Existe la tendencia a fragmentar en exceso nuestras vidas, separando la vida personal de la vida de la Iglesia, la vida escolar o la vida laboral, pensando que nunca se pueden mezclar. Muchos piensan que ni siquiera pueden hablar de religión en el trabajo — donde la mayoría de la gente pasa más de la mitad de su tiempo.
Esta separación es un error y “causa que perdamos bendiciones y oportunidades para bendecir a otros”, dijo el élder Mark A. Bragg, Setenta Autoridad General, durante su discurso en el devocional del Ensign College, transmitido el 9 de marzo.
“No hay duda que podemos compartir libremente quiénes somos en todos los aspectos de nuestra vida”.
El élder Bragg enseñó acerca de tres atributos cristianos que prepararían a los estudiantes para sus carreras: la fe, la esperanza y la caridad.
Estos atributos “no solo los convertirán en mejores discípulos de Cristo, sino también en mejores empleados, compañeros de trabajo, gerentes y líderes”, dijo. “He visto estos atributos obrar milagros en las industrias más desafiantes en los tiempos más difíciles”.
¿Por qué aplicar estos atributos cristianos en el lugar de trabajo?
Primero, todas las cosas son espirituales para el Señor, dijo el élder Bragg. “Todo lo que hagan puede aumentar su espiritualidad y acercarlos al Señor. Esta verdad eterna no se detiene solo porque están en el trabajo”.
Segundo, el desarrollar fe, esperanza y caridad “nos lleva a Cristo y nos ayuda a bendecir a otros como Él lo haría”, dijo.
“Estos dones deben ser fundamentales para nuestra propia espiritualidad y forman la base de cómo podemos levantar a quienes nos rodean, incluyendo nuestros compañeros de trabajo”.
La fe
La fe es la confianza en algo, en alguien o en un curso de acción. “Cuando está centrada en Jesucristo, las bendiciones incluyen la confianza de que el curso de sus vidas es aceptable al Señor y que Sus bendiciones están disponibles para ustedes en esta vida”, dijo el élder Bragg. “Es un principio de verdadero poder cuando se combina con la acción”.
El élder Bragg ha demostrado su fe en Cristo en su lugar de trabajo al mantener ciertos artículos en su oficina que lo identifican como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, como una foto del Templo de Los Ángeles, California, donde él y su esposa fueron sellados, un juego de Escrituras o un mapa que mostraba dónde estaba sirviendo su hija en su misión en Lyon, Francia.
“No puedo decirles cuántas conversaciones sobre religión se iniciaron por ese simple mapa”, dijo. “Si las personas están interesadas en ustedes, les preguntarán acerca de esas cosas que son valiosas para ustedes. Y si ustedes están interesados en ellos —y deberían estarlo— harán lo mismo”.
La fe en Cristo puede tener un impacto en el éxito de un negocio, dijo. Como un ejemplo, habló sobre la historia de RC Willey, una tienda de muebles para el hogar que comenzó en Utah y que ha estado en el negocio por más de 80 años. La compañía tiene una regla muy estricta de que sus tiendas nunca abren los domingos — un día en el que la mayoría de las empresas de muebles realizan alrededor de un tercio de sus ventas.
Bill Child, quien se hizo cargo de la empresa en la década de 1950, dijo que esta regla era importante por razones religiosas, “pero también sentimos que el dólar todopoderoso se está volviendo demasiado importante y las familias están siendo empujadas a un lado”.
En 1995, Warren Buffet compró RC Willey y Child le propuso ampliar la tienda fuera de Utah, con la estipulación de que las tiendas permanecerían cerradas los domingos. Aunque Buffet se mostró escéptico, permitió que Child siguiera su criterio comercial y sus convicciones religiosas, y acordaron abrir una tienda en Boise, Idaho. Child prometió que tendría éxito a pesar de que estaría cerrada los domingos.
Un año después, la tienda superó el punto de referencia de Buffet de $30 millones en ventas, con más de $50 millones ese año.
