Con visitas a las bien establecidas estacas de Auckland y Hamilton, Nueva Zelanda, a una pequeña y creciente rama de habla mandarín, en Melbourne, Australia, y a la isla de Fiyi dándole la bienvenida a un apóstol por primera vez, no hay duda de que el élder Ronald A. Rasband etiquetó a su reciente asignación de 14 días, a tres naciones del Área Pacífico, como una ministración “de la A a la Z, en términos de la Iglesia y para las personas que conocimos”.
Además de las conferencias y devocionales con miembros y misioneros, élder Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, también se reunió con el Dr. Mustafa Farouk, presidente de la Federación de Asociaciones Islámicas de Nueva Zelanda, y con Tim Macindoe, miembro del Parlamento de Hamilton Oeste; también pasó un tiempo con los equipos de personal de comunicaciones del Área.
Aparte de las diversas experiencias, el élder Rasband y su esposa, la hermana Melanie Rasband, también pasaron tiempo estudiando, reuniéndose y enseñando con un par de sus nietos misioneros que sirven en el Área. “Eso fue la cereza del pastel”, dijo el élder Rasband. “Fue muy emocionante estar con ellos”.
Los Rasband estuvieron acompañados en diversas ocasiones por miembros de la Presidencia del Área Pacífico y sus esposas; por élder Ian S. Ardern y hermana Paula Ardern; élder K. Brett Nattress y hermana Shawna Nattress; élder Kazuhiko Yamashita y hermana Tazuko Yamashita — así como por algunos setentas de área.
Ministrar a los miembros
En el itinerario del élder Rasband se incluyeron reuniones con los miembros de la Iglesia — una serie de reuniones de liderazgo y sesiones de conferencia de estaca en Hamilton el 16 y 17 de noviembre, un devocional con los jóvenes adultos solteros el 17 de noviembre en Auckland y una conferencia de distrito no programada en la isla Taveuni, de Fiyi, el 24 de noviembre.
“El mensaje de él fue conmovedor y nos acercó más a nuestro Salvador Jesucristo”, dijo John A. Kendall, presidente de la Estaca Temple View Nueva Zelanda. “Sentimos el amor del presidente [Russell M.] Nelson cuando el élder Rasband nos transmitió el mensaje de que nuestro profeta nos ama y nos agradece todo lo que hacemos para edificar Sion; y agregó que todos nosotros somos necesarios para lograr la obra del Señor”.
Élder Rasband explicó la importancia del papel de todos los adultos al proteger y ayudar a la nueva generación a obtener su propio testimonio, y tener una relación personal con el Salvador, dijo el presidente Kendall.
Entonces la sesión de conferencia terminó con una invitación a los miembros más jóvenes “a venir al frente uno por uno para que así cada niño y joven pudiera saludar a un profeta, vidente, revelador y apóstol del Señor Jesús”, agregó él. “Todos nosotros valoraremos para las generaciones venideras la visita del élder Rasband y la hermana Rasband”.
La hermana Calla Dimaya, de su aprendizaje del élder Rasband en el devocional JAS, en Auckland, dijo: “Su estímulo para que siempre tengamos una recomendación vigente del templo me recordó lo importante de ser digno siempre. Ya que actualmente no tenemos un templo en funcionamiento aquí en Nueva Zelanda, es fácil dejar que tu recomendación se venza y no la renueves. El discurso del élder Rasband me recordó que una recomendación del templo no es solo una pieza de papel que nos permite entrar al templo, sino que cuando firmamos nuestra recomendación nos comprometemos a vivir las normas del Señor”.
Los Rasband tenían programado concluir su viaje al Pacífico con conferencias de respaldo al liderazgo y de estaca en Samoa y en Samoa Americana — un sábado y un domingo en Apia, antes de volar más de 120 k sobre la zona horaria, e inmediatamente continuar con sesiones similares de sábado y domingo en Pago Pago. Sin embargo, una situación de emergencia después de una epidemia de sarampión que brotó en las islas de Samoa — y que causó la muerte de dos docenas de niños — hizo que se prohibieran todas las reuniones públicas.
