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Cómo un programa de BYU está ayudando a los niños de Samoa a mantener el corazón saludable

Una estudiante voluntaria de BYU examina a una niña samoana como parte del programa Rheumatic Relief. Crédito: Nate Edwards, BYU
Lori y Marv Allen han participado en el programa Rheumatic Relief desde que empezó en 2009. La pareja, ambos atletas anteriores de BYU, usa su entrenamiento profesional para ayudar a administrar el programa. Crédito: Nate Edwards, BYU
Un estudiante de BYU chequea el corazón de un niño de una escuela primaria de Samoa en busca de la cardiopatía reumática. Crédito: Nate Edwards, BYU
Estudiantes voluntarios del programa Rheumatic Relief de BYU usan un espectáculo de marionetas para enseñar a los niños en Samoa acerca de la cardiopatía reumática. Crédito: Nate Edwards, BYU
Voluntarios del programa Rheumatic Relief distribuyen mochilas nuevas, artículos escolares y libros para niños de escuela primaria en Samoa. Crédito: Nate Edwards, BYU
Una estudiante voluntaria de BYU examina a una niña samoana en edad escolar como parte del programa Rheumatic Relief. Crédito: Nate Edwards, BYU
Estudiantes, profesores y doctores voluntarios del programa Rheumatic Relief de BYU visitan a niños de escuelas primarias para monitorear la cardiopatía reumática. Crédito: Nate Edwards, BYU
Un estudiante voluntario de BYU examina a un samoano como parte del programa Rheumatic Relief. Crédito: Nate Edwards, BYU
Samoanos viajan en un colorido autobús. Crédito: Nate Edwards, BYU
Un estudiante voluntario de BYU examina a un samoano como parte del programa Rheumatic Relief. Crédito: Nate Edwards, BYU
Una estudiante voluntaria de BYU examina a un niño samoano como parte del programa Rheumatic Relief. Crédito: Nate Edwards, BYU

PROVO, Utah — Como atletas estrellas universitarios, Lori y Marv Allen dejaron sus huellas en la Universidad Brigham Young.

Lori fue una velocista de todas las conferencias en el equipo de pista de mujeres de los Cougars, mientras que su esposo y defensor de línea, Marv, fue un tacleador prolífico del equipo de campeonato nacional de fútbol (americano) de 1984.

Pero para los Allen, es más probable que su conexión más significativa con la universidad, cuya propietaria es la Iglesia, es la que sucede cada año a miles de kilómetros de distancia de Provo y en la que no hay a la vista un cronista de deportes.

Durante diez años los Allen han ayudado a operar el programa Rheumatic Relief (Socorro reumático), un programa humanitario patrocinado por BYU que orienta a miles de niños en Samoa acerca de los peligros que representa la cardiopatía reumática — y que al mismo tiempo identifica a los niños que sufren de esta enfermedad potencialmente fatal. 

Lori y Marv Allen han participado en el programa Rheumatic Relief desde que empezó en 2009. La pareja, ambos atletas anteriores de BYU, usa su entrenamiento profesional para ayudar a administrar el programa.
Lori y Marv Allen han participado en el programa Rheumatic Relief desde que empezó en 2009. La pareja, ambos atletas anteriores de BYU, usa su entrenamiento profesional para ayudar a administrar el programa. | Crédito: Nate Edwards, BYU

Primero, un breve avance de la cardiopatía reumática:

La cardiopatía reumática es el padecimiento más común que adquieren los niños en muchos países del mundo, especialmente en los países en desarrollo. Casi 250.000 jóvenes mueren cada año por esa enfermedad.

Una niña o un niño con infección bacteriana de garganta puede desarrollar una respuesta anormal del sistema inmunológico conocida como fiebre reumática, que causa inflamación, y si no se trata adecuadamente, puede llevar a la cardiopatía reumática y a un eventual fallo cardíaco.

En los países desarrollados, la cardiopatía reumática no es un problema de mucha preocupación. Antibióticos baratos y de fácil acceso pueden eliminar la fiebre reumática antes de que haga daño. Pero en muchas partes del mundo la cardiopatía reumática sigue siendo un peligroso agobio.

“Por alguna razón, Samoa tiene una alta incidencia de la cardiopatía reumática”, dijo Lori Allen. 

Una estudiante voluntaria de BYU examina a un niño samoano como parte del programa Rheumatic Relief.
Una estudiante voluntaria de BYU examina a un niño samoano como parte del programa Rheumatic Relief. | Crédito: Nate Edwards, BYU

En 2009, Lori Allen estaba terminando su maestría en estudios de promoción pública de salud. Marv Allen estaba muy adentrado en su carrera de cardiólogo y hacía sus prácticas en el Condado Utah. Un matrimonio misionero que había servido en Samoa les dijo de la crisis de la cardiopatía reumática en las islas.

Los Allen sabían bien que la cardiopatía reumática era “muy tratable” — pero también potencialmente fatal si se dejaba que se desarrollara. Ellos estaban especialmente conmovidos de que la cruel realidad era que muchas de las víctimas de la cardiopatía reumática en Samoa, eran niños pequeños.

“Los dos vimos que era una oportunidad donde podríamos combinar lo que hacíamos profesionalmente”, dijo Lori Allen. “Fuimos a Samoa en 2009 por primera vez como parte de mi investigación académica y hemos estado yendo y viniendo desde entonces”. 

Ahora, cada verano un equipo de estudiantes de BYU se une a los Allen, y a otros profesionales médicos, para volar a las islas Samoa como parte del programa Rheumatic Relief.

