendo su determinación de evitar las clases de las Mujeres Jóvenes.
Poco después de que su familia regresara a casa de la Iglesia, su inspirado obispo vino de visita. Cuando salió a relucir el tema de sus sentimientos heridos, él escuchó con amor sus justificaciones para no volver nunca a la clase, y luego le hizo una pregunta que cambió su vida: “¿Vas a dejar que las acciones de otra persona determinen tu salvación?”
Desde esa visita hace tantos años, la hermana Newbold ha tenido esa pregunta en su mente muchas veces, ayudándola a manejar situaciones de una manera más cristiana. Con solo hacer una pregunta inspirada, su líder la ayudó a aprender una lección que se quedó con ella toda la vida.
Al igual que el obispo de la hermana Newbold, los líderes pueden hacer preguntas inspiradas para ayudar a otros a llegar a ser más como el Salvador y aumentar su capacidad de liderazgo. Consideremos algunos tipos diferentes de preguntas que los líderes pueden usar para ayudar a otros a crecer.
Preguntas que invitan a la revelación
Los líderes semejantes a Cristo le preguntan constantemente, cómo quiere que hagamos Su obra. Él nos ha prometido, “Pedid, y recibiréis” (Doctrina y Convenios 4:7). ¿Con qué frecuencia le preguntamos al Señor qué es lo que Él quiere que se haga en lugar de decirle lo que a nosotros nos gustaría que se hiciera?
Ejemplos:
- “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6)
- “Oh Señor, no hay luz en ellos; ¿a dónde nos hemos de dirigir? (Éter 2:19)
- “¿Es esta la dirección correcta? Si no es así, ¿qué quieres que cambiemos?”
El Señor está ansioso por dirigir a todos los que buscan hacer Su voluntad. El Señor les responderá, así como a los que ustedes dirigen, cuando le hagan preguntas que le permitan revelar Su corazón y Su mente.
Preguntas que invitan a la autoevaluación
Los líderes semejantes a Cristo evalúan continuamente lo que saben y lo que necesitan saber, y ayudan a otros a hacer lo mismo. Buscan saber cómo el Señor puede ayudarlos. Las preguntas de autoevaluación invitan al Espíritu Santo a ayudarnos a ver las cosas “como realmente son, y de las cosas como realmente serán” (Jacob 4:13)
Ejemplos:
- “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mateo 16:15)
- “¿Qué más me falta?” (Mateo 19:20)
- “¿Qué tendría que cambiar de mi actitud, creencias o esfuerzo para que esto funcione?”
Cuando tomamos tiempo para autoevaluarnos y ayudamos a los demás a hacer lo mismo, abrimos la puerta a la revelación personal.
Preguntas que invitan a la circunspección
Los líderes semejantes a Cristo “andan con circunspección delante de Dios” (Helamán 15:5). Circunspecto significa ser “cuidadoso para considerar todas las circunstancias y posibles consecuencias”, según Merriam-Webster. Las preguntas son una herramienta esencial para reunir múltiples perspectivas e información que ayuden a tomar decisiones sabias. También invitan a todos a contribuir en la búsqueda de soluciones.
Cuando las personas sienten que están contribuyendo a una causa, es más probable que se involucren y realicen el esfuerzo necesario para hacer realidad una visión.
Las preguntas de circunspección son especialmente importantes al trabajar con jóvenes y niños. Ya sea que se trate de ideas para una actividad semanal o de ideas sobre cómo resolver un problema en el hogar, confiando en que el Señor ha inspirado a sus hijos más pequeños a ser parte de una solución, les dará confianza para buscar su perspectiva y, a su vez, creará milagros.
Ejemplos:
- “¿Qué quieres que yo haga para que tengáis luz en vuestros barcos?” (Éter 2:23)
- “Nefi, ¿qué es lo que ves?” (1 Nefi 11:14)
- “¿En qué no estamos pensando que deberíamos hacerlo?”
A medida que mejora su capacidad de hacer preguntas inspiradas, muestren a aquellos a los que dirigen cómo hacer preguntas ellos mismos, para que también puedan convertirse en líderes semejantes a Cristo. Con la ayuda del Espíritu Santo, podemos escuchar con amor a los que nos dirigen y a los que dirigimos.
Al invitar al Señor con espíritu de oración a que nos ayude a mejorar nuestra capacidad de hacer preguntas, continuaremos convirtiéndonos en líderes más semejantes a Cristo en el cumplimiento de la obra del Señor.