En lugar de eso, los Rasband y los Ardern se desviaron para una conferencia de distrito en Taveuni, una pequeña isla de 19.000 habitantes, donde los Santos de los Últimos Días locales dieron la bienvenida a uno de los apóstoles del Señor por primera vez. Para los Ardern, que habían presidido antes la Misión Fiyi Suva, eso hizo posible una dulce reunión con los miembros de Taveuni, que se congregaron en el único edificio de la Iglesia en la isla, y otros que se volcaron en una tienda adyacente para refugiarse del sol.
“Élder Rasband y su esposa emocionaron a los anhelantes miembros con sus testimonios de Cristo y de la restauración de la Iglesia”, dijo élder Ardern. “Él los animó a edificar familias multi-generacionales fuertes por medio de ser fieles a los convenios que hacen y al guardar los mandamientos”.
Ministrar a los misioneros
Los Rasband condujeron devocionales con los misioneros en tres países, empezando con un devocional el 15 de noviembre en el nuevo Centro de Capacitación Misional de Nueva Zelanda, en el suburbio de Manukau, en Auckland. La audiencia de ellos: 21 misioneros que habían estado en el CCM por tan solo dos días y otros 21 empleados y maestros de ahí.
“Fue muy especial haber estado en la presencia del élder Rasband con un grupo tan pequeño y saludarlo”, dijo élder Celyn Tramacchi, de Gympie, Australia, que fue llamado a servir en la Misión Australia Adelaide. “Me ayudó a entender que vamos a salir a buscar a los elegidos del Señor, aun cuando nunca veamos todas las bendiciones que llegarán a sus vidas”.
El compañerismo de las hermanas Eden Keung y Kierra Gunnel se conmovieron por la petición del élder Rasband a los misioneros de “los necesitamos”, cuando él relataba las Escrituras (2 Timoteo2:1, 2 Nefi 28:20 y Doctrina y Convenios 1:17) para ilustrar la situación del mundo hoy y la necesidad de misioneros para llevar bondad, felicidad y gozo al mundo al ayudar a las personas a encontrar el camino de los convenios.
“Él nos ayudó a darnos cuenta de la importancia de nuestro llamamiento — de cuán importante es servir”, dijo la hermana Keung, de Hamilton, Nueva Zelanda, y que irá a la Misión Adelaide.
La hermana Gunnell, de Centerville, Utah, y asignada a la Misión Nueva Zelanda Wellington, dijo: “Él me hizo sentir que el Señor confía en nosotros para ayudarle a llevar bondad al mundo”.
El 18 de noviembre, los Rasband tuvieron un devocional con la Misión Australia Melbourne.
“Cuando el élder Rasband nos habló, me di cuenta de la importancia y lo sagrado de mi llamamiento, lo significante de cada área en que sirva y de cada compañera que tenga”, dijo la hermana Madison Hill, de Provo, Utah. “Nos habló acerca de su llamamiento de apóstol. Habló de cómo el presidente (Thomas S.) Monson le dijo que ese llamamiento viene de Jesucristo. Fue sorprendente sentir al Espíritu testificar que nuestro llamamiento viene de la misma autoridad”.
Y la hermana Bailey Young de Highland, Utah, dijo que ella aprendió que es amada durante el devocional el 21 de noviembre con los misioneros que sirven en la isla principal de la Misión Fiyi Suva.
“Al yo dejar un sacrificio voluntario de mi vida anterior y mis deseos egoístas en el altar de Dios, que una vez yo di a regañadientes, puedo recibir la fortaleza y poder espiritual que necesito”, dijo ella. “Todo se trata de lo que estoy dispuesta a dar. Siento eso con mucho poder porque Cristo desinteresadamente dio toda Su vida para ayudarme; puedo darlo todo por el resto de misión para ayudar a mis hermanos y hermanas”.
