Católicos y Santos de los Últimos Días participaron en un panel interreligioso en la Universidad Seton Hall en Nueva Jersey este mes, en el primer evento de este tipo para la universidad. Los miembros del panel respondieron preguntas y hablaron sobre la relación entre las dos iglesias.
También describieron experiencias pasadas con el diálogo interreligioso e intercambiaron ideas para continuar con la amistad y la comunicación.
La Universidad Seton Hall (en inglés) es una de las principales universidades católicas del país. Se fundó en 1856. La idea del panel interreligioso surgió de una estudiante de último año llamada Ellen Paul, quien está trabajando en su tesis sobre la relación entre la iglesia católica y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Uno de los momentos más históricos en la historia de las dos iglesias juntas fue en Roma en 2019, cuando el presidente Russell M. Nelson se convirtió en el primer presidente de la Iglesia en reunirse con un papa católico romano (en inglés). El presidente Nelson y el papa Francisco también compartieron un cálido abrazo, que Paul calificó como un hito para las relaciones entre las iglesias.
Paul tiene una perspectiva única sobre este tema. Se bautizó en la Iglesia en marzo de 2020, mientras asistía a Seton Hall. Ahora es miembro de la Estaca Scotch Plains, Nueva Jersey.
Paul reunió a seis panelistas para el evento virtual el viernes, 13 de noviembre: tres Santos de los Últimos Días y tres católicos.
Diálogo Positivo
La panelista Hanna Seariac vivió primero como católica y ahora como Santo de los Últimos Días. Actualmente asiste a la Universidad Brigham Young. Paul le hizo la primera pregunta, cuestionando cómo ambos grupos pueden facilitar diálogos positivos en su vida diaria.
“Creo que lo más importante es tratar de entender al otro y no hacer caricaturas de las distintas creencias”, respondió Seariac. Dijo que suponer cosas sobre la otra religión o pensar que no tienen el deseo de entender a veces conduce a prejuicios contra el otro grupo.
“Lo más importante al abordar el diálogo es simplemente tratar de entender lo que alguien realmente cree y no necesariamente poner en juicio de valor esa creencia”, dijo Seariac.
El panelista Corey Chivers, de la Estaca Scotch Plains en Nueva Jersey, estuvo de acuerdo. “Solo la capacidad de relacionarse entre sí y en el punto de vista cotidiano en términos de vivir su religión y vivir lo que se cree y apoyarse mutuamente, creo que hay un gran valor en eso”, dijo Chivers. Chivers fue relevado recientemente de la presidencia de estaca y sirvió en el Consejo Interreligioso de Summit Nueva Jersey.
Dos de los panelistas dijeron que su amistad los ha llevado a una mayor comprensión y diálogo entre sus diferentes religiones. Mauro Properzi y Mathew Schmalz al principio se conocieron académicamente, luego su relación creció hasta hablar de sus hijos y familias. Properzi creció como Santo de los Últimos Días viviendo en Italia y es profesor asociado de BYU, mientras que Schmalz es un erudito católico en el College of the Holy Cross en Worcester, Massachusetts.
“Nos conocemos como amigos y eso crea un nivel de confianza [y] un nivel de comprensión que realmente abre las puertas a todo tipo de conversaciones diferentes y difíciles”, dijo Properzi. “Simplemente construyan relaciones de amistad y hermandad con sus vecinos, y luego, a partir de allí, pueden pasar a muchas otras cosas diferentes”.
El panelista monseñor John Radano de la Universidad Seton Hall explicó algunas de las enseñanzas de la iglesia católica. Radano participó en la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz y ha estado involucrado durante mucho tiempo en esfuerzos interreligiosos.
“Es a través del diálogo, los diálogos ecuménicos que tenemos, que hemos aprendido cuánto tenemos en común”, dijo Radano.
El sexto panelista fue el padre Dan Dwyer, quien participó en un diálogo en UVU en 2015 con Schmalz y Properzi. Dwyer es profesor asociado de historia en el Siena College y, aunque es católico, también es miembro desde hace mucho tiempo de la Asociación de Historia Mormona (en inglés). Eso lo convierte en una especie de forastero interno, dijo.