“La fe para hacer las cosas correctas, para mantenerse firmes en sus convicciones, es un principio de poder para bendecir a los demás y ser bendecidos al actuar de acuerdo con esa fe”, dijo el élder Bragg.
La esperanza
La esperanza es una anticipación feliz y una expectativa confiada de un futuro brillante, temporal y eterno. Es más fuerte cuando se basa en la Expiación de Jesucristo y cuando la esperanza se aplica en el lugar de trabajo, es “una estrategia eficaz y probada”, dijo el élder Bragg.
Como ejemplo, explicó cómo MyHeritage creó el laboratorio de pruebas de COVID-19 más grande de Israel porque Gilad Japhet, el fundador y presidente, quería ayudar a su país durante la pandemia. A pesar de las dudas de su junta directiva y del gobierno, Japhet “tenía la esperanza y la confianza para hacer lo correcto”, dijo el élder Bragg.
MyHeritage estableció rápidamente uno de los laboratorios COVID-19 más grandes del mundo, que actualmente procesa alrededor de 20.000 pruebas diarias, dijo. Aunque la esperanza de un futuro más positivo fue el factor motivador, la empresa ha experimentado un crecimiento en los ingresos, incluso durante la pandemia.
El élder Bragg también vio cómo la esperanza puede mejorar el éxito de una empresa durante el tiempo que trabajó para Bank of America. Se le pidió que se hiciera cargo de un departamento en dificultades dirigido por políticos y jueces. Este departamento manejaba la mediación de embargos, lo que significaba que el banco trabajaba con los prestatarios antes del embargo para evitar la venta de su propiedad.
Uno de los cambios que hizo el élder Bragg en este departamento fue un cambio en la visión. En lugar de basar el éxito en la rapidez con que se procesaban los archivos, lo basaríamos en cuántos propietarios podían quedarse con sus casas. “Cambiamos la estrategia”, dijo. “Íbamos a entrar en cada negociación con la esperanza de un resultado positivo para nuestros clientes”.
Un año después, la animosidad y la desconfianza de los políticos habían desaparecido, y en su lugar estaba la esperanza de un futuro mejor. “Todo lo que se necesitó fue un cambio en la visión, infundido por la esperanza de ayudar a los demás”, dijo el élder Bragg.
“La esperanza es una estrategia poderosa y los diferenciará de la multitud muy rápidamente”.
La caridad
“La caridad en el lugar de trabajo simplemente significa preocuparse verdaderamente por la felicidad y el éxito de quienes los rodean”, dijo el élder Bragg. “Significa sentir compasión por sus compañeros de trabajo y el deseo de ayudarlos a sentirse necesarios e importantes. Significa seguir el sencillo ejemplo del Salvador al hacer el bien”.
El élder Bragg citó un hallazgo de Kim Cameron, un profesor de administración y organización de renombre mundial de la Universidad de Michigan que ha estudiado ampliamente la cultura empresarial. Después de estudiar muchas organizaciones, encontró tres actividades importantes para promover un clima positivo: fomentar la compasión, el perdón y la gratitud.
Según Cameron, “cuando los líderes fomentaron un comportamiento compasivo entre los empleados, permitieron el perdón por los pasos en falso y los errores y alentaron las frecuentes expresiones de gratitud, rentabilidad, productividad, calidad, innovación, satisfacción del cliente y la retención de empleados fueron significativamente más altas que en otras organizaciones”.
La compasión, el perdón y la gratitud son atributos cristianos que tienen la caridad en el centro, dijo el élder Bragg. “No se equivoquen al respecto, si pueden desarrollar la caridad en el lugar de trabajo y realmente amar y cuidar a quienes los rodean, el éxito y la alegría seguramente les seguirán”.
Los atributos de Cristo son verdades eternas que no deben ser limitados o fraccionados, o compartidos solo con ciertas personas en ciertos momentos. Son para ser compartidos “en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar en que estuvieseis” (Mosíah 18:9), incluyendo, y especialmente en el lugar de trabajo.
“No nieguen a los demás ni a ustedes mismos las bendiciones que fluyen de vivir en la fe, tener esperanza y mostrar caridad a todos”.