Ministrar a los nietos misioneros
En Melbourne, los Rasband se unieron a su nieto, élder Jameson MacPherson, de Draper, Utah, y a su compañero, en el estudio personal y de compañerismo de lo que es una reunión de distrito, cómo hacer citas y un devocional por la noche, en la rama de habla mandarín, donde él sirve.
“Crecer siendo un nieto del élder Rasband y su esposa, es saber que lo que hacen es importante, pero raramente te sientas en primera fila de lo que vida de ellos es — a menos que sea conferencia general”, dijo el élder MacPherson.
“Cuando el abuelo y la abuela vinieron de visita, mi testimonio de la importancia de su llamamiento y del mío como un élder de Israel, aumentó inmensamente”, agregó. “Fue un gozo para mí mostrar a mis abuelos la rama china de la ciudad, y presentarles a algunos de mis mejores amigos que encontré en la misión. A través del ministerio de ellos, pude enfocar mejor mi vida sobre el amor que tengo por mi Salvador”.
En Suva los Rasband pasaron tiempo con su otro nieto, élder Ammon MacPherson, que ha servido por solo dos meses. Sus tareas juntos incluyeron reunirse con un reciente converso indo-fiyiano para enseñar a su madre y a su hermana más joven, seguido de una entrevista con los medios de Fiyi Sun y de un devocional con el Barrio Suva 3, donde el élder MacPherson sirve.
Él dijo que al estar lejos de su familia y comprometido en el servicio del Señor, había aprendido más acerca de lo que es realmente importante en la vida. “No hay gozo más grande que la eterna conexión de amor dentro de una familia”, dijo el élder MacPherson. “Tomé con frecuencia este empoderamiento como algo por sentado antes de mi misión, pero no lo haré nunca otra vez”.
“El ver y estar con mis abuelos trajo más gozo y ánimo de lo que puedo describir. Sentir su amor y fe en mí, alejó todos mis temores — me ayudó a elevarme por encima de mis actuales desánimos. Me inspiró a trabajar duro para que otros puedan experimentar el gozo de las familias eternas. Siempre estaré agradecido por la visita de ellos y por la fortaleza que descubrí en su amor”.
Élder Rasband dijo: “Creo que una de las lecciones que la hermana Rasband y yo tuvimos fue que, aunque tuvimos experiencias con nuestros nietos, ellos estaban rodeados de sus compañeros misioneros, de los miembros, y nosotros solo sentimos que estábamos ministrando dondequiera que fuimos… Nos comprometimos en el trabajo de ellos, fuimos a lo profundo de su labor, y pudimos hacer la diferencia”.
Ministrar en todo momento
Élder Nattress dijo de los esfuerzos de los Rasband en el Pacífico: “Los que asistieron a las reuniones fueron notablemente conmovidos por el espíritu de las enseñanzas y el testimonio de los Rasband. Él escuchó sus preguntas, discernió sus corazones y entonces enseño con gran poder y autoridad”.
“Élder Rasband y su esposa no perdieron una sola oportunidad de llegar y ministrar a todos — en aeropuertos, calles, aceras, centros de reunión y hogares. El resultado fue siempre el mismo — todos fueron elevados, inspirados y sintieron el amor del Señor”.
Así como los miembros, los misioneros y los líderes tuvieron experiencias de enseñanza en las reuniones e interacciones con los Rasband, también los Rasband las tuvieron en su ministración en el Pacífico.
“Cuando el presidente Monson me ordenó como apóstol, él dijo: ‘Serás un testigo especial del Señor en todo tiempo, en todo lugar y en toda circunstancia’. Y en este viaje sentí eso. Sentí el Espíritu del Señor en cada circunstancia, y esas fueron grandes oportunidades del evangelio centrado en Cristo para ministrar”.