Valores comunes
Dwyer dijo que ve algo en común entre los miembros de ambas iglesias en un mundo cada vez más secular. Las personas de fe hablan un idioma que puede tener sentido para otras personas de fe, incluso cuando no están de acuerdo con todos los dogmas. Es más fácil cerrar la brecha entre las religiones cuando eres religioso.
“Queremos decir diferentes cosas con las palabras”, dijo Dwyer, refiriéndose al bautismo o apostasía o la Trinidad. “A veces las palabras se interponen y la realidad de las relaciones humanas a veces trasciende la definición”.
Hablar de teología es importante, dijo, pero ir más allá de esas conversaciones permite ver las similitudes en el día a día.
Una parte del panel de discusión se centró en las formas en que las dos iglesias internacionales se han asociado para brindar ayuda o servicio en todo el mundo. Radano mencionó a personas que trabajan juntas, así como a organizaciones como Catholic Relief Services (en inglés) y Latter-day Saint Charities (en inglés) que se han asociado.
También hablaron de la justicia social. Schmalz dijo que encontró un sentido realmente poderoso de justicia social al leer el sermón del rey Benjamín en el Libro de Mosíah.
“Hay mucho de lo que habla la tradición Santo de los Últimos Días en términos de justicia social que va más allá de la simple acción política de la que los católicos pueden beneficiarse enormemente”, dijo Schmalz.
A su vez, Seariac dijo que admiraba la tradición católica de justicia social.
“Creo que eso es algo que, como Santos de los Últimos Días y católicos, podemos unirnos para tratar de aliviar la pobreza y llevar la carga de las personas, especialmente en una época en la que creo que los vemos con mucha más frecuencia en las redes sociales, por lo que estamos más en sintonía con el sufrimiento del mundo”, dijo.
Fortalecimiento de las relaciones
Algunas preguntas que se plantearon en el panel incluyeron cómo la fe puede fortalecer a los jóvenes y las familias. Chivers habló sobre el seminario en la escuela secundaria y el curso de estudio Ven Sígueme. Seariac destacó los programas de Hombres y Mujeres Jóvenes. Dwyer elogió a la Iglesia por su programa misional.
Properzi, quien también es el presidente de BYU Religious Outreach Council [Consejo de Difusión Religiosa de BYU], dijo que admiraba a la iglesia católica por su calendario litúrgico, y aún más específicamente, la Semana Santa y la Pascua.
Paul concluyó el panel preguntando sobre el avance de la relación entre católicos y Santos de los Últimos Días.
Seariac y Radano hablaron nuevamente sobre unirse para ayudar a los pobres. Seariac dijo que eso construiría la unidad y ayudaría a “encontrar formas de llevar a otros y a nosotros mismos a Jesucristo no como denominaciones separadas sino como una familia de Dios”, explicó.
Todos los panelistas estuvieron de acuerdo en que quieren dialogar más en el futuro. Muchos dijeron que hablar de su fe con otras personas les ayuda a comprenderla mejor ellos mismos.
“Creo que una cosa del diálogo o una cosa necesaria del diálogo es una apertura a la gracia o una apertura a la sorpresa, y que, de alguna manera, cuando comenzamos a hablar y a tomarnos en serio como hermanos y hermanas en Cristo, hay nuevas posibilidades que se abrirán para todos nosotros”, dijo Schmalz.
Paul dijo que el panel fue mejor de lo que ella podría haber imaginado. Estaba encantada con la forma en que los panelistas interactuaron y compartieron historias personales.
“Son seis personas que se preocupan por el diálogo interreligioso y ven a los demás como hermanos y hermanas en Cristo”, dijo.
Paul dijo que fue un gran paso para Seton Hall, que ha tenido un diálogo interreligioso con otras religiones, pero nunca con los Santos de los Últimos Días.
“Este es un paso importante. Espero que continúe para la universidad, y espero que de alguna manera pueda continuar vinculando esta idea interreligiosa y uniendo a las personas en mi vida”, dijo.