“Llevamos una máquina de ultrasonido, vamos a las escuelas primarias y examinamos brevemente los corazones de los estudiantes”, dijo Marv Allen a Church News. “Podemos decir, mayormente, cuántos niños tienen la enfermedad y cuántos no.

“Nuestra meta es identificar a los niños con esa enfermedad en una etapa temprana y empezar a darles penicilina para que no pasen de esa etapa o para que mejoren”.

Prevención de la cardiopatía reumática por medio de la educación

Otro elemento clave de las misiones anuales del programa Rheumatic Relief en Samoa es el de educar a los niños y a sus padres acerca de la prevención y tratamiento de la cardiopatía reumática.

Utilizando asociaciones establecidas con oficiales de salud y de educación del gobierno samoano, el grupo de BYU identifica a un grupo de escuelas de las islas de Upolu, Savai’i y Samoa Americana en donde pondrán clínicas temporales de educación para la salud del corazón y de salud en general, durante cada una de sus visitas de dos semanas cada año.

Estudiantes, profesores y doctores voluntarios del programa Rheumatic Relief de BYU visitan a niños de escuelas primarias para monitorear la cardiopatía reumática.
Estudiantes, profesores y doctores voluntarios del programa Rheumatic Relief de BYU visitan a niños de escuelas primarias para monitorear la cardiopatía reumática. | Crédito: Nate Edwards, BYU

Un equipo de cerca de 20 voluntarios de BYU por graduarse y graduados, que han sido capacitados en examen básico del corazón, son fundamentales en cada esfuerzo de Rheumatic Relief en Samoa.

En cada escuela, la mitad de los estudiantes de BYU son generalmente asignados para ayudar a realizar exámenes del corazón bajo la dirección de Marv Allen y de otros profesionales médicos. Los estudiantes restantes se enfocan en educar (y en capacitar) a los niños acerca de la cardiopatía reumática.

“Enseñamos a los niños mediante un espectáculo de marionetas, y el canto de tonos familiares a los que hemos agregado letra ‘reumática’”, dijo Lori. “Y todos los estudiantes de BYU lo hacen en el idioma samoano”.

Los estudiantes ganan créditos de curso y de internado por sus esfuerzos en Samoa — y salen de las islas con recuerdos invaluables por haber ayudado a fomentar la salud del corazón de los niños. Muchos de los estudiantes voluntarios se están preparando para carreras profesionales en medicina o en la salud pública. Algunos tienen habilidades apreciadas en el idioma samoano que adquirieron en misiones o en sus hogares.

Los estudiantes universitarios, hizo notar Lori Allen, “son absolutamente importantes para el programa”.

Gracias a las generosas donaciones privadas, el programa Rheumatic Relief también provee a cada uno de los niños examinados con una mochila nueva, artículos escolares y libros.

Voluntarios del programa Rheumatic Relief distribuyen mochilas nuevas, artículos escolares y libros para niños de escuela primaria en Samoa.
Voluntarios del programa Rheumatic Relief distribuyen mochilas nuevas, artículos escolares y libros para niños de escuela primaria en Samoa. | Crédito: Nate Edwards, BYU

El programa Rheumatic Relief examina a cerca de 5.200 niños samoanos cada año. Alrededor de 30.000 han sido examinados desde que empezó el programa.

“Nuestra meta es encontrar a niños con cardiopatía reumática en etapa temprana y así poder prevenir problemas”, dijo Marv Allen. “Pero hemos encontrado niños que tienen avanzada la enfermedad. Los referimos a un equipo local en Samoa … que los enviará fuera del país para cirugía”.

Afortunadamente, la mayoría de los niños diagnosticados con cardiopatía reumática cada verano — típicamente entre 50 o 60 — pueden ser tratados con los antibióticos disponibles en sus propias islas.

Servicio premiado con milagros, tiernas misericordias

Los Allen coinciden en que el llevar a cabo la misión de Rheumatic Relief pocas veces es fácil. Transportar a un pequeño ejército de estudiantes y profesionales médicos — junto con su equipo avanzado — desde Provo hasta las islas del Pacífico, hace que sea una tarea de logística abrumadora.  

Y muchos participantes toman de su tiempo lejos de sus familias, de sus trabajos y de sus prácticas médicas para hacer el viaje de dos semanas.

“Pero hemos visto muchos milagros y tiernas misericordias”, dijo Marv Allen. “Las cosas parecen encajar en su lugar cada vez que encontramos un obstáculo. Sentimos como que estamos haciendo un trabajo que se supone que debemos hacer”.

Samoanos viajan en un colorido autobús.
Samoanos viajan en un colorido autobús. | Crédito: Nate Edwards, BYU

No es una sorpresa que la meta final del programa Rheumatic Relief sea hacer avanzar el conocimiento de la cardiopatía reumática en las islas Samoa a un nivel que haga que el programa de BYU sea obsoleto.

El lema de BYU es “Entrar a aprender — Salir a servir”. Durante 10 años, y contando, el programa Rheumatic Relief de la universidad les ha permitido a Lori Allen, a Marv Allen y a otros, oportunidades de utilizar su conocimiento para servir a los demás de una manera que cambia la vida.

“Podemos ver claramente la mano del Señor guiándonos en todo lo que hacemos”, dijo Marv Allen.

Lori Allen agregó que el programa le recuerda que Dios desea compartir con Sus hijos la responsabilidad de cuidar de todos Sus hijos.

“Si tienes la disposición de hacer algo”, dijo ella, “entonces el Señor te llamará”.

 Ir a: biology.byu.edu/rheumatic-relief para saber más acerca de este programa.

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