El diccionario Merriam Webster anunció recientemente que la Palabra del Año 2020, según el número de búsquedas realizadas en su diccionario en línea, fue “pandemia”.
El día en que la Organización Mundial de la Salud declaró que el COVID-19 era una pandemia, el diccionario mostró un aumento del 115.806% en las búsquedas realizadas ese día en 2019, informó el élder José A. Teixeira de la Presidencia de los Setenta durante un devocional de BYU el martes, 9 de febrero.
La raíz griega de la palabra nos “muestra el significado claramente”, dijo el élder Teixeira, al explicar que “pan” significa “todos” mientras “demos” significa “pueblo”, así que la palabra significa literalmente, “de todo el pueblo”.
“De un modo u otro todos nos hemos visto afectados por este brote inesperado y la situación de emergencia médica”, dijo.
Sin embargo, el saber qué hacer en tiempos difíciles, es una “bendición extraordinaria” en la vida de los miembros fieles de la Iglesia. “Personalmente, no puedo pensar en una bendición más sublime que tener la compañía y la guía constante del Espíritu Santo y poder recibir el consuelo, la paz y la orientación de Él en nuestras vidas”, dijo el élder Teixeira.
Al citar las palabras del apóstol Pablo —“Ser de ánimo espiritual es vida y paz” (Romanos 8:6) — el élder Teixeira les prometió a los oyentes que, “El elegir ser de ánimo espiritual al vivir una vida digna de recibir las persuasiones apacibles del Espíritu Santo, les proveerá guía en sus decisiones y protección de los peligros tanto físicos como espirituales”, dijo el élder Teixeira.
“Por medio del Espíritu Santo, las personas pueden recibir dones del Espíritu. La comunicación del Espíritu Santo a sus espíritus conlleva mucha más certeza que cualquier otra comunicación que puedan recibir a través de sus sentidos naturales”, dijo el élder Teixeira.
Para vivir una vida de ánimo espiritual, dijo el élder Teixeira, las personas deben estar en sintonía con el Padre Celestial y el Salvador.
Además, él agregó, “amar a Dios es ser de ánimo espiritual. Si ustedes cultivan una relación con su Padre Celestial por medio de la oración lo mantendrán a Él en su mente y en su corazón”.
El élder Teixeira les dijo a los oyentes que ellos pueden sentir el amor de Dios a través de la compañía del Espíritu Santo. “Cuando hacemos la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos y nos esforzamos por mantenernos en la senda que nos lleva hacia Él, el Espíritu Santo nos puede guiar”.
Las personas también son de ánimo espiritual en la medida que entienden que el propósito de la Santa Cena es recordar al Salvador y lo que Él hizo por ellos, continuó él.
“La promesa en las oraciones del pan y el agua contienen la frase ‘para que [aquellos que participen] puedan … tener su Espíritu consigo’ (Doctrina y Convenios 20:77,79). Nos esforzamos para tomar la Santa Cena todas las semanas porque queremos preservar y nutrir nuestra espiritualidad”, dijo el élder Teixeira.
El reconocer las cosas espirituales también es ser de ánimo espiritual. “Testifico que la espiritualidad es una bendición al esfuerzo constante de nuestra parte. A medida que buscamos aprender y seguir las impresiones del Espíritu podemos distinguir más fácilmente entre las cosas de Dios y las cosas del mundo” dijo él.
El élder Teixeira entonces les preguntó a sus jóvenes oyentes, “¿están desarrollando su espiritualidad?”
Gracias a la previsión de los líderes de la Iglesia, hay herramientas para ayudar al fortalecimiento espiritual, como la aplicación de la Biblioteca del Evangelio, el programa de ministración y “Ven, sígueme”.
“No necesitamos estar en una cuarentena espiritual si tenemos todos estos recursos a nuestra disposición” expresó el élder Teixeira.
Después, animó a los estudiantes a seguir las impresiones espirituales y establecer metas espirituales. “Recuerden que la Liahona espiritual de ustedes funciona mejor cuando practican diferenciando entre la voz del Espíritu y las voces del mundo”.
El élder Teixeira les recordó a los estudiantes que el Espíritu Santo es tranquilo, claro y reconfortante, y trae paz y esperanza.
En conclusión, él testificó que ser de ánimo espiritual “es, en verdad, vida y paz, que la calidad de vida mejora cuando están en armonía con Dios y Su Hijo, Jesucristo, y que Dios los ama y está consciente de ustedes y sus necesidades actuales”.