La presidencia general de la Primaria está invitando a los niños santos de los últimos días y sus familias a “iluminar el mundo” esta temporada navideña.
“Estoy agradecida por comenzar otra temporada navideña con nuestro enfoque unificado de ‘iluminar el mundo’”, dijo la presidenta general de la Primaria, Joy D. Jones. “Es una temporada de amar y dar a medida que seguimos el ejemplo de nuestro Salvador. Conforme procuremos escucharlo, recibiremos guía inspirada”.
Con el calendario de ideas de servicio durante 25 días, todas las personas y las familias pueden marcar una diferencia de maneras pequeñas pero significativas, dijo ella.
La presidenta Jones —junto con sus consejeras, la hermana Lisa L. Harkness y la hermana Cristina B. Franco— dijo que los niños también pueden formar parte de la campaña para toda la Iglesia al participar de actividades aptas para niños coordinadas con las ideas de servicio de la campaña general.
“Los niños aman servir y lo hacen de forma muy natural”, dijo la hermana Jones. “Desatemos su entusiasmo y poder. Enseñamos a nuestros hijos a tener la luz del evangelio en sus corazones, y sabemos que ‘lo que es de Dios es luz; y el que recibe luz y persevera en Dios, recibe más luz, y esa luz se hace más y más resplandeciente hasta el día perfecto’” (Doctrina y Convenios 50:24).
La hermana Jones citó al presidente James E. Faust, quien dijo: “El servicio a los demás se puede comenzar casi a cualquier edad…. No tiene que ser a grande escala, y es más noble dentro de la familia”.
La hermana Harkness dijo que el Señor alentó a los santos de los últimos días a “iluminar el mundo” cuando dijo: “De cierto digo que los hombres deben estar anhelosamente consagrados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia voluntad y efectuar mucha justicia; porque el poder está en ellos” (Doctrina y Convenios 58:27-28).
“Esto es cierto para todos los hijos de Dios, sin importar cuál sea su edad”, dijo ella. “Los niños tienen la capacidad y el poder de ‘efectuar mucha justicia’ al adaptar las sugerencias diarias del calendario a su propio modo. Alentemos a nuestros hijos a participar con nosotros. Ellos tomarán la iniciativa si se lo permitimos”.
La hermana Franco dijo que se le enternece el corazón cada vez que ve a los niños servir con corazones amorosos y dispuestos.
“Sus actos de bondad iluminan el día de otra persona. Su amor y risas llenan el aire y traen mucho gozo”, dijo ella.
La hermana Franco dijo que observó a un muchacho que empujaba a un amigo en silla de ruedas mientras corría.
“Su amistad era dulce, conversaban y se reían, y se levantaban el ánimo mutuamente”, dijo ella. “He observado sus actos simples de bondad, sus dulces dibujos y notas, y los abrazos que dan tan liberalmente.
“Los niños se acercan a otros con mucha facilidad y de maneras normales y naturales. Aprendo mucho de ellos, verdaderamente son una bendición del cielo”.
