En el complejo mundo de hoy, hay mucha confusión sobre cómo implementar los principios del trabajo y la responsabilidad personal, dijo el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, a los estudiantes de BYU-Pathway.
“Estoy particularmente preocupado por la cantidad de adultos jóvenes que no logran establecer metas justas o no tienen un plan para lograrlas”, dijo. “También me preocupa que muchos subestimen y devalúen sus propios talentos y capacidades”.
Resolver estos dos problemas, “traerá mucha alegría a su vida” prometió el apóstol.
El élder Cook compartió relatos y principios para ilustrar la importancia de lograr metas justas y valiosas, durante una transmisión del devocional de BYU-Pathway el martes, 7 de diciembre
“Mi desafío para ustedes es que examinen sus metas y determinen cuáles les permitirán cumplir con las obligaciones familiares, mantenerse en la senda del convenio y permitirles tener el gozo que el Señor desea para ustedes”, dijo el élder Cook.
Eliminar las ‘caricaturas de los sábados por la mañana’
Cuando el élder Cook estaba creciendo, su padre se reunía individualmente con él y sus hermanos para ayudarles a establecer metas en diversas áreas de sus vidas. Les enseñó cómo las actividades de la Iglesia, la escuela y las actividades extracurriculares les ayudarían a lograr estas metas.
“Tenía tres reglas”, recordó el élder Cook. “Primero, necesitábamos tener metas que valieran la pena. Segundo, podíamos cambiar nuestras metas en cualquier momento. Y tercero, teníamos que trabajar diligentemente hacia cualquier meta que eligiéramos”.
Como padres, el élder Cook y su esposa, la hermana Mary Cook, decidieron participar en una práctica similar en el establecimiento de metas con sus hijos.
Cuando el élder Cook le preguntó a su hijo de 5 años, Larry, qué quería hacer como profesión cuando creciera, él dijo que quería convertirse en médico como su tío Joe. De modo que el élder Cook explicó cómo todas las cosas valiosas que estaba haciendo lo prepararía para ser médico.
Varios meses después, el élder Cook volvió a preguntarle a Larry qué quería hacer cuando creciera. Esta vez quería ser piloto de aerolínea. Cambiar la meta no fue un problema, por lo que el élder Cook procedió a explicar cómo sus actividades lo ayudarían a lograr esta nueva meta.
Casi por curiosidad, el élder Cook preguntó, “Larry, la última vez que hablamos querías ser médico. ¿Qué te ha hecho cambiar de opinión?”.
Larry respondió: “Creo que ser médico sería bueno, pero he notado que el tío Joe trabaja los sábados por la mañana y no me gustaría perderme las caricaturas de los sábados por la mañana en la televisión”.
Desde entonces, la familia del élder Cook ha etiquetado una distracción de una meta que vale la pena como una “caricatura del sábado por la mañana”.
“Lo que estoy sugiriendo es que pueden alcanzar muchas de sus metas justas y valiosas con planificación, valentía y determinación, especialmente si eliminan de sus vidas las caricaturas de los sábados por la mañana”, dijo el élder Cook. “También pueden encontrar más alegría y felicidad en su vida”.
‘Puedes hacer cosas difíciles’
A medida que los alumnos se esfuerzan por lograr sus metas que valen la pena, el élder Cook les aseguró que “pueden hacer cosas difíciles”.
Contó la historia de un amigo, el élder John B. Dickson, un Setenta Autoridad General emérito, a quien le diagnosticaron cáncer de hueso en el brazo derecho después de recibir un llamamiento misional cuando era joven.
No se esperaba que viviera más de un mes. Diez meses después, el élder Dickson partió para su asignación misional a México, después de que le amputaran el brazo.
Mientras estaba en el centro de capacitación misional, el élder Dickson invitó a cuatro misioneros a competir con él en un concurso para atarse la corbata. Derrotó a los cuatro misioneros usando sus dientes, hombros y pecho.
“Por favor, sepan que pueden superar la adversidad y hacer cosas difíciles”, dijo el élder Cook a los estudiantes.
El élder Cook citó a la autora y profesora Angela Duckworth, quien ha descubierto que el éxito de todo tipo se distingue más por una buena ética de trabajo que por pura inteligencia o habilidad. Señaló que “el entusiasmo es común. La resistencia es rara”.
“De hecho, afortunados son aquellos que tienen una meta de alto nivel tan trascendental para el mundo que impregnan todo lo que hacen, sin importar lo pequeño o tedioso sea”, afirmó Duckworth, ilustrando este principio con la parábola de los albañiles.
En la parábola, se pregunta a tres albañiles, “¿Qué está haciendo?” El primero dice, “Estoy colocando ladrillos”. El segundo dice, “Estoy construyendo una iglesia”. Y el tercero dice, “Estoy edificando la casa de Dios”.
La parábola concluye: “El primer albañil tiene un trabajo. El segundo tiene una carrera. El tercero tiene una vocación”.
Con este mensaje en mente, el élder Cook alentó a los alumnos a examinar sus metas y determinar cuáles los mantendrían en la senda del convenio del Señor. Les recordó la promesa del Señor de preservar a los justos, quienes “no deben temer” (1 Nefi 22:17).
“Serán bendecidos y protegidos cuando busquen metas justas y valiosas; cuando planifiquen y trabajen con fuerza y determinación; y confíen y se centren en la fe, el arrepentimiento, las ordenanzas salvadoras y el sacrificio expiatorio del Salvador mientras perseveran hasta el fin”, prometió el élder Cook. “Enfocarse en el templo les ayudará a lograr estas metas”.
Parafraseando Romanos 12:12, agregó, “Sean gozosos en la esperanza, pacientes en la aflicción y constantes en la oración. En su vida pueden evitar las caricaturas de los sábados por la mañana y lograr el gozo que el Salvador ha prometido